Medir el ROI de RRHH no es una tarea sencilla. Más aún cuando intervienen parámetros tan complejos como los que atañen a la gestión de personas, tantas veces subjetivos e incuantificables por su naturaleza cambiante.
Quizás no lo sabías, pero el coste promedio por año de la administración de RRHH en países como Francia o Italia ronda los 400 euros por cada uno de los empleados de su compañía.
Tras la pandemia, RRHH se están enfrentando a dos prioridades: ajustar los cargos según las variaciones de la actividad y garantizar la salud de todos
En España, hablamos de una cifra superior a los 230 euros por cada miembro de la plantilla. Un coste fijo que, sin embargo, cuesta traducir en beneficio.
¿La solución? Analizar los costes reales (y ocultos) de la administración de los RRHH y las nóminas. Un ejercicio que nos ayudará, aseguran los expertos, a entender el ahorro que supone optimizar los departamentos internos o externalizar las tareas en materia de gestión de personas.
Cuando hablamos de los departamentos de administración de Recursos Humanos y Nóminas, hablamos de departamentos cuyos KPIs pueden transformarse por completo por la puesta en marcha de una nueva modificación en la normativa, sí, pero también tiene que hacer frente a numerosos desafíos de la organización como ha sido pandemia y sus consecuencias sobre los modelos de trabajo.
Y medir el impacto de este trabajo, no es una tarea sencilla.
“Tras la pandemia de la COVID-19, nuestros departamentos de RRHH se están enfrentando a dos prioridades: ajustar los cargos teniendo en cuenta las variaciones de la actividad y garantizar la salud de todos los colaboradores”, explican desde ADP.
Las fuentes de productividad vinculadas al análisis de los costes ocultos y su optimización están, generalmente, poco explotadas
Pero además de este nuevo contexto global, las tendencias subyacentes siguen siendo similares a las de antes: RRHH debe afrontar una mayor necesidad de optimización de costos, para un nivel de servicio aún mejor, bajo normativas y reglas laborales cada vez más complejas.
Optimizar los costes controlando todos estos cambios es la prioridad para las empresas. La gestión de personas, normativas que aplican, nóminas o bajas, es imprescindible y se debe garantizar la continuidad del servicio. Cómo hacerlo de la manera más eficiente es el auténtico reto.
“El margen de maniobra que les queda a las empresas sobre los costes visibles suele ser relativamente bajo. Pero en cambio, las fuentes de productividad vinculadas al análisis de los ocultos y su optimización están, generalmente, poco explotadas”, explican desde la empresa especializada en la gestión de los departamentos de Recursos Humanos.
En base a los datos del análisis TCO (Coste Total de Propiedad) realizado por ADP, para el que han auditado auditado los costes y la productividad de los departamentos de administración de Recursos Humanos y Nóminas de 403 empresas en 6 países europeos, existen acciones concretas que pueden mejorar la productividad administrativa y actualizar los costes ocultos.
El informe también señala la importancia de establecer inversiones basadas en las tendencias de los costes futuros, no dejando espacio al ‘que me quede como estoy’ y obligando a readaptar las partidas asignadas a un departamento en continuo cambio. En este sentido, son cada vez más las empresas que apuestan por la externalización de estas tareas, no solo por la comodidad y la profesionalidad de los servicios externos sino por el ahorro que supone.
En 2020, el coste medio de la administración de RRHH en nuestro país fue de 236 euros al año por empleado; 297 euros si se incluyen los ocultos. Francia, Italia o Alemania prácticamente duplican estas cifras, también en 2021, y se prevé que sigan aumentando en los próximos años.
La cuestión ahora es: ¿qué ocurrirá con aquellas empresas que no sean capaces de analizar los costes reales (y ocultos) de la administración de los RRHH y las nóminas para entender hacia dónde dirigir la gestión de sus empleados?