Los avances en IA transformarán el modo en que trabajamos y vivimos. De hecho, tal y como subraya Alberto Granados, Presidente de Microsoft España, en la presente entrevista, “la IA puede transformar la experiencia de cliente, mejorar la productividad de los empleados y, además, su aplicación a la observabilidad del negocio puede facilitar la optimización de los procesos y ayudar a las compañías a ser más rentables y competitivas”.
Los avances en IA transformarán el modo en que trabajamos y vivimos. La IA puede transformar la experiencia de cliente, mejorar la productividad de los empleados y, además, su aplicación a la observabilidad del negocio puede facilitar la optimización de los procesos y ayudar a las compañías a ser más rentables y competitivas.
Datos, por ejemplo, de la consultora McKinsey señalan que la IA generativa tendrá un impacto de 4,2 billones de dólares anuales en el crecimiento económico mundial. Y es que es una tecnología que nos va a facilitar interactuar más y mejor con los clientes, o con otros miembros de la organización. Eso sí, dado que hay múltiples puntos de entrada para la aplicación de la IA en las organizaciones, la clave está en determinar un enfoque que genere resultados a corto plazo y construya un activo a largo plazo para las empresas. En otras palabras, se debe priorizar el ámbito de aplicación de estas soluciones, definiendo su alcance y las necesidades de negocio específicas en cada una de las áreas clave para las organizaciones. Además, es importante considerar la inversión y oportunidad desde un punto de vista estratégico.
Además, la adopción generalizada de esta tecnología exige la definición de criterios adecuados para su desarrollo responsable comprendiendo su impacto global. En Microsoft, llevamos trabajando en este sentido desde hace varios años. Contamos con un equipo de 350 ingenieros, abogados y expertos en políticas y normativas, que trabajan en gestión de transparencia, de sesgo y seguridad. Además, hemos anunciado compromisos concretos con nuestros clientes para ayudarles a avanzar en su viaje responsable con la IA, compartiendo nuestro aprendizaje, creando un programa de garantía para que puedan sentirse seguros de que las aplicaciones que implementen en nuestras plataformas cumplen con los requisitos legales y para ayudarles a implantar sus propios sistemas de IA de forma ética y responsable.
Para nosotros, es una prioridad asegurar que la IA se aborda siguiendo los principios de privacidad, seguridad, equidad, inclusión, transparencia y responsabilidad. Los datos de nuestros clientes son de nuestros clientes, no se utilizan para entrenar otros modelos de IA y están protegidos de acuerdo con la regulación de privacidad y el EU Data Boundary.
Y por supuesto, es muy importante contar con un marco regulatorio potente, capaz de proteger a los usuarios y promover los usos positivos de la tecnología con un modelo que permita las alianzas y sea abierto. La UE y el Parlamento Europeo ya están avanzando en ello. Es algo que desde Microsoft apoyamos. La única forma de tener un crecimiento e impacto de la IA es que las empresas y la sociedad puedan confiar en ella, para lo que necesitamos un marco regulatorio que siente las bases de un desarrollo responsable, sin limitar la innovación.
Sin duda. Y es que el impacto de la aplicación de la IA es innegable, y las organizaciones que están adoptando estas tecnologías están experimentando una mejora de su productividad. Y es algo que está en la mente de los CEOs y de los Consejos de Dirección de las empresas. Es una tecnología disruptiva que ya está siendo implantada y demostrando su capacidad. El algoritmo es probablemente ahora el capital mayor de las empresas.
Numerosas empresas han participado en el Early Access Program de nuestro Microsoft 365 Copilot, tanto en el mundo como en España, y ya están transformando su día a día. Desde su disponibilidad general, que tuvo lugar el pasado 1 de noviembre, muchas empresas y entidades públicas se han interesado por desplegar nuestra IA generativa en sus organizaciones. Estamos observando mucha demanda y muy buena acogida por parte de los clientes. Desde Microsoft acompañamos en su proceso de adopción a estas empresas a través de nuestros partners, analizando cada situación y proporcionando el mejor servicio a cada caso para que aprovechen todo el potencial de esta tecnología.
Como mencionaba antes, la IA va a convertirse en uno de los principales catalizadores de crecimiento económico y desarrollo social. Datos de la consultora McKinsey señalan que el potencial económico de la IA podría estar entre 17 y 25,6 billones de dólares anuales, con un impacto positivo en todos los sectores de actividad. La consultora estima que la IA podría impulsar un crecimiento de la productividad laboral de entre 0,2 y 3,3 puntos porcentuales anuales.
