A estas alturas, ya nadie duda de que el aumento de las presiones inflacionistas se encuentra entre los síntomas más palpables del cambio de régimen dentro de un entorno macroeconómico mundial salpicado por numerosas conmociones. Sin embargo, los expertos insisten: las causas no radican solo en las perturbaciones económicas provocadas por la pandemia o la invasión de Ucrania. Tendencias como la problemática que envuelve la descarbonización, también influirán -y mucho- en una inflación persistentemente más elevada durante la próxima década.
La problemática que envuelve la descarbonización, también influirá -y mucho- en una inflación persistentemente más elevada durante la próxima década
Y es que, tal y como destacan los expertos de Fidelity International, «la neutralidad en emisiones de carbono solo se conseguirá si se ponen en marcha políticas inflacionistas, como aumentos considerables y permanentes en los precios del carbono».
De hecho, según declara Salman Ahmed, Responsable Global de Macroeconomía y Asignación Estratégica de Activos en Fidelity International, «las fuerzas del mercado ya están impulsando la ‘inflación verde’ por la vía del encarecimiento de materias primas clave vinculadas a la revolución ecológica, como el litio». Sin embargo, añade Ahmed, «una respuesta eficaz a la crisis del cambio climático también tendrá que incorporar los altos precios de las emisiones de carbono, entre otras cosas, y eso podría crear intensas presiones inflacionistas».
Sin embargo, añade Ahmed, «una respuesta eficaz a la crisis del cambio climático también tendrá que incorporar los altos precios de las emisiones de carbono, entre otras cosas, y eso podría crear intensas presiones inflacionistas».
Las fuerzas del mercado ya están impulsando la ‘inflación verde’ por la vía del encarecimiento de materias primas clave vinculadas a la revolución ecológica, como el litio
Desde la Network for Greening the Financial System estiman que la trayectoria de los precios del carbono tendría que ser muy pronunciada para conseguir las cero emisiones netas en 2050; así, el precio medio internacional del carbono de alrededor de 3 dólares por tonelada en la actualidad, subiría hasta los 150-200 dólares a mediados de esta década y no pararía hasta los 700-800 dólares en 2050.
Precisamente, desde la reputada compañía de gestión de activos y fondos insisten en que “si los líderes mundiales tratan de abordar el cambio climático de forma temprana y coordinada, el empujón a la inflación derivado de los precios del carbono será fuerte y llegará pronto. Si lo retrasan, el impacto sobre la inflación podría aplazarse y disminuir ligeramente, pero seguiría siendo importante y veríamos cómo aumentan los costes indirectos anteriores”.
De la misma manera, la inflación quedará también condicionada a la situación de cada mercado, pues aquellas potencias con un ‘mix’ energético más dependiente de los combustibles fósiles -como pueden ser Rusia, China o la India- acusarán una mayor subida de los precios.
Si los líderes mundiales tratan de abordar el cambio climático de forma temprana y coordinada, el empujón a la inflación derivado de los precios del carbono será fuerte y llegará pronto
Con todo lo anterior, no cabe duda de que la transición energética será, tarde o temprano, una realidad conseguida, y los mercados siguen apostando por ella.
Diversos analistas constatan que esta sigue siendo la estrella de la inversión a largo plazo, pues el camino hacia las cero emisiones netas ofrece ahora más oportunidades que amenazas para los balances de las empresas.
Nada extraño si tenemos en cuenta que, en estos momentos, “las energías renovables representan una alternativa a los problemas actuales de seguridad energética de las economías avanzadas”, subraya Salman Ahmed. Y por ello, desde Fidelity International -añade- “confiamos en que la inversión en esta área aumentará con fuerza durante los próximos años”.
