Con un claro objetivo a lograr, como es la perfecta integración Puerto-Ciudad, Javier Sanz Fernández, Presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares, analiza en la presente entrevista la importancia de factores como la sostenibilidad y la digitalización en la competitividad futura de puertos como el de Palma.
Todo depende del puerto en cuestión. Centrándonos en el Puerto de Palma, al tratarse de una Isla, cuenta con unas características especiales, pues el 90% de las mercancías entran por vía marítima, mientras que en otros puertos naturales estas pueden llegar por tierra, mar y aire.
¿Los principales retos? Históricamente los puertos solían estar separados de las ciudades, pero con los años esto ha cambiado. A día de hoy, cada vez son más las urbes que apuestan por una convivencia Puerto-Ciudad, y para mí, este es un paso fundamental de cara a que los puertos sigan creciendo y modernizándose y no corran el riesgo de quedarse obsoletos, manteniendo siempre su propia estructura de actividad portuaria, evidentemente. Tenemos muchas opciones e ideas para ir evolucionando en esta línea de integrar el puerto en la ciudad y que la gente conviva con él. Ese es, precisamente, uno de nuestros principales objetivos.
Además de la integración Puerto-Ciudad, la primera línea estratégica que nos hemos marcado en nuestra hoja de ruta es buscar la excelencia en el servicio de mercancías; es decir, mejorar y optimizar las infraestructuras para que todo funcione bien, pues se trata de la entrada a nuestra ciudad.
También estamos volcados en fomentar el desarrollo de actividades empresariales y de ocio. En este sentido, hemos de gestionar y otorgar espacios para que los empresarios desarrollen su actividad náutica deportiva, ya que ello repercute en la economía de nuestra isla.
Otro eje fundamental para nosotros es, evidentemente, el medioambiente. Forma parte de nuestro ADN porque es nuestro terreno ‘de juego’; si nosotros no cuidamos del mar, ¿quién lo va a hacer? Así, estamos implantando una serie de importantes medidas de acuerdo con la normativa europea y nacional para cuidar el medioambiente, y lograr ser la punta del iceberg de cara a que esto funcione.
Finalmente, no podemos dejar de lado el ámbito digital. Queremos hacer de nuestro puerto un puerto inteligente, adaptándonos a los nuevos tiempos y aplicando la tecnología que viene.
Una de las primeras medidas que hemos adoptado es hacer un mejor consumo y control del agua y de la electricidad del Puerto. La descarbonización es otro tema que nos preocupa y nos ocupa. En este sentido, estamos transformando todas las energías fósiles en energías limpias. Asimismo, nos esforzamos por producir menos gases de CO2 en torno a nuestra actividad, y cuidamos el agua de los puertos a través de una serie de proyectos que ya están en marcha.
Como comentaba anteriormente, los puertos no solo deben seguir desarrollando su función portuaria, sino que también tienen que modernizarse y cambiar para lograr la correcta integración y convivencia Puerto-Ciudad. Para nosotros es vital. Queremos un puerto abierto, que los personas quieran visitarlo, que haya espacios atractivos. Queremos que sea el puerto de la ciudad, el puerto de los ciudadanos, y no un puerto aislado como teníamos antes.
Estamos trabajando en desarrollar un proyecto de consenso, por tanto nos esforzamos por escuchar las propuestas de todos los grupos de interés, al objeto de crear el puerto de todos. Estos procesos son algo más lentos, pero sin duda vale la pena invertir el tiempo en recoger el sentir de la ciudadanía. En cualquier caso, eso no es incompatible con la agilidad, porque nuestra intención, desde luego, es lograr este objetivo lo antes posible.