1 Congreso Internacional Digital de Directivos
LA EMPRESA CON PROPÓSITO
Parece un tópico, pero la crisis actual presenta una magnífica oportunidad para abordar una transformación integral que hace tiempo que era necesaria.
“La crisis actual es una oportunidad única para transformarnos y sentar las bases que aseguren el futuro de nuestra compañía”. Esas fueron las palabras que nos dijo el CEO de una empresa española en una reciente reunión. Y nos consta que no es el único que piensa así. La pandemia actual viene a sumarse a una larga serie de factores que llevan tiempo exigiendo una transformación integral de las operaciones.
De hecho, la pandemia, con toda su crudeza, no es sino un evento disruptivo más –el más dramático, sin lugar a duda– de los muchos que han venido alterando la vida de las empresas en los últimos años. La digitalización, la automatización, la entrada de nuevos competidores, la creciente consciencia medioambiental, la descarbonización y transición energética, las insaciables exigencias de los consumidores, las guerras comerciales, el populismo… Todo ello configura un panorama difícil de abordar con los paradigmas del pasado.
Por lo tanto, la transformación no es una opción, sino una obligación para sobrevivir y prosperar. Ante caídas de la facturación incluso superiores al 50% en algunos casos como consecuencia de la pandemia, la primera reacción natural de muchas empresas ha sido parar la hemorragia de dinero para estabilizar las operaciones. Pero eso no es suficiente.
La pandemia actual viene a sumarse a una larga serie de factores que llevan tiempo exigiendo una transformación integral de las operaciones
Hay que afrontar la realidad de que la demanda tardará en recuperar sus niveles anteriores a la crisis y seguirá siendo imprevisible durante mucho tiempo. Habrá con casi toda seguridad un largo periodo de exceso de capacidad estructural que exigirá reconfigurar las cadenas de suministro (supply chains), ajustar los costes y aquilatar el capital circulante. Por desgracia, no existen datos históricos ni modelos predictivos válidos para planificar la respuesta a esta situación tan excepcional.
Hay que dar una vuelta completa al modelo operativo y acometer profundos cambios estructurales. Además, ahora es un buen momento para invertir en esos cambios aprovechando el actual contexto de estímulo de la recuperación económica y ayudas por parte de los gobiernos europeos, incluyendo el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE Next Generation que desembolsará en España hasta 140.000 M€ en los próximos años.
En Kearney, nuestra experiencia apoyando a decenas de empresas nos ha enseñado que las transformaciones que más impacto tienen son las que se abordan desde una perspectiva integral. Lo llamamos el enfoque HIT (de High Impact Transformation), y hemos observado que consigue duplicar el impacto obtenido mediante proyectos aislados y parciales de transformación.
Todos los ámbitos clave del modelo operativo se ponen encima de la mesa, planteando la gestión del supply chain con una visión de extremo a extremo, la gestión avanzada y colaborativa de las compras y la logística en busca de fórmulas creativas de relacionarse que beneficien a proveedores y empresa, la reducción continua de los inventarios, la “puesta a cero” de los costes generales, el rediseño de la estrategia comercial, la digitalización de las actividades, el control continuo y protección de la caja de la compañía…
Además, asegurar el compromiso y el apoyo del consejo de administración y el equipo directivo permite mantener el rumbo y tomar a tiempo las decisiones difíciles que toda transformación conlleva. Y es que las transformaciones que se acometen a tiempo son mucho más efectivas y menos traumáticas que las que se emprenden cuando es demasiado tarde y que, en ocasiones, requieren de medidas radicales que comprometen el futuro. Como me dijo una vez un alto directivo español: “Si no tomas las decisiones que debes, al final alguien las tomará por ti, ya sean tus competidores, tus clientes o tus accionistas”.
Hay que afrontar la realidad de que la demanda tardará en recuperar sus niveles anteriores a la crisis y seguirá siendo imprevisible durante mucho tiempo
Actuando a tiempo con transformaciones HIT apoyadas por directivos y accionistas, hemos conseguido resultados que mejoran el resultado operativo bruto (EBITDA) que alcanzan el 15% con medidas con impacto en menos de un año. Las mejoras se elevan al menos al 30% con medidas estructurales con impacto total alcanzado en dos o tres años. Con estas medidas estructurales, actuando con decisión y con el apoyo de accionistas y directivos, en ocasiones hemos conseguido incluso duplicar el EBITDA.
Adicionalmente al impacto tangible, las transformaciones han permitido a las empresas afrontar con éxito el futuro abriendo oportunidades de integración de competidores e inversión en nuevas capacidades, clientes y mercados.
Hace tan solo un año, nadie podía haber previsto la crisis actual. Hoy tampoco nadie puede garantizar ni el momento, ni la forma en la que volveremos a la “nueva normalidad”. Las empresas que quieran seguir siendo relevantes en el futuro no deben dudar sobre el momento adecuado para transformarse. La crisis actual es una excelente oportunidad para hacerlo y sentar las bases de un futuro mejor.