Cuidar y motivar a tu equipo de trabajo con incentivos laborales es una de las tareas que debe tener en cuenta todo empresario o emprendedor. Por fortuna, no siempre es necesario ‘tirar de chequera’ para crear un buen ambiente de trabajo que fomente la productividad. Hay algo más allá de los incentivo salariales.
El equipo humano de una empresa es su parte más importante. No es una teoría presente en todos los manuales de recursos humanos, sino una realidad que el emprendedor vive día a día.Porque sí, el capital y las ideas son fundamentales, pero sin un grupo de profesionales motivados detrás, ninguna pyme, startup o empresa puede aprovechar todo su potencial ni, a largo plazo, ser competitiva.
A la hora de sacar lo mejor de nuestro equipo lo primero que se nos viene a la cabeza es el dinero: aumentar salarios, ofrecer pagos por productividad… se le puede dar muchas formas a la gratificación económica, pero esta no es siempre la respuesta adecuada.
Así lo demuestra el informe ‘EmployerBranding’ de la empresa de trabajo temporal Randstad. Este documento nos ayuda a ver en qué se fijan los empleados a la hora de valorar un puesto de trabajo. Y aunque, como era de esperar, el sueldo es el principal argumento a favor de una empresa –así lo reconoce el 63 % de los encuestados-, no es el único. Seguridad laboral – 56 %-, un ambiente de trabajo agradable -49 % -, unas buenas perspectivas de futuro -47 % – y la conciliación familiar -45 %-,cierran este particular listado de prioridades de los trabajadores españoles.
Hace tiempo que los estudios demuestran que la jornada partida es contraproducente y que no por trabajar más horas, se es más productivo. Con estas ideas en la cabeza, elabora una jornada laboral flexible en la que cada miembro de tu equipo se pueda gestionar su tiempo y compatibilizarlo con su familia y desarrollo personal.
Por ejemplo, una buena idea es establecer una jornada continua en la que cada cual pueda escoger una hora de entrada y salida acorde, tal vez, al colegio o las actividades extraescolares de los niños.
Es un clásico dentro de la motivación empresarial. Conforme el empleado va haciéndose a su puesto de trabajo, es importante ir cediéndole autonomía para que se gestione su tiempo y sus tareas. De esta forma no sentirá ‘la presión del jefe’ y notará una mayor libertad en su jornada laboral.
Esta ‘cesión’ de autonomía se debe hacer de manera gradual para que el trabajador vaya adoptando responsabilidades de manera paulatina. Los estudios demuestran que es a partir el año cuando el trabajador alcanza sus mayores cotas de productividad. Es decir, cuando se siente más cómodo y mejor conoce su puesto y sus responsabilidades.
La mayoría de profesionales gustan de estar actualizados en las últimas novedades de su sector. Pero a veces no es sencillo sacar tiempo o dinero para formarse. Por eso uno de los mejores incentivos que puedes implantar en tu empresa es un programa de formación continua para tu equipo.
¿Qué inquietudes profesionales tienen? ¿Qué conocimientos necesitan? Asegúrate de conocer las respuestas a estas preguntas para poder ofrecer la formación más adecuada.
Un trabajador se siente mucho más motivado cuando sabe que forma parte de un todo y que sus opiniones son tenidas en cuenta.¿Cuántas veces no hemos escuchado en la oficina esos comentarios de trabajadores frustrados a los que nadie hace caso? Si facilitas las vías de comunicación adecuadas y haces a tu equipo partícipe del día a día de tu empresa, habrás conseguido implicarlos en tu propio proyecto.
Huye del clásico buzón de sugerencias que nadie utiliza. Propón, por ejemplo, reuniones quincenales fuera de la oficina. ¿Por qué no una cerveza casual en la que charlar sobre cómo mejorar el día?
Algo tan sencillo como el reconocimiento público de un trabajo bien hecho puede elevar la moral de tu equipo y propiciar un buen ambiente de trabajo. Y para ello una opción que cada vez utilizan más empresas son las redes sociales: una mención en Twitter o Linkedin, resaltando el trabajo realizado y la calidad profesional de nuestro trabajador es una excelente forma de reconocimiento público.
¿Se te ocurren otras formas de motivación? Aquí lo que cuenta es, sobre todo, escuchar a tu equipo.