En 2030, los robots ocuparán 800 millones de trabajo. Tan increíble cifra, sacada a la luz por la consultora estratégica global McKinsey & Company, hace saltar las alarmas: en las economías más avanzadas, como Estados Unidos y Alemania, hasta un tercio de la fuerza de trabajo en 2030 podría necesitar desarrollar nuevas habilidades para encontrar un trabajo después de haber sido ‘sustituidos’ por robots. En economías como la de China, aseguran los expertos, aproximadamente el 12% de los trabajadores necesitarán cambiar de ocupación si quieren continuar en el mercado laboral.
A pesar de tan sorprendente afirmación, el análisis también pone el foco en las industrias que menos se verán afectadas por la automatización del trabajo y cuáles serían los empleos que menos tendrían que temer la llegada de la inteligencia artificial. Tal y como se desprende del informe de McKinsey & Company, en algunas compañías la incursión de robots no supondrá despidos, sino un cambio en las tareas que los seres humanos deben hacer.
En España, el 43% de los puestos de trabajo actualmente existentes están en riesgo de caer rendidos al imperio robótico a medio plazo
Como ejemplo, esta consultora destaca que los trabajos en los que sea imprescindible la gestión de personas, la aplicación de la experiencia o la interacción social nunca podrán ser desempeñados por robots. Por el contrario, las funciones contables o el procesamiento de transacciones administrativas son casos claros en los que las máquinas pueden suplantar a las personas sin ningún problema. Entonces, ¿a que nos vamos a dedicar?
En el mismo sentido de las palabras de McKinsey & Company, la Universidad de Oxford elaboró en 2013 un listado sobre los trabajos más y menos amenazados por los robots: aquellos que requirieran habilidades sociales estarían a salvo –al menos, por el momento–. Según este informe, las 12 ocupaciones que registraban un 99% de posibilidades de ser automatizadas en el futuro serían:
Todas estas ocupaciones comparten un patrón predecible de actividad repetitiva cuya similitud se puede replicar a través de algoritmos de aprendizaje automático. Sin embargo, el mismo estudio también reflejaba cuáles eran los trabajos en los que menos habría que temer la presencia de robots (con entre un 0,3 y 0,4% de posibilidades de reemplazo).
Según la investigación, los puestos que nos quedarán son los siguientes:
Según datos de la Federación Internacional de Robótica, en 2016 se pusieron en marcha 3.919 nuevos robots industriales en España. En 2020, la irrupción de estas máquinas en el mundo laboral alcanzará las 6.500 unidades, lo que sitúa a nuestro país entre las naciones europeas más proclives a la automatización de procesos –por detrás de Alemania, con 25.000 nuevas unidades en acción durante el mismo periodo–.
Y es que solo en nuestro país, el 43% de los puestos de trabajo actualmente existentes están en riesgo de caer rendidos al imperio robótico a medio plazo. Al menos, así se desprende de un informe del servicio de estudios de La Caixa en el que se llega a hablar de “cuarta Revolución Industrial” por la automatización sin precedentes que se está llevando a cabo. Tal y como explican los expertos investigadores, esta posible revolución es mucho más notable en tareas industriales, lo que hace que gran parte de la población activa tema por su futuro.
Hoy están activos 35.000 robots. O lo que es lo mismo: en España, dos de cada 1.000 empleados no son de carne y hueso. Y esto es solo el principio.
