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Dentro de mil días (unos tres años), cuando podamos evaluar con cierta ecuanimidad esta crisis del Coronavirus, comprobaremos que muchos perdieron el tiempo lamentándose del momento y jugando a sentirse víctimas en tanto que otros, el 20% paretiano, lo aprovechamos como protagonistas de nuestros destinos. Porque, más allá de pensar en las limitaciones del espacio físico (aislamiento, confinamiento), nos dedicamos a reflexionar y actuar sobre nuestra Responsabilidad como ciudadanos.
Si a RSC (Responsabilidad Social Corporativa) significa devolver a los demás parte de lo que la empresa ha conseguido: la RSP (la Responsabilidad Social Personal) debería convertirse en el equivalente en las personas: la Responsabilidad, el carácter (el “ethos” de los antiguos griegos) para comportarnos como debemos. Una