Si algo ha caracterizado hasta ahora el mercado del dinero digital es la volatilidad. Por eso, para analizar el futuro de las criptomonedas es muy importante entender cuáles son los factores que afectan a su valor. Porque nos encontramos ante un mercado que fluctúa de una forma mucho más rápida e imprevisible de lo que estamos acostumbrados. En el caso de las criptomonedas, su valor puede aumentar muchos puntos durante meses, o hundirse hasta un 50% en tan solo unos días. La imprevisibilidad de las monedas digitales, pues, es una de las grandes dificultades ante las que se encuentran los analistas financieros en el momento de prever cuál va a ser su evolución.
Para saber de qué depende el valor de la criptomoneda es importante conocer bien antes qué son las criptomonedas y el funcionamiento del mercado. Obviamente, la oferta y la demanda será el principal factor que definirá el precio y el valor de cada una de las divisas digitales, pero hay muchos factores que influyen y son determinantes. Es importante conocerlos y saberlos analizar, porque las criptomonedas son otro elemento con el que deben contar las empresas.
La imprevisibilidad de las monedas digitales es una de las grandes dificultades ante las que se encuentran los analistas financieros en el momento de prever cuál va a ser su evolución
El uso de las criptomonedas ha aumentado mucho en los últimos años, como consecuencia de los grandes intercambios online. Eso ha hecho aumentar su capitalización, y también ha despertado el interés de muchas empresas o incluso de muchos gobiernos que investigan la mejor forma de usar estas divisas digitales.
De esta forma, ante un interés cada vez mayor, el precio de las criptomonedas ha aumentado significativamente. Porque, al igual que cualquier producto que encontramos en el mercado, su valor viene determinado principalmente por la oferta y la demanda.
En un entorno en el que se puede acceder a todos los dispositivos a través de una red, los nodos son el punto de intersección dentro de esta red. Son, en resumen, los principales centros a través de los cuales se enruta el tráfico de Internet.
En el caso de las criptomonedas, el número de nodos muestra el número de billeteras activas en la misma red. Sirve como muestra, pues, de lo fuerte que puede ser la comunidad. El aumento en la cantidad de nodos es señal de una comunidad fuerte, lo que aumenta las posibilidades de que esa moneda digital supere cualquier crisis potencial.
Crear una moneda supone unos gastos inmediatos y futuros que determinan su valor. El coste de fabricación del Bitcoin, por ejemplo, es bastante alto. Hablamos de gastos de producción de equipos o servidores especializados y de los sistemas de refrigeración que los acompañan. Este proceso se denomina comúnmente minería.
Los mineros utilizan servidores especiales o hardware para producir nuevos tokens y corroborar las transacciones diarias de la red. Por lo tanto, debido a que es necesario que los mineros hagan funcionar la cadena de bloque, si los costes de minería aumentan, el valor de la criptomoneda también puede crecer.
En un mundo en el que la innovación es constante, cada día aparecen nuevas monedas digitales, nuevos tokens y nuevos proyectos. Para los nuevos competidores hay muy pocas barreras de entrada, pero producir una criptomoneda sostenible requiere el desarrollo de una red de usuarios de blockchain. Eso puede hacer que, si se consigue suplir los fallos de una red rival, la nueva red de blockchain pueda crecer muy rápidamente.
Hoy en día ya encontramos criptodivisas de todo tipo, y cada vez hay más diversidad. Y eso hace que sean cada vez más los proyectos de criptomonedas viables que pueden superar las restricciones actuales y construir una red de usuarios sólida.
El intercambio de criptomonedas
Cuando un token está disponible en muchos intercambios, significa que más personas lo están comprando y usando. En cambio, aquellos inversores que necesiten dos o más intercambios para cambiar sus criptomonedas, deberán pagar una tarifa por cada uno de esos intercambios. Eso hace que aumente el coste de la inversión.
En resumen, a más intercambios necesarios para adquirir una criptomoneda, más alto será el coste.
La popularidad cada vez mayor y el impulso que han vivido las criptomonedas han hecho que los gobiernos se planteen aplicar regulaciones específicas. Algunos gobiernos no aprecian la naturaleza no regulada y descentralizada de estas monedas digitales, y están empezando a tomar medidas para controlar este mercado.
La forma más fácil de controlar este mercado es aplicando impuestos en las transacciones. Si en esos países hay muchos usuarios de criptomonedas, la introducción de nuevas regulaciones afectará negativamente a su valor.
Hay países que han optado por prohibir criptomonedas como Bitcoin o Ethereum para controlar el mercado, pero otros países han apostado por involucrarse en la tecnología blockchain o incluso se están planteando desarrollar sus propias monedas digitales nacionales. De hecho, países como El Salvador o la República Centroafricana ya tienen sus propias criptomonedas de curso legal.
Si hay un suministro limitado de criptomonedas, el precio de la moneda digital aumentará, ya que hay menos disponibles para comprar. De lo contrario, si se suministra una gran cantidad de criptodivisas, el precio bajará, ya que los usuarios tendrán más monedas digitales para comprar.
Además, algunos proyectos de criptomonedas ‘queman’ monedas actuales llevándolas a una dirección irrecuperable. Es decir, se sacan estas monedas de la circulación, reduciendo el suministro total. Este proceso ocurre cuando se quiere controlar la inflación del precio de una criptodivisa, y es una forma indispensable de controlar el suministro.
Está claro, entonces, que hay varias formas de determinar el valor de una criptomoneda, y hay muchos factores que afectan a su valor. Pero no hay una forma perfecta de predecirlo. Es importante, pues, realizar una investigación del mercado adecuada, y considerar todos los riesgos existentes antes de invertir en alguna de estas monedas digitales. En un mercado tan volátil como este, hay muchos factores que pueden hacer cambiar la tendencia en pocos días. Ya sea por la posibilidad de que se apliquen nuevas regulaciones más restrictivas, o porque haya un incremento repentino de la demanda, la imprevisibilidad hace que sea complicado hacer una previsión de cuál será exactamente el futuro de las criptomonedas.
