La comunicación es un pilar fundamental para las organizaciones. El hecho de que exista una comunicación fluida entre los equipos permitirá establecer unos óptimos flujos de trabajo. Si bien no solo hay que tomar en consideración la comunicación interna y externa, sino también la comunicación estratégica. Para entender de qué es la comunicación estratégica, ahondaremos en esta definición y sus particularidades.
La comunicación estratégica es el plan global de comunicación, que integra todas las áreas de la organización, y está alineado con los valores de la empresa. Vincula ambos elementos, estrategia y comunicación, para diseñar una campaña efectiva.
Muchos son los autores que han reflexionado sobre qué es comunicación estratégica y cómo puede beneficiar a las compañías. El autor Paul A. Argenti, en el libro Comunicación estratégica y su contribución a la reputación (2014), define este concepto como: “se trata de la comunicación alineada e integrada a la estrategia global de la compañía que impulsa y mejora el posicionamiento estratégico de la organización”.
La comunicación estratégica engloba una serie de metodologías y enfoques que buscan planificar, teniendo en cuenta el contexto, la comunicación en las empresas. Los mensajes que se transmitan han de ser coherentes y deben generar confianza en los grupos de interés. Además, debe estar integrada en un plan general, para trabajar en conjunto y programar acciones que respondan a los intereses de la empresa.
La comunicación estratégica también es innovación, pues teniendo un buen flujo de información entre los equipos, se fomentará el desarrollo de nuevas ideas y proyectos.
La comunicación estratégica es esencial para el éxito de una organización. Esta planificación ayuda a establecer objetivos claros y medibles, a entender a la audiencia y crear mensajes para lograr los objetivos. ¿Cómo puede la comunicación estratégica transformar la organización?
En el entorno empresarial actual, la digitalización de procesos cobra un protagonismo crucial para las empresas. Es un factor de competitividad y diferenciador, además de un aliado para conseguir una mayor productividad. Tareas que se realizan manualmente, pueden pasar a ser automatizadas, suponiendo una reducción de costes, mejorando la agilidad y la toma de decisiones, entre otros beneficios.
Si bien para que la implementación sea eficaz, debe existir una planificación estratégica. La comunicación juega un papel esencial, pues todas las áreas han de estar previamente informadas. Esto sumado a un compromiso por parte de la dirección y la participación activa de todo el equipo, convertirá la implementación en todo un éxito.
La adopción de tecnologías emergentes está muy vinculado a la estrategia. Cada día nacen tecnologías que, bien aplicadas, pueden suponer una gran transformación. Sin embargo, sin una planificación estratégica de adopción tecnológica, se desconocerá el salto exponencial que puede suponer.
Por ello, antes de integrarlas, es importante crear un proyecto de operaciones, establecer una estructura de trabajo externa e interna, planificar una estrategia y valorar los riesgos. Si contamos con un plan de comunicación estratégica, sabremos si tecnologías como el blockchain, IoT o IA tienen cabida en la organización.
¿Cómo equilibrar la necesidad de transparencia con la incertidumbre que puede generar la reestructuración organizacional? Existen opiniones enfrentadas en cuanto al papel de la comunicación estratégica en esta situación. Por un lado, se encuentran aquellas personas que valoran la comunicación clara y transparente como herramienta para entender los cambios.
En contraposición, se encuentran aquellos que creen que la comunicación estratégica puede servir como herramienta para mitigar la resistencia al cambio y promover la colaboración. Si bien, el problema se encuentra cuando las acciones no son consecuentes con lo que se recoge en dicho plan. Algo que es fundamental para promover la confianza y veracidad de la organización.
Las empresas que cuentan con un plan de comunicación estratégica tienen, por defecto, una comunicación transparente con todas las partes interesadas. Esto supone que pueden comunicar, y comunican, de manera efectiva su postura en cuanto a políticas ambientales, los proyectos en materia de ESG en los que están implicados y su vinculación con los diferentes ODS.
Esto fomenta una reputación sólida en cuanto a la sostenibilidad, que se traduce en una percepción positiva de la marca por parte del consumidor.
La colaboración entre equipos y departamentos, que es la base de la comunicación estratégica, fomenta la creatividad y el intercambio de conocimientos. Este flujo de información, sumado a que los equipos tienen claros los objetivos de la organización, facilita la implementación de programas de desarrollo profesional y capacitación en nuevas habilidades y tecnologías.
De esta forma se fomenta el aprendizaje continuo y el sentido de pertenencia.
El enfoque del cliente en el centro se focaliza en garantizar la mejor experiencia cliente posible. La comunicación estratégica ayuda a entender las necesidades de los clientes y así poner en marcha el diseño de productos y servicios que satisfagan sus demandas.
La comunicación estratégica, vinculada a una experiencia customer centric, involucra al cliente en todas las fases. Esto conlleva que la personalización de compra sea más dirigida y se consigan establecer relaciones sólidas, basadas en la lealtad y la satisfacción.
Como se ha explicado anteriormente, el plan global de comunicación estratégica ayuda a construir una imagen de marca coherente y conectada con el público objetivo. De esta forma se pueden superar las barreras existentes y facilitar la entrada a nuevos mercados.
La comunicación abierta y transparente, que promueve la comunicación estratégica, fomenta un ambiente donde las personas se sienten cómodas para hacer nuevas propuestas, compartir ideas y poner en marcha diferentes proyectos.
Según el estudio The Decision Dilemma, elaborado por Oracle y Seth Stephens-Davidowitz, el 45% de los jefes en España preferiría que la Inteligencia Artificial eligiera en su lugar. Para que esta toma de decisiones sea consecuente y coherente, es importante que esté vinculada al plan de comunicación estratégica de la organización.
De esta forma, al utilizar herramientas de análisis de datos, como el análisis predictivo, las empresas pueden identificar patrones y tendencias en el comportamiento del consumidor. Todo ello sumado a la comunicación fluida entre los equipos, permitirá tomar decisiones fundadas a largo plazo.
La comunicación estratégica optimiza la cadena de suministro al facilitar la coordinación entre todos los actores involucrados. Esto se traduce en una mejor experiencia cliente, más personalizada y dirigida a sus necesidades.
Citando al escritor Peter Drucker, en su libro «The Practice of Management»: «La comunicación más importante es escuchar lo que no se dice». Como se ha desarrollado, la comunicación estratégica busca ser el hilo conductor de los valores, la misión y la visión de las organizaciones. Y tan importante es comunicar, como escuchar y establecer los canales necesarios para que dicha comunicación sea bidireccional. Solo de esta forma podremos estar realmente vinculados con los clientes y alineados con los objetivos a conseguir.