Nuestro último Informe de Tendencias Laborales (Microsoft Work Trend Index), arroja datos significativos sobre el impacto que está generando Microsoft 365 Copilot, la herramienta de productividad que ayuda al usuario, gracias a la Inteligencia Artificial generativa y a través del lenguaje natural, a sacar el máximo partido a aplicaciones como Outlook, Word, Excel, Power Point, Bing, con la máxima seguridad dentro del entorno empresarial. Por ejemplo, el 70% de los usuarios de Copilot manifestó que su productividad se ha visto incrementada; y un 68% señaló que mejoró la calidad de su trabajo; y que le ayudó en el inicio del proceso creativo. En general, el 29% de los usuarios fue más rápido en tareas específicas, como en realizar búsquedas, redactar o generar resúmenes. Los usuarios también han señalado que se pusieron al día de reuniones a las que no pudieron asistir 4 veces más rápido.
Un reciente informe de la consultora Forrester apunta que el uso de la IA puede reducir un 80% las tareas rutinarias y que el Retorno de la Inversión es del 284% con un ROI inferior a los seis meses.
La evolución de los sistemas de IA va a cambiar la naturaleza de algunos trabajos y creará nuevos empleos. Por ello, hay que garantizar que los trabajadores estén preparados y que haya suficiente talento disponible para los profesionales que van a apoyarse en IA. La formación continua siempre ha sido importante, pero ahora es imprescindible. Nuestro país no está mal posicionado, pero debemos profundizar en este objetivo. España es el cuarto país europeo en número de profesionales cloud, tras Francia, Alemania y Reino Unido. Podemos convertirnos en un polo de atracción de talento digital y generar conocimiento en áreas específicas como IA y ciberseguridad.
Ante un panorama de amenazas complejo y que evoluciona con gran rapidez, la ciberseguridad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de las organizaciones y gobiernos en todo el mundo.
Según nuestro último Informe de Defensa Digital, en el último año, los ataques cibernéticos han afectado a 120 países, alimentados por el espionaje promovido por gobiernos y con operaciones de influencia también en aumento. Además, los ciberdelincuentes, con mayor poder de financiación, están innovando y respondiendo con prácticas más agresivas e incluso más sofisticadas que en el pasado. En este sentido, alrededor del 40% de los ataques estado-nación en los últimos dos años han tenido como objetivo infraestructuras críticas como redes eléctricas, sistemas de agua e instalaciones sanitarias.
Ante este escenario, la IA puede convertirse en uno de los grandes aliados de los departamentos de ciberseguridad, al mejorar la detección y respuesta ante amenazas informáticas, automatizando las tareas más tediosas y mejorando la agilidad de los departamentos de TI. La IA será crucial a la hora de diseñar estrategias de defensa, al automatizar y mejorar los procesos de detección de amenazas el tiempo de respuesta, el análisis y la predicción. Un ejemplo es el éxito de su uso para defender a Ucrania de los ciberataques rusos.
Desde Microsoft, entre otras cosas, hemos lanzado una nueva iniciativa, a la que hemos llamado Futuro Seguro (SFI), que cuenta con tres pilares centrados en la ciberseguridad basada en IA, los avances en ingeniería de software y la defensa de una mayor aplicación de los estándares internacionales para proteger a los civiles de las amenazas cibernéticas.
Nos hemos comprometido a desarrollar un “ciberescudo” basado en IA que se diseñará para proteger a clientes y países de todo el mundo. Nuestra red global de centros de datos y el uso de modelos avanzados de IA, nos sitúan en una posición destacada a la hora de poner esta tecnología al servicio de la ciberseguridad.
El desarrollo de los modelos de IA conversacionales abre nuevas oportunidades transformadoras en muchos ámbitos. Una de las más significativas puede ser la forma de trabajar. Sin duda, la IA generativa va a suponer una evolución y transformación del modelo de trabajo, facilitando la eliminación de tareas repetitivas y de escaso valor. No se trata de sustituir a las personas, sino de que la IA actúe como un copiloto que nos ayude a centrarnos en labores que generen mayor valor para la organización. Un proceso, donde la persona siempre va a estar liderando, decidiendo y utilizando la IA como soporte.
La adopción de IA generativa en puesto de trabajo es mucho más un proyecto transformacional de puesto de trabajo que tecnológico y, por tanto, debe ser acometido como tal para ayudar a redefinir funciones y tareas y no simplemente como uso de nuevas tecnologías. El papel del CIO ha ido evolucionando hacia una mayor implicación en la estrategia de negocio. Es necesario un cambio profundo en cómo las organizaciones afrontan el nuevo paradigma que supone la incorporación de la IA al puesto de trabajo, qué impacta en la experiencia de usuario y dónde cultura y tecnología deben ir de la mano de forma que aceleren no sólo la incorporación de herramientas sino la integración en los procesos de negocio adaptando a cada función y cada actividad su potencial, de forma que se convierta en un verdadero cambio transformacional del puesto de trabajo tradicional.
