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En las empresas hay personas diversas, y cada vez hay un mayor consenso sobre el hecho de que eso es un valor al alza que enriquece a las compañías. Por eso, uno de los retos actuales es conseguir que las organizaciones sean lo más inclusivas posibles.
Eso sí, el objetivo no es solamente ser diversas, sino generar negocio y crecer como compañías. IMANCorp Foundation, en palabras de su Gerente Alba Escolà, trabaja para sensibilizar a las empresas a construir un compromiso e implicación corporativa con la discapacidad, y en su opinión, «tenemos un largo camino por recorrer todavía, pero todas las personas deberíamos sentirnos valoradas más allá de nuestras condiciones particulares«.
Asimismo, y en un momento como el actual, la directiva de IMANCorp lo tiene claro: «la diversidad empresarial supone un valor estratégico en el que todo el talento se hace necesario para que la organización funcione de manera correcta«.
Gestionar la diversidad no es una tarea sencilla y supone un verdadero reto para las organizaciones. Para fomentar con éxito el talento inclusivo, el liderazgo debe serlo también ya que de él depende impulsar procesos de gestión de la diversidad y promover una filosofía de inclusión.
Si algo caracteriza a IMANcorp Foundation es el trabajo comprometido con la sociedad. Apostamos por la diversidad, conscientes de que todos, como individuos, somos valiosos. Por consiguiente, a fin de favorecer y normalizar la inclusión sociolaboral hemos creado un programa de concienciación destinado a las empresas bajo el lema “Conóceme por mis capacidades no por mi discapacidad”.
Nos sentimos especialmente orgullosos de aquellas personas que se forman con nosotros y que, son capaces a posteriori de brillar en sus puestos de trabajo. Dotarles de herramientas para que así sea, acompañarles y empoderarles para que desarrollen sus tareas es nuestro mayor éxito. Tanto es así que una gran mayoría termina por integrarse plenamente en las plantillas de las empresas.
Tenemos un largo camino por recorrer todavía, pero todas las personas deberíamos sentirnos valoradas más allá de nuestras condiciones particulares. La receta universal no existe y falta mucho por explorar. Deberíamos encaminarnos en la búsqueda de verdaderas ventanas de oportunidades para las personas con discapacidad. Esto no llegará solo, sino que tiene que acompañarse de políticas inclusivas, cultura empresarial y la propia sociedad.
Así lo entendemos nosotros, es parte de nuestro ADN como fundación, y tratamos de reflejarlo en todos nuestros proyectos. Para poder construir un modelo empresarial inclusivo la cultura corporativa es esencial junto a la promoción de actitudes positivas de respeto, valoración y tolerancia hacía la discapacidad.
Estamos lejos de cumplir con los objetivos esperados. Si bien es cierto que con la llegada de la LGD se ha mejorado en este sentido, la realidad es que un alto porcentaje del tejido empresarial todavía no cumple con la reserva mínima de un 2% de su cuota de plantilla a trabajadores con discapacidad.
Aunque como sociedad hemos dado pasos agigantados en los últimos años, a nivel empresarial, aún persisten ciertos conceptos equívocos en relación a la contratación de personas con discapacidad.
En esta realidad, nace nuestro programa de sensibilización, con el fin de ayudar a las empresas a construir un compromiso e implicación corporativa con la discapacidad. Está comprobado que las plantillas con diversidad de personas, son equipos más tolerantes, implicados y con más sentimiento de pertenencia corporativo.
En Diswork, la principal duda que se nos plantea, parte de creencias erróneas del pasado y se relaciona con el nivel de calidad de los servicios prestados. En ocasiones una de las misiones más arduas es la de hacer entender a los responsables de selección que una persona con discapacidad – en igualdad de condiciones a nivel curricular – es plenamente capaz para desempeñar un determinado trabajo como haría cualquier otra, incluso mejor, y desterrar la idea de problemas de adaptación o mayor absentismo.
La diversidad empresarial supone un valor estratégico en el que todo el talento se hace necesario para que la organización funcione de manera correcta. Sin duda, los equipos diversos, terminan por aportar resultados extraordinarios a las organizaciones.