Cuando una empresa busca financiación, las primeras opciones que suelen venir a la mente son las dos principales fuentes de financiación externa: la ampliación de capital mediante la emisión de nuevas acciones y la contratación de deuda a través de préstamos o líneas de crédito. Si bien estas alternativas son fundamentales, existen otros mecanismos de financiación que pueden resultar igualmente útiles. ¿Cómo optimizar las capacidades financieras de las empresas? Antes de tomar la decisión de recurrir a financiación externa, es recomendable considerar los siguientes tres aspectos clave:
La información financiera que las empresas publican anualmente a través de sus estados financieros es determinante, ya que influye en su capacidad de financiación durante prácticamente todo un año.
Los scorings de riesgo establecen los límites de financiación que las entidades financieras pueden ofrecer a sus empresas clientes. Por ello, es crucial mantener una información financiera rigurosa, asegurándose de que la contabilidad refleje de manera fiel y precisa la situación real de la compañía, conforme al Plan General Contable.
Es crucial mantener una información financiera rigurosa, asegurándose de que la contabilidad refleje de manera fiel y precisa la situación real de la compañía, conforme al Plan General Contable
Para aquellas empresas que no están obligadas a auditarse, puede ser recomendable contratar una auditoría externa. En el caso de las empresas que ya están sujetas a auditoría, valorar la obtención de un Informe de Calificación Crediticia emitido por una agencia de rating oficial puede aportar un valor añadido. Actualmente, existen opciones específicas que permiten a las pymes acceder a calificaciones de rating oficiales.
Contar con una auditoría y un rating crediticio tiene un impacto directo y positivo en las condiciones de acceso a los mercados de financiación y garantías, permitiendo a las empresas obtener mejores oportunidades de financiación en términos de importe, coste y plazos.
Otra estrategia para mejorar la capacidad de financiación es la contratación de solvencia mediante el mercado asegurador. A través de garantías aseguradoras, las empresas pueden incrementar su capacidad de contratación y, al mismo tiempo, reducir el riesgo acumulado en sus líneas de avales bancarios. Remplazando progresivamente líneas de avales bancarias por seguros de caución, permite liberar riesgo con los bancos de relación, con los que poder negociar la contratación de nueva financiación para reponer las capacidades otorgadas. De esta manera, conseguimos hacer más eficiente la asignación de capacidades entre mercado asegurador y mercado bancario con el objetivo de maximizar los recursos de financiación con las entidades financieras.
A través de garantías aseguradoras, las empresas pueden incrementar su capacidad de contratación y, al mismo tiempo, reducir el riesgo acumulado en sus líneas de avales bancarios
Por otro lado, las garantías del mercado asegurador pueden servir como mecanismo de financiación en sí mismas, como por ejemplo cuando se aportan las garantías a favor de clientes para facilitarles que adelanten el pago de parte de las cantidades comprometidas en los contratos o pedidos, o bien cuando se aportan garantías ante proveedores, Hacienda o entidades financieras para facilitar la negociación de acuerdos de pagos aplazados.
Existen herramientas de financiación del circulante que no requieren la contratación de más deuda. Un ejemplo es el factoring sin recurso, respaldado por un programa de seguro de crédito contratado por la empresa. Este mecanismo permite cobrar al contado toda la facturación asegurada, eliminando el riesgo de crédito en el balance sin que la financiación impacte en el endeudamiento ni consuma CIRBE. Además, esta financiación puede obtenerse a través de entidades financieras especializadas, sin necesidad de recurrir a las entidades bancarias tradicionales.
Por otro lado, el reverse factoring es una herramienta que facilita la financiación de compras. Funciona de manera similar al confirming, pero con la ventaja de que no consume riesgo en CIRBE para la empresa que lo contrata. Además, beneficia a los proveedores, quienes pueden cobrar al contado sin riesgo y sin afectar sus líneas de financiación bancaria.
Tras implementar estas estrategias, es muy probable que la empresa se encuentre en una situación financiera y de tesorería más sólida, lo que a su vez redundará en una mayor capacidad de acceso a más y mejores condiciones de financiación, generando así un círculo virtuoso.