Una buena parte de la vida útil de un buque transcurre en el atraque de un puerto, donde necesita mantener sus motores auxiliares en funcionamiento para atender la demanda eléctrica durante las operaciones de carga, descarga y estadía, con la consiguiente emisión de gases contaminantes, y la producción de ruidos y vibraciones. A pesar de que el contenido de azufre en el combustible que emplea es cada vez menor, -y especialmente durante su estancia en puerto-, las emisiones se producen en lugares densamente habitados y en muchas ocasiones integrados en la ciudad, como es el caso de Palma. Es el momento de caminar -firmemente- hacia una transformación ambiental.
En mayo de 2006 la UE aprobó una “Recomendación de la Comisión sobre el fomento del uso de electricidad en puertos por los buques atracados en puertos comunitarios”, en la que proponía una estrategia de transformación ambiental para reducir las emisiones atmosféricas de los buques de navegación marítima llevando a las autoridades portuarias a requerir, incentivar o facilitar el uso por parte de los buques de electricidad con base en tierra durante el atraque. Esta recomendación ha sido durante muchos años de difícil implantación por el elevado coste y falta de concienciación ambiental.
La APB ha sido pionera en la búsqueda de un proyecto que permitiera a los buques conectarse eléctricamente a tierra durante su estancia en puerto
Sin embargo, la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha sido pionera en la búsqueda de un proyecto que permitiera a los buques conectarse eléctricamente a tierra durante su estancia en puerto a través de un sistema denominado Cold Ironing -también Onshore Power Supply (OPS)- en el que lleva trabajando desde el año 2012.
Persiguiendo esa transformación ambiental, en el año 2021, la APB aprobó su estrategia ambiental con el objetivo de alcanzar la excelencia en el desempeño ambiental en todo su ámbito de actuación, definiendo las líneas a seguir para cada uno de los aspectos ambientales a los que afecta la actividad que se lleva a cabo en los puertos de su competencia.
Asimismo, el nuevo Plan Estratégico de la APB persigue una gestión eficiente y sostenible de la actividad portuaria situando a sus puertos como referentes medioambientales para que sean percibidos como verdaderos Green Port por sus grupos de interés.
Para dar respuesta a este compromiso de la UE y del sistema portuario, la APB ha previsto en su Plan de Empresa unas inversiones para permitir la conexión eléctrica de los buques a tierra para el periodo 2022-2026 por importe superior a los 90 millones de euros.
La APB ha previsto en su Plan de Empresa unas inversiones para permitir la conexión eléctrica de los buques a tierra para el periodo 2022-2026
Dichas inversiones contemplan proyectos de cara a lograr esa transformación ambiental que alcanzan un presupuesto de unos 45 millones de euros en el puerto de Palma con proyectos en los muelles de Paraires, Poniente, muelles Comerciales y el dique del Oeste; de unos 6,7 millones de euros en el puerto de Alcudia; de casi 34 millones de euros en Eivissa en proyectos en el muelle Adosado, el muelle de Ribera, muelles Comerciales y los muelles del Botafoc; en el puerto de la Savina se contemplan proyectos de un presupuesto de unos 3 millones de euros; y en el puerto de Maó, unos 10 millones de euros para los proyectos en los atraques del muelle del Cós Nou y para el muelle de Cruceros.
Este despliegue de proyectos, que se viene planificando desde hace años, servirá para mejorar la calidad del aire de los puertos
Durante el mes de junio del pasado año se presentó una propuesta a la convocatoria CEF junto con la Autoridad Portuaria de Barcelona para cuatro de estos proyectos, en Palma, Alcudia, Eivissa y Maó, con el resultado favorable con el que la UE subvencionará con un 40% el presupuesto de inversión.
Este despliegue de proyectos, que se viene planificando desde hace años, servirá para mejorar la calidad del aire de los puertos que gestiona la APB a través del liderazgo que la Autoridad Portuaria de Baleares viene demostrando en el sistema de Cold Ironing.
La APB ha recibido una subvención europea para llevar a cabo este primer proyecto cuyo coste elegible fue de 1.255.000 €. A este coste habría que añadir el equipo de gestión del cable, que ha ascendido a 375.000 €, el de redacción del proyecto inicial (16.500 €), el de las actuaciones de la compañía eléctrica (50.700 €) y el de la asistencia técnica a la dirección de obra (37.000 €).
La infraestructura se ha dimensionado para que se conecte un ferry en media tensión a 1.600kW y un fast ferry en baja tensión a 800kW, y puesto que no atracarán de manera simultánea, la potencia máxima demandada será de 1.600kW.
La conexión en baja tensión se inauguró en diciembre de 2021 en el muelle de Paraires del puerto de Palma. Fue un gran éxito, puesto que el buque estuvo operativo en las mismas condiciones que con sus motores auxiliares y se constató una importante reducción en el ruido durante la operación.