APD A MENOS DE UN METRO DE TI
La situación excepcional causada por el COVID-19 ha cambiado totalmente las prioridades de la ciudadanía y la realidad de las empresas. Durante esta crisis sanitaria, económica y social, las personas esperan que las empresas seamos capaces de responder ágil y responsablemente a las necesidades más urgentes.
Las empresas debemos actuar ante esas crecientes expectativas por dos motivos fundamentales: por la voluntad de ser parte de la solución y por la oportunidad de alinear nuestro negocio con lo que esperan de nosotros nuestros clientes, empleados, accionistas y la sociedad en general.
Estamos convencidos de que nuestro compromiso y responsabilidad con las personas y el planeta estará más que nunca en el centro de nuestras decisiones
Durante la pandemia, las empresas hemos sabido adaptarnos y ofrecer soluciones para aliviar la situación. Por ejemplo, en el Grupo Santalucía nuestras medidas más inmediatas nos permitieron proteger la salud de nuestros empleados mediante la consolidación del teletrabajo, lo que, a su vez, nos permitió asegurar la continuidad de nuestras operaciones y el servicio a nuestros clientes. Una vez pasadas las semanas más duras de la crisis sanitaria, debemos enfocarnos en este nuevo escenario en el que debemos continuar al lado de las personas y renovar los compromisos con nuestros grupos de interés.
Pero, ¿qué esperan los ciudadanos de nosotros tras la pandemia? Desde nuestro Grupo observamos que en este tiempo excepcional se ha consolidado el papel de la empresa como agente clave de impacto en la sociedad. Me gustaría destacar en especial cómo han emergido valores de solidaridad y colaboración para paliar los efectos negativos de la pandemia. Y ahora, el gran desafío que tenemos por delante es integrar estos valores y todos los aprendizajes que hemos vivido en nuestra realidad, impulsando cambios en la cultura y las formas de liderazgo empresarial.
La ciudadanía continuará exigiendo la respuesta y compromiso de las compañías ante retos globales clave
Tras el COVID-19, la ciudadanía continuará exigiendo la respuesta y compromiso de las compañías ante retos globales clave como la protección de la salud y estabilidad del mercado laboral, el compromiso para paliar las desigualdades sociales o trabajar activamente en la emergencia climática. Y la expectativa es que, a medio y largo plazo, las medidas más urgentes puestas en marcha evolucionen hacia una transformación de las empresas.
Debemos replantearnos nuestra cartera de productos y servicios, para fomentar la digitalización y conocer más de cerca a nuestros clientes. También es el momento de estructurar el teletrabajo definitivamente, hacia un puesto de trabajo digital, como medida para impulsar la conciliación, la innovación en el empleo y la gestión sostenible de la movilidad.
Debemos enfocarnos en este nuevo escenario en el que debemos continuar al lado de las personas y renovar los compromisos con nuestros grupos de interés
En definitiva, nos encontramos en un contexto que cuestiona nuestra forma de operar y gestionar el día a día. Pero que también nos ofrece la posibilidad de ser más conscientes de nuestro impacto y analizar nuestras fortalezas y debilidades. Solo así avanzaremos hacia modelos de negocio más adaptados a un nuevo entorno que terminará de definirse en los próximos meses.
Aunque aún es arriesgado definir este nuevo escenario de convivencia que nos espera tras la pandemia, en el Grupo Santalucía estamos convencidos de que nuestro compromiso y responsabilidad con las personas y el planeta estará más que nunca en el centro de nuestras decisiones.