A día de hoy, a pocos se les escapa que la manera en que empresas y trabajadores se interrelacionan ya no es la misma que hace algunos años. De un tiempo a esta parte, las innovaciones tecnológicas han implementado una serie de cambios en el sector laboral que se han traducido en modificaciones radicales a la hora de buscar y ofrecer empleo.
Cuando un candidato asiste a una entrevista de trabajo, se preocupará por investigar en internet a su posible nueva empresa, leyendo y analizando comentarios sobre la misma –especialmente los de sus empleados– en diferentes páginas, blogs y perfiles sociales. Por su parte, la compañía también habrá hecho su análisis previo del futuro candidato: habrá ‘googleado’ su nombre en la red, habrá ‘cotilleado’ sus redes sociales e incluso habrá pedido referencias sobre él vía digital.
Por eso, en un mundo donde la relación entre empresa y empleado ha cambiado tanto se hace indispensable adaptarse a los nuevos sistemas. Ya no basta con aportar un currículum brillante ni contestar a la perfección todas las preguntas de la entrevista. Ahora más que nunca es clave saber vender el talento propio. Estas son las claves del éxito.
Los expertos insisten en que el entrevistado debe dejar la vergüenza a un lado y demostrar tus aptitudes en público. De nada sirve que un candidato sea el mejor en algo si no lo da a conocer. William Arruda, presidente de Reach Personal Branding, asegura en su página web que “el primer paso es tener muy claro que la construcción de una marca personal sólida no tiene que ver con decir a la gente lo bueno que uno es, sino que está relacionada con mostrar a los demás lo grande que es uno. La expresión ‘show, don’t tell’ es la clave».
No se trata de ser presuntuoso y olvidar la humildad, sino de conocer cuáles son tus puntos fuertes para saber explotarlos al máximo.
No. El networking no es algo exclusivo para grandes directivos de compañías. Acudir, por ejemplo, a un afterwork relacionado con tu sector es una forma de relacionarte y darte a conocer como profesional que no solo te abrirá puertas a nuevos retos y ampliará tu red de contactos; además te resultará de lo más útil en una entrevista de trabajo. Las empresas valorarán que hayas participado en charlas, congresos o eventos relacionados con tu experiencia laboral ya que la asistencia a este tipo de actos denota un gran interés por seguir aprendiendo y mejorando.
La construcción de una marca personal sólida está relacionada con mostrar a los demás lo grande que es uno. La expresión ‘show, don’t tell’ es la clave
Aunque parezca irrelevante, el cuidado de la imagen personal -tu propia imagen de marca- es clave a la hora de comunicar. La primera impresión que causes será fundamental, así que procura mostrar un aspecto agradable acorde a tu forma de ser y trabajar (vístete para el trabajo que quieres, pero no te disfraces) y utiliza el lenguaje no verbal adecuado para transmitir calma y serenidad.
Elige con cuidado la foto de tu currículum –profesional, evitando imágenes personales– y presta atención a que tenga calidad suficiente para visualizarse sin pixelar desde cualquier dispositivo. Cada vez es más común que prime la versión digital de tu CV sobre la impresa en papel. Recuerda que el personal de Recursos Humanos puede consultar tu currículum desde el móvil, la tablet o el ordenador portátil, así que procura adaptar el contenido que les ofreces a todos estos nuevos aparatos.
Las empresas buscan localizar perfiles que sumen tanto la visión estratégica como la creativa, además de la capacidad para la gestión de cambios y los conocimientos para desenvolverse en un entorno cada vez tecnológico. ¿Cómo resumir esto en tu CV?
Aprovecha para incluir algunas de las habilidades más demandadas hoy (social media, analítica web y diferentes herramientas), pero no te olvides de mostrar tus ‘soft skills’, es decir, destrezas ‘sociales’ como la creatividad o la visión estratégica.
Pon especial atención a las faltas de ortografía–son las responsables de que el 59% de los CVs se desestimen–; recuerda que «menos es más»–sintetiza y sé claro–; y, por favor, nunca incluyas expresiones como «se me da bien escuchar» o «tengo excelentes capacidades de comunicación». Un estudio del londinense New College of the Humanities se encargó de desvelar que «aptitudes» como estas se encuentran entre las 10 frases que menos gustan a los directivos cuando leen un CV.
Las faltas de ortografía son las responsables de que el 59% de los CVs se desestimen
Reflexiona cada una de tus respuestas para darles un enfoque positivo. No es lo mismo que digas que no tienes experiencia en un determinado sector porque acabas de terminar la carrera a que cambies el punto de vista y comuniques tu disponibilidad para empezar a trabajar y aportar a la empresa todos los conocimientos adquiridos en tu etapa de estudio.
Además, recuerda que la sinceridad será tu mejor aliada. No mientas y sé honesto si no sabes algún dato que te pregunten durante la entrevista. La honradez y la capacidad para aceptar el desconocimiento sobre determinados temas es un punto a tu favor que valorarán las compañías. Eso sí: generar un entorno amable y cercano durante la puesta en común de virtudes y posibles retos, no significa que debas cerrar la entrevista excediéndote en confianzas. Jamás cierres la entrevista con preguntas como «¿Qué tal lo hecho?» o «Entonces, exactamente, ¿qué tendría que hacer en el puesto?». El éxito de tu fracaso estará bastante asegurado.