7 Congreso de Directivos
LA NUEVA EMPRESA GLOBAL
En un mundo empresarial que se enfrenta a retos cada vez más complejos y globales, educación y juventud emergen como pilares fundamentales para liderar el cambio social y económico.
Las empresas que invierten en la formación de las nuevas generaciones y que reconocen el talento joven como motor de desarrollo están posicionadas para generar un impacto duradero en su entorno. Este enfoque no solo contribuye a mejorar la competitividad, sino que también impulsa la sostenibilidad y la innovación a largo plazo.
El talento joven se está convirtiendo en un recurso estratégico de alto valor. En el 7 Congreso de Directivos APD, que tendrá lugar los días 20 y 21 de noviembre de 2024 en Santiago de Compostela, se debatirá cómo las empresas líderes están aprovechando el potencial de la juventud para crear entornos que fomenten la creatividad y la adaptación.
Los directivos más influyentes coinciden en que la formación continua, especialmente en competencias digitales y en pensamiento crítico, es clave para que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio dentro de sus organizaciones.
Empresas de todo el mundo están apostando por modelos educativos que van más allá de las habilidades técnicas. Programas que fortalecen el liderazgo joven, el emprendimiento y el compromiso social están ayudando a transformar los entornos laborales en espacios más inclusivos, diversos y resilientes. La inversión en la juventud, a través de iniciativas de formación y mentoría, está demostrando ser una vía eficaz para atraer y retener talento, lo que a su vez garantiza un crecimiento empresarial sostenible.
A través de programas educativos alineados con las demandas del mercado, las empresas pueden contribuir a crear una fuerza laboral más competente y comprometida con el futuro
Más allá de su contribución directa al entorno empresarial, los jóvenes tienen un rol central en la construcción de un cambio social positivo. Las empresas que apoyan a los jóvenes no solo desarrollan una fuerza laboral más capacitada, sino que también contribuyen a promover valores de responsabilidad social y sostenibilidad.
En este sentido, las colaboraciones entre el sector empresarial y el mundo educativo están cobrando mayor relevancia. La creación de programas de becas, la promoción de prácticas profesionales y los proyectos conjuntos con universidades permiten una transferencia de conocimientos más fluida, garantizando que los jóvenes estén mejor preparados para los desafíos del mercado laboral.
Estas alianzas también contribuyen a que las empresas puedan integrar nuevos enfoques y soluciones innovadoras en sus operaciones, con un aporte de puntos de vista necesarios ante un escenario tan disruptivo como el actual.
Empresas de todo el mundo están apostando por modelos educativos que van más allá de las habilidades técnicas
Sin duda, uno de los grandes retos a los que se enfrentan las empresas hoy en día es cómo conectar de manera efectiva con las nuevas generaciones. La colaboración entre el sector privado y el ámbito académico es una pieza fundamental para asegurar que los jóvenes dispongan de las habilidades necesarias para impulsar el desarrollo económico y social. A través de programas educativos que se alineen con las demandas del mercado, las empresas pueden contribuir a crear una fuerza laboral más competente y comprometida con el futuro.
De la misma manera, el diálogo constante entre los líderes empresariales, las instituciones educativas y las administraciones públicas es esencial para fomentar la innovación y generar un cambio sistémico. En un contexto cambiante, las organizaciones que sean capaces de adaptarse rápidamente a las nuevas demandas sociales serán aquellas que lideren el cambio. La colaboración multisectorial es, sin duda, un elemento clave para que las empresas se mantengan a la vanguardia.
El futuro de las empresas pasa por reconocer a la juventud como el motor del desarrollo económico y social. La inversión en educación, formación y mentoría no solo fortalece el talento joven, sino que también posiciona a las organizaciones como agentes de cambio en la sociedad. APD tiene claro que los líderes empresariales deben asumir la responsabilidad de crear entornos que fomenten la creatividad, el pensamiento crítico y la colaboración, impulsando así un crecimiento sostenible y un impacto positivo en el mundo que nos rodea.