Esta nueva generación de IA no solo nos ayuda a procesar información, sino a razonar sobre ella. Es como tener un copiloto que nos ayuda en nuestras tareas, desde las más cotidianas, a las más complejas. La IA nos va a ayudar a poder interactuar más con los clientes, o con compañeros de oficina.
La experiencia en el despliegue de Microsoft Copilot, nos ha hecho ver que todas las tareas ligadas a actividades de colaboración se adoptan de forma mucho más sencilla, rápida y exponencial casi por cualquier perfil. A medida que se utiliza Copilot en aplicaciones de productividad y casos de uso más ligados a funciones o personas concretas dentro de la organización, se comienzan a definir usos mucho más específicos por industria o función que ya están transformando multitud de sectores.
Por ejemplo, Ferrovial ha sido la primera compañía global de infraestructuras en introducir una herramienta de IA generativa para sus más de 24.000 empleados, que gracias a la combinación de algoritmos de IA avanzada, pueden servirse de ella para la redacción de textos, análisis de información, resumen o traducción de documentos. Este asistente virtual, basado en Microsoft Azure OpenAI Service, tiene, además, como punto diferenciador la privacidad y la seguridad que aportan nuestras herramientas.
Somos optimistas respecto al futuro de la IA. Nuestro objetivo es democratizar la IA de modo que cualquiera pueda beneficiarse. Esperamos que los grandes modelos de IA se conviertan en poderosas plataformas por sí mismos, y desde Microsoft nos comprometemos a hacer realidad esta misión de manera responsable.
Podemos citar muchos ejemplos de diferentes sectores que ya están implantando y utilizando nuestra tecnología. En Banca, por ejemplo, podemos destacar a Bankinter, que se ha apoyado en nuestra tecnología Azure OpenAI para lanzar una versión propia de tecnología GPT solo de uso interno, que permite a los empleados utilizar modelos de IA generativa. El objetivo es incorporar paulatinamente nuevas utilidades, siendo la primera su uso como asistente virtual para potenciar y agilizar la gestión de documentos, informes y textos en las diversas áreas de la entidad.
En el sector de la Sanidad, tenemos varios ejemplos, como el de HM Hospitales, que aplica la IA para el análisis de imágenes radiológicas y avanzar en la investigación oncológica. El grupo hospitalario cuenta con modelos que habilitan la identificación automática de estructuras dentro de imágenes TAC y alcanzan unos niveles de exactitud del 88%. También ha implementado el procesamiento del lenguaje natural sobre la documentación clínica, mediante técnicas de deep learning, para la identificación y el estudio de variables predictivas.
También es reseñable el acuerdo al que hemos llegado con el Hospital Sant Joan de Déu, para evaluar la puesta en marcha de proyectos conjuntos de investigación, desarrollo e innovación, en torno a la aplicación de la IA e IA Generativa. El foco es mejorar la atención a los pacientes, así como acelerar la investigación médica para promover la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades y colaboraremos en el desarrollo del concepto de Health Copilot Lab, un laboratorio de proyectos de IA aplicada al sector de la Sanidad.
Asimismo, la IA es una herramienta única para afrontar un reto tan complejo como el del cambio climático. Nos proporciona una capacidad de análisis y de resolución de problemas que nunca habíamos tenido a nuestro alcance. Además, ayuda a enfrentarse a este desafío desde las más diversas perspectivas. De entrada, da a las empresas la posibilidad de ser más eficientes y, por tanto, más sostenibles. Una muestra de ello es el proyecto que realizamos con Grupo Nueva Pescanova, que está aplicando IA para controlar todos sus procesos de acuicultura de forma automática y en tiempo real, mejorando la eficiencia y la sostenibilidad de los cultivos marinos.
A este tipo de casos se suman otros factores de alto impacto medioambiental. La IA tiene un gran potencial para hacer las ciudades más sostenibles: si el 38% de las emisiones de CO2 en todo el mundo provienen de los edificios y el sector de construcción, los edificios inteligentes pueden reducir el consumo de energía en un 20%. Es un ámbito, como muchos de los relacionados con el medioambiente, que requiere de un esfuerzo colectivo de organizaciones, compañías y gobiernos.
Un ejemplo muy relevante, vinculado con la lucha directa contra el cambio climático, es el de la startup española Mitiga Solutions, que ha creado una plataforma global de análisis del riesgo climático. Su herramienta Climate Risk Score, desarrollada en nuestra nube de Microsoft Azure, utiliza IA para medir, predecir, reportar y gestionar los efectos de los desastres naturales agravados por el cambio climático gracias a su tecnología basada en modelos científicos y a la IA.