Las empresas deben conocer todas las herramientas que permitan mejorar su eficiencia. Y los modelos mentales son atajos que pueden agilizar la toma de decisiones resolviendo problemas complejos. Gracias a estos modelos será más sencillo afrontar problemas sobre cuestiones en las que no tenemos experiencia. No solo influyen en las decisiones, sino que pueden ser de gran utilidad en las estrategias de liderazgo. Pero para ponerlos en práctica hay que entenderlos y saber cuándo utilizarlos. Entonces, ¿qué son exactamente los modelos mentales?, ¿cómo funcionan?, ¿cómo nos pueden ayudar a entender el mundo?
¿Qué son los modelos mentales?
Los modelos mentales son la forma en la que interpretamos la realidad y entendemos el mundo. Nos dan una perspectiva de la situación y la forma en la que solucionar un problema. Como señala la revista Forbes, son atajos para tomar mejores decisiones en menos tiempo. Son, pues, esa caja de herramientas que utilizamos para tomar decisiones ya sea en nuestra vida personal o en la profesional.
Para los líderes y gestores de equipos, aplicar modelos mentales puede mejorar la forma en la que asimilan la información y reaccionan a lo que les rodea. Gracias a entender por qué actuamos cómo actuamos podemos trabajar en mejorar nuestra capacidad de respuesta. Aplicar distintos modelos mentales nos permitirá analizar una situación desde diferentes perspectivas. Lo que hará ser más efectivos en la toma de decisiones en función de los distintos tipos de liderazgo. Por ejemplo, un modelo mental que lleve a pensar que “innovar es arriesgado” puede impedir que la empresa crezca. Por eso, aplicar un modelo que entienda que “la incertidumbre es una parte del negocio y se pueden minimizar riesgos” puede llevar a un enfoque estratégico más equilibrado.
Tipos de modelos mentales para el liderazgo
- Pensamiento sistémico
El pensamiento sistémico es el que estudia el todo para entender las partes. Es decir, permite entender que las cosas tienen propiedades distintas a la simple suma de sus componentes. El modelo de pensamiento sistémico integra el pensamiento creativo y estratégico para conseguir que los proyectos se lleven a la práctica.
- Mentalidad de crecimiento
Es la mentalidad que describe la forma en la que vemos los desafíos. Las personas con mentalidad de crecimiento creen que sus capacidades se pueden modificar, incluso cuando tienen dificultades. Están convencidas que con la práctica pueden conseguir mejorar sus habilidades. Es decir, la mentalidad de crecimiento es la que hace que en lugar de pensar “no puedo hacerlo” pensemos “todavía puedo conseguirlo”.
- Principio de Pareto (80/20)
Este Principio establece que el 80% de los efectos proviene del 20% de las causas. De este modo, si el 80% de valor se consigue en un 20% de las actividades, para maximizar el ROI hay que priorizar el 20%. Que los trabajadores dediquen ese porcentaje de su tiempo a reflexionar, innovar o experimentar puede ayudar a encontrar mejores soluciones a los problemas. Un ejemplo podría ser Google, donde los trabajadores tienen espacios en los que tienen libertad y condiciones para pensar e innovar.
- Heurística de disponibilidad
Es el atajo que tiene nuestro cerebro para tomar decisiones rápidas a partir de la confianza en la información que viene a la mente rápidamente. Cuanto más accesible sea algo en nuestra mente, más probable parecerá. Es decir, que si algo se puede recordar con facilidad es que será más importante que aquello que nos cuesta más recordar. La heurística de disponibilidad es, pues, un filtro que hace nos permite realizar evaluaciones rápidas seleccionando información reciente.
- Modelo de toma de decisiones racional
El modelo de toma decisiones racional es el que busca reducir suposiciones erróneas a partir del análisis racional. Consiste en definir el problema, identificar los criterios, buscar posibles alternativas y evaluarlas, determinar la mejor solución, probarla y aplicarla. Este modelo minimiza el riesgo y la incertidumbre, pero requiere más tiempo y no permite tomar decisiones rápidas.
- Pensamiento de segundo nivel
Es el modelo mental que nos ayuda a tener una mentalidad más racional y estratégica. Si en el pensamiento de primer nivel analizamos las consecuencias de una decisión, en el pensamiento de segundo nivel evaluamos las consecuencias de las consecuencias. A nivel empresarial es muy útil cuando una decisión a tomar puede tener un efecto importante en varios aspectos de la empresa.
- Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación nos lleva a buscar y aceptar la información que respalde nuestros puntos de vista. Es decir, a interpretar las cosas de forma que apoyen nuestras creencias existentes. Este sesgo nos puede hacer tomar malas decisiones, porque nos hace rechazar la información que contradice nuestras hipótesis. Para evitar caer en el sesgo de confirmación debemos contrastar varias fuentes de información, evaluar su calidad, mantener una mente abierta y estar dispuestos a cambiar de opinión.
- Principio de Hanlon
El principio de la navaja de Hanlon es de sobras reconocido: “no atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez”. Es decir, que un mal resultado no siempre lo debemos atribuir a la mala voluntad o a un posible atacante. Porque las personas cometen errores. Este es un modelo mental que ayuda a evitar la paranoia y la ideología.
- Efecto Dunning-Kruger
Es el sesgo cognitivo por el que las personas con poca habilidad sobre una tarea sobrestiman sus capacidades. Es decir, se refiere a aquellas personas que tienen poco conocimiento en un área y tienden a subestimar su ignorancia. El efecto Dunning-Kruger puede convertirse en una barrera para el aprendizaje. Y en una empresa es un efecto especialmente perjudicial cuando son personas con autoridad quienes lo sufren.
- Marco de trabajo OODA (Observar, Orientar, Decidir, Actuar)
Este marco de trabajo tiene origen militar, y propone un enfoque de cuatro pasos para tomar decisiones y ajustar la estrategia: observar, orientar, decidir y actuar. En el contexto empresarial, OODA Loop es una herramienta que enfatiza la necesidad de agilidad para poder dar respuestas rápidas y efectivas en entornos dinámicos y competitivos.
En resumen, los modelos mentales se pueden convertir en una herramienta de gran valor para las empresas. Comprender y aplicar los modelos adecuados puede transformar la forma en que lideramos. Y nos permiten obtener perspectivas valiosas para una toma de decisiones efectiva y la resolución de problemas. Es por eso que incorporar modelos mentales al liderazgo puede llevar a los equipos hacia el éxito.