REIMAGINA ESPAÑA
GUÍA PARA IMPULSAR EL CRECIMIENTO Y LA COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL
Ante la cantidad masiva de datos confidenciales que circulan por la red de forma continua, resulta clave establecer unas pautas de uso seguro y concienciado sobre la tecnología. Es lo que se conoce como civismo digital, es decir, todas esas acciones responsables que debemos tomar a nivel individual y empresarial para promover la seguridad en Internet. Una asignatura pendiente en el caso de España.
Cifras nacionales e internacionales en materia de civismo digital demuestran que, en materia de gestión y tratamiento de los datos de carácter personal de los usuarios online, los riesgos aumentan casi a la misma velocidad que lo hacen las herramientas digitales relacionadas con la privacidad y la seguridad.
De hecho, con la pandemia, las amenazas en internet se multiplicaron en un 2.000% según recoge un informe elaborado por especialistas de ciberseguridad de Telefónica y otras telecos. Afortunadamente, la puntuación global del Índice de Civismo Digital de 2022 se situó en el 65%, reflejando un ligero progreso de un 2% con respecto a 2020. Pero hay un gran margen de mejora, ya que, fundamentalmente, los engaños, estafas y fraudes online siguen siendo una realidad recurrente en internet.
En este sentido, los expertos insisten en que se ha de avanzar de la mano de una regulación, tanto a nivel gubernamental como empresarial, con una base ética sólida en la Inteligencia Artificial que asegure la máxima transparencia, equidad e inclusión posible. Porque, más allá de la propia responsabilidad de los usuarios, gobiernos, instituciones, actores económicos y tecnología pueden hacer mucho por promover interacciones online más seguras, saludables y respetuosas entre todas las personas.
Son muchas las claves y recomendaciones que desde instituciones, organismos y entidades especializadas destacan de cara a reforzar el civismo digital como usuarios en el ámbito online. Sin embargo, los expertos destacan las siguientes:
Desde el terreno empresarial, hay ciertas acciones que las empresas deben adoptar para evitar los riesgos y las malas praxis digitales:
Recordemos que, más allá de hacerlo a nivel individual, reforzar ciberseguridad y fomentar buenas prácticas de civismo digital también es una responsabilidad clave en las empresas, tal y como apuntan los analistas.