¿Preparados para la vida en la nube?
El almacenamiento en la nube es una tecnología que cada vez utilizan más personas y empresas, tanto en su vida privada como en la laboral. El uso del correo electrónico, los mensajes a través del teléfono móvil y otras plataformas que permiten el envío de archivos y documentos, están a la orden del día. Las compañías que no trabajan bajo estas premisas y tienen claro que todo es información, están abocadas a desaparecer. ¿Conoces el cloud computing? ¿Qué es y para qué sirve? Utilizarlo en el futuro será clave para poder desenvolverse en un entorno competitivo, como es el actual.
Entre los beneficios del cloud computing destacan el ahorro, la flexibilidad o la mayor eficiencia. Características necesarias para las compañías del futuro
El Cloud Computing o computación en la nube es un modelo que permite el acceso remoto a recursos informáticos, como servidores, almacenamiento, bases de datos y software, a través de internet. En lugar de depender de una infraestructura física local, los usuarios pueden utilizar estos servicios en la nube de manera escalable y flexible, pagando solo por lo que necesitan.
Claro está, este es el ejemplo más sencillo y más fácil de ver, puesto que todo el mundo conoce cómo funciona el correo electrónico. Sin embargo, el almacenamiento en la nube es mucho más. Por ejemplo, cuando las fotos se guardan desde el dispositivo en Google y pueden verse desde otros simplemente introduciendo las claves de acceso.
En el momento presente, las empresas utilizan esta tecnología de manera mucho más avanzada. Cada vez se prescinde más de los archivos en papel, en favor de la digitalización. Se almacenan en servidores que pueden ser consultados a través de Internet. De esta manera, los trabajadores pueden tener acceso a toda esa información, incluso cuando no están en las instalaciones de la empresa.
El almacenamiento en la nube cada día gana más adeptos, sobre todo por la amplia funcionalidad, el ahorro y otras ventajas que ofrece.
La principal ventaja de esta tecnología es evitar que los archivos se almacenen en un solo dispositivo, o, incluso, en papel. Cualquier dispositivo con conexión a Internet podrá consultar esa información necesaria. Esto es algo bueno por varios motivos, como que los dispositivos trabajan de una manera más ágil y rápida, se ahorra tiempo de consulta y espacio de almacenamiento, y, además, pueden consultarse, independientemente del momento del día o la ubicación de aquel que necesite verlos.
Como se puede entender, las ventajas de este tipo de almacenamiento están fuera de toda duda. El usuario podrá disponer de la información que necesite en ese momento, a tiempo real. No será necesario disponer de costosas licencias y programas especializados para que un equipo pueda consultar esa información, y las empresas pueden estar tranquilas porque los centros de datos estarán a salvo.
Es una solución clave para empresas y usuarios que buscan optimizar su tecnología sin grandes inversiones en hardware.
Cada vez hay más personas que tienen acceso a Internet en todo el planeta, algo que no para de avanzar. A esto hay que sumar todos los objetos que, día a día, se conectan al Internet de las cosas. Todo esto supone millones de datos que se archivan cada minuto y que, probablemente, serán consultados antes o después por los usuarios. Esta información supone un salto de calidad para las empresas a la hora de tomar decisiones acertadas. El análisis de los datos va a facilitar acertar (cuando antes todo eso se basaba en hipótesis), permitiendo a los responsables ser mucho más eficientes.
Pero el uso del Big Data no tiene sentido si no se dispone de equipos que permitan el almacenamiento de la información y su análisis inmediato. Y aquí la elección de los proveedores de nube es de vital importancia. Por una parte, facilitan el poder contar con todos esos datos almacenados. Por el otro, contar con los programas necesarios para su análisis.
En la actualidad, las empresas están integrando, de una manera creciente, la computación en la nube. No importa el tamaño, la facturación ni el sector en el que desarrollen su actividad, ya que nadie quiere quedarse fuera de las ventajas que esta tecnología ofrece:
Una vez analizado esto, la mejor opción es consultar a una empresa proveedora de este tipo de servicios, para poder optimizar las funcionalidades necesarias. Así se aprovechará al máximo todos los beneficios del cloud computing que antes se nombraban, como el ahorro, la flexibilidad o la mayor eficiencia, convirtiéndose en una compañía preparada para el futuro. Seguro que tanto los empleados, como los responsables y los clientes estarán encantados con esas mejoras y ese paso hacia el futuro.