¿Qué significa un director financiero SMART? Quizás sorprenda que se empleen unas siglas para definir este cargo. Un cargo, por otro lado, fundamental para las empresas que cuentan con recursos humanos y económicos de cierta magnitud. Además, llama poderosamente la atención que estas no remitan a palabras en castellano, sino al vocablo inglés smart. Puede significar, a grandes rasgos, inteligente y elegante, aunque en este caso el significado es el primero. A continuación, se ofrece un repaso relativo a qué implica cada una de las letras de estas siglas.
El cargo de director financiero también tiene su correspondencia en lengua inglesa, se trata del Chief Financial Officer (CFO). Estas siglas también están siendo cada vez más utilizadas en España. Un CFO se encarga básicamente de las cuentas de una empresa.
Vale la pena, por otro lado, tomar nota respecto a las correspondencias y sus traducciones al castellano de las letras que forman SMART: specific (específico), measurable (medible), achievable (realizable), realistic (realista) y timebound (limitado en tiempo). Sin duda, definen acertadamente las virtudes que ha de tener uno de estos profesionales. En las siguientes líneas se analiza cada una de ellas por separado.
Es un profesional con una autoridad ante sus empleados respaldada por sus conocimientos y la garantía de unos resultados coherentes con sus estrategias
La competencia y la racionalidad en el trabajo no tienen nada que ver con la obsesión. Un buen CFO sabe delegar y tiene claros los indicadores financieros en los que se ha de fijar. Asimismo, realiza análisis periódicos de las herramientas que le van a servir para conseguir una supervisión óptima en sus actividades.
Por otro lado, nunca pierde de vista la necesidad de obtener unos resultados concretos, pero estas metas no se llevan a cabo mediante un control desproporcionado. Se trata más bien de un estratega que sabe orientar los desempeños de sus subordinados.
Un director financiero ha de tener la capacidad de estar a la vanguardia de las transformaciones que se están produciendo en el sector empresarial. Sobre todo, de las que tienen que ver con el ámbito digital. Si está en la línea de los avances tecnológicos y metodológicos de su entorno laboral, logrará contagiar a los trabajadores de la firma de su pasión por el éxito. Ha de tener, por tanto, un perfil tan ambicioso como persuasivo.
Quien ocupa este puesto ha de tener clara, en todo momento, la estrategia de la empresa. Sus labores son parte de la general de la firma. Por eso, imprime coherencia a todas las actividades del día a día. No en vano, se encuadran en una manera de trabajar sistemática.
En consecuencia, todos los empleados han de saber qué tienen que hacer, respecto a sus vinculaciones con la parcela financiera, en cualquier momento. Si sucede una crisis relacionada con las finanzas, los miembros de la empresa prestarán atención al CFO. Sabrán que él tiene la solución para resolverla.
De la misma manera que se desea conseguir resultados asumibles, es preciso contar con datos fiable. Datos, además, obtenidos en tiempo real. Contar con un back-office de software que facilite estadísticas y métricas en condiciones resultará imprescindible. Así que este recurso, basado en los datos y no en meras suposiciones, proporcionará una indudable ventaja competitiva.
Por último, este técnico tiene acceso en todo momento a reportes fidedignos por parte de su plantilla. Unos informes que siempre se ponen en valor en relación con los objetivos que hay que cumplir. Es indispensable la confianza interpersonal.
En definitiva, un director financiero es un profesional con una autoridad ante sus empleados respaldada por sus conocimientos y la garantía de unos resultados coherentes con sus estrategias.
