En un mundo globalizado, donde las organizaciones operan en diferentes mercados y buscan distintas oportunidades de expansión, resulta importante contar con un lenguaje común para el análisis de los estados financieros. Por ello, hay que entender qué son las NIIF y por qué son esenciales para las organizaciones es fundamental para mantener la competitividad y asegurar un manejo eficiente de los recursos financieros en un mercado globalizado.
Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), como su propio nombre indica, son un conjunto de estándares de lenguaje contable para presentar los estados financieros de las empresas, que hoy se aplican en muchos países. Su objetivo es unificar un lenguaje de contabilidad entre todos los países que participen en el mercado global. También son conocidas por su denominación en inglés: International Financial Reporting Standards (IFRS).
Estas normas tienen su origen en el año 1970, cuando surge la necesidad de establecer un lenguaje común. Así, el International Accounting Standards Committee (IASC) nació, tres años más tarde, a fin de cubrir esta necesidad. Fue en el año 2001 cuando el IASC se transformó en el International Accounting Standards Board (IASB), el organismo responsable de la emisión de las NIIF. Hoy este lenguaje se aplica en más de 120 países y es reconocido por su contribución a la transparencia y presentación de estados financieros a nivel internacional.
El principal objetivo de las NIIF es ayudar a las empresas a presentar su situación y rendimiento financieros. Estas normas fomentan la transparencia y cohesión entre los países que utilizan este lenguaje. Además, se reduce la brecha de información y contribuyen a la eficiencia económica, al ayudar a los inversores a identificar oportunidades y riesgos.
Las NIIF se han convertido en un elemento estratégico para las organizaciones. El hecho de que existan un conjunto de reglas contables coherentes y reconocidas internacionalmente, promueve la estandarización y coherencia en la presentación financiera.
La expansión hacia mercados internacionales es uno de los principales objetivos de las organizaciones que buscan crecer. Estas normas NIIF establecen un marco contable globalmente aceptado, que facilita la comprensión entre distintas empresas y países.
De esta forma, organizaciones de todos los tamaños y diferentes países pueden compartir sus estados financieros y buscar oportunidades de colaboración. Es un distintivo de transparencia y uniformidad, lo cual genera un mayor grado de confianza y eficiencia para clientes e inversionistas.
Igual de importante que es acceder a los mercados internacionales, también lo es que los inversores puedan comparar entre organizaciones en un entorno confiable. La uniformidad, al emplear un lenguaje común, hace que la presentación y comparación entre empresas del mismo sector o industria resulte más sencillo.
La incorporación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) ha contribuido a mejorar la transparencia y credibilidad de los informes financieros. Estas normas fomentan la estandarización para la presentación de informes financieros en los diferentes países que han adoptado este lenguaje. De esta forma, las empresas pueden ofrecer estados financieros claros, comprensibles y comparables.
La uniformidad en la presentación de los estados financieros hace que se reduzca la ambigüedad, ya que proporciona una base sólida para la evaluación de inversiones. Al ofrecer una información financiera clara, las NIIF ayudan a los inversores a comprender los riesgos y oportunidades asociados con una inversión específica. Tener claro este contexto resulta esencial para que puedan tomar decisiones más informadas y estratégicas en un mercado globalizado.
El uso de las NIIF desempeña un papel crucial en la gestión de riesgos financieros, y no solo por las oportunidades de expansión que pueden surgir. Al requerir información detallada y exhaustiva sobre dichos riesgos, permite a los gestores evaluar y gestionar los mismos de forma efectiva. Esta transparencia facilita la anticipación y mitigación de posibles amenazas, así como la identificación de oportunidades.
La adopción de las NIIF puede simplificar y agilizar el proceso de presentación de informes financieros. Lo que facilita la eficiencia operativa. Además, las empresas que representan sus datos y su información financiera según los principios de las NIIF, se aseguran que las cuentas sean precisas, confiables, uniformes y de alta calidad.
En España, el artículo 43 bis del Código de Comercio establece dos niveles de aplicación de las NIIF. Por un lado, son obligatorias en aquellos grupos donde alguna de las sociedades haya emitido valores cotizados en algún mercado cotizado de la Unión Europea. Hoy en día, la regulación de las NIIF en la UE está recogida en el Reglamento (UE) 2023/2803.
Por otro lado, se encuentran los grupos consolidados (no cotizados), que pueden optar por la aplicación de las NIIF voluntariamente. Si bien, en el momento en el que decidan aplicarlas, deberán hacerlo de forma continuada.
Ya hemos visto que con la adopción de las NIIF las empresas pueden mejorar su credibilidad y su transparencia. Lo que la hace más atractiva para los inversiones potenciales. Especialmente los inversores extranjeros, que ya están muy familiarizados con las NIIF, prefieren empresas que sigan estas normas. Del mismo modo, esta norma permite una comparabilidad y una coherencia más sencilla con los informes financieros de diferentes países. Porque los NIIF proporcionan un lenguaje común para la información financiera. Y eso puede facilitar la atracción de inversores y la expansión internacional.
Al adoptar las NIIF, las empresas que participan en procesos de fusión y adquisición pueden presentar estados financieros claros y comparables, lo que facilita la evaluación precisa de activos, pasivos y desempeño financiero. Esta estandarización reduce la complejidad y el riesgo asociado con la integración de empresas con diferentes estándares contables, lo que agiliza el proceso de negociación.
En su conjunto, las NIIF son esenciales en un mundo globalizado donde se busca hablar un lenguaje común. Como se ha explicado, estas normas mejoran la transparencia y credibilidad, lo que aumenta la confianza de los inversores y facilita la toma de decisiones estratégicas. En un entorno cada vez más complejo, el uso de este lenguaje común contribuye al crecimiento y la eficiencia operativa.