El marketing que viene
Àlex Alegret, Director del Global Máster en Marketing y Gestión Comercial de EAE Business School, lo tiene claro: “se precisan profesionales que integren la tecnología en todos los procesos de marketing y que a su vez tengan pensamiento transversal dentro de la organización”. Sin duda, una muestra de la transformación que las áreas de Marketing y Ventas está abordando, y ante la que, una vez más, se demuestra que el talento tiene la última palabra.
Necesitamos perfiles flexibles, con una mentalidad muy abierta; perfiles que entiendan que no existe solo un consumidor (online u offline). Hay que identificar bien a los consumidores y entender dónde quieren que les encontremos. Se precisan profesionales que integren la tecnología en todos los procesos de marketing con el objetivo de optimizar procesos (ser más rápidos y precisos) y que a su vez tengan pensamiento transversal dentro de la organización. Por ejemplo, si Instagram decide añadir el botón de compra, automáticamente, dejamos de tener un canal de comunicación (marketing puro), para tener un canal de venta, en el que finanzas deberá involucrarse (pasarelas de pago, cobros, tesorería…). Por lo tanto, si queremos adaptarnos rápidamente a los cambios, precisamos de talento transversal y con competencias tecnológicas.
Vamos a necesitar personas que sean capaces de entender la estrategia de la empresa y que, a su vez, identifiquen necesidades para conseguirla. Estas necesidades se traducen en redes de contactos (agencias y freelance) que colaborarán puntualmente con los departamentos de Marketing con el objetivo de generar acciones que ayuden a cumplir con la estrategia de la compañía. n este sentido, necesitamos perfiles senior, que tengan un buen networking y que sepan identificar necesidades y gestionar los stakeholders necesarios para cumplir con sus objetivos.
El growth hacking o crecimiento rápido es una práctica que se ha extendido desde la startup hasta los sectores más conservadores como la banca. Lo importante es entender que es una táctica y no una estrategia. Es decir, tiene que servir para momentos puntuales y con objetivos y métricas concretas. De otra forma, puede generar un consumo masivo de recursos que, a la postre, generarían múltiples ineficiencias dentro de la organización. Estamos en un entorno muy competitivo y cada vez más agresivo. Esto implica que, si muchas empresas quieren sobrevivir, deberán planificar ‘huidas hacia adelante’. Es decir, crecer o morir. Porque está claro que los costes suben y no se va a poder repercutir en el precio final de venta. Por lo tanto, ante una constricción de márgenes solamente queda una salida: vender más. Por lo tanto, si ves que tus ‘vecinos’ empiezan a publicar en LinkedIn los cursos que hace su personal sobre growth hacking… ¡prepárate que vienen curvas!
La IA y las bases de datos están al servicio de los dos departamentos. Lo que nos va a permitir la tecnología es tomar decisiones de forma más rápida y precisa a ambos departamentos. Es decir, ganar eficiencia y eficacia en la implantación de los planes operativos. ¡La tecnología nos ayudará a llevarnos bien! Por fin podremos reunirnos para hablar de datos y tomar decisiones racionales conjuntamente. Esto implica perfiles más profesionales y con una visión más amplia y estratégica que sepan ’sumar’ los datos a la toma de decisiones.
Hoy en día, las dos van de la mano. Ya que la creatividad propone y la tecnología dispone. La tecnología aplicada al diseño y a la comunicación (p.e. la realidad aumentada) nos ha permitido desarrollar nuestra creatividad hasta límites infinitos. De hecho, cuanto más desarrollemos la tecnología, p.e. en el Metaverso, cada vez veremos campañas de comunicación, productos y servicios, más creativos. Lo importante en la creatividad, es que esté medida para asegurar su rentabilidad. La creatividad sin control puede arruinar un proyecto más rápido que la idea en sí misma… por eso, las startups lanzan MVPs, para poder ir desarrollando mientras van obteniendo datos del mercado
El profesional