Desde la certificación pionera del desperdicio alimentario hasta proyectos de economía circular con impacto local, RIU Hotels ha convertido la sostenibilidad en una estrategia transversal. Xisca Sitjar, Operational Sustainability Manager de la cadena hotelera, nos explica cómo la transformación cultural, la formación y la innovación están redefiniendo su modelo operativo bajo el marco Proudly Committed.
Para RIU la economía circular no se traduce tan solo en la realización de buenas prácticas ambientales; en nuestro caso, la economía circular se enmarca dentro de nuestra estrategia de sostenibilidad Proudly Committed. Es decir, que es parte de una transformación profunda y estratégica, que va más allá del reciclaje y convirtiéndose en un pilar central de nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa.
Por supuesto que la certificación del desperdicio alimentario recibida por parte de AENOR aporta un gran valor operativo y reputacional; pero, más allá de esto, internamente, nos aporta la certeza de que el trabajo realizado durante años ha dado sus frutos. Quizás es prematuro afirmar que estas certificaciones han establecido un estándar para el sector turístico en España. La consolidación de un “nuevo estándar” en toda la industria requiere de tiempo y una adopción generalizada. Para conseguirla debemos seguir trabajando en ello. Pero, sin lugar a dudas, esta doble certificación representa un hito significativo y un referente importante para nosotros. Por el momento, hemos certificado los cinco hoteles de Playa de palma y nuestra intención es replicar el sistema en los todos los destinos donde podamos hacerlo.
Considero que la barrera más importante para lograr una reducción en el desperdicio en nuestro sector es claramente el cambio de cultura y el cambio de las sistemáticas de trabajo que se han establecido y consolidado a lo largo del tiempo. Y para poder conseguir este gran cambio cultural, la formación de nuestros equipos es un elemento absolutamente fundamental. Verdaderamente es el motor que impulsa la concienciación entre nuestros empleados y la herramienta indispensable para lograr este reto.
La iniciativa “Somos Circulares”, donde también participan otras cadenas, surge en 2023. Este innovador proyecto sostenible consiste en convertir las botellas de vidrio transparentes no retornables en piezas únicas para los hoteles. En nuestro caso, las botellas recicladas de todos nuestros hoteles de la Playa de Palma se recogen, destruyen y transforman posteriormente en menaje y vajilla.
Esta alianza con La Fiore es un claro ejemplo de economía circular por varios motivos. En primer lugar, se cierra por completo el ciclo de vida del producto evitando que se convierta en residuo. En segundo, se impulsa la economía local fomentando el consumo de proximidad (kilómetro cero) y se reducen los residuos y las emisiones. Y, por último, revaloriza la labor artesanal, ya que los maestros artesanos de La Fiore utilizan técnicas tradicionales de soplado, algunas de las cuales son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
En 2024, RIU ha entregado 16,008 kg de vidrio, creando 15,208 kg de nuevas piezas para los hoteles y ahorrando 10,636 kg de emisiones de CO2.
Como parte de nuestra estrategia de sostenibilidad, la transparencia es un pilar fundamental; no solo una cuestión de comunicación, sino una garantía de nuestro compromiso real. Con nuestro Método RIU, desarrollado en 2019 en colaboración con la ESCP Business School, podemos identificar y apoyar en las acciones que vayan a tener un impacto más beneficioso y real en cada comunidad y territorio donde tenemos presencia, ya que se enfoca en analizar las inversiones sociales y medioambientales para determinar su contribución por destino.
Nuestros informes de sostenibilidad, que publicamos anualmente, comparten nuestros resultados en cuanto a la inversión social y ambiental realizada y sus principales indicadores. Uno de nuestros objetivos para este año, fijado en nuestra estrategia Proudly Committed, es obtener una certificación de sostenibilidad para todos nuestros establecimientos a nivel mundial; lo que implica auditorías y el cumplimiento de estándares verificables.
¿Representan estas iniciativas una ventaja competitiva? Yo diría que sí. La reducción de residuos, la optimización del uso de energía y agua y la economía circular, no solo representan un beneficio real para el medioambiente, sino que también se traducen en un ahorro significativo de costos operativos, en la mejora y optimización de procesos y servicios y en un beneficio en las relaciones con nuestros grupos de interés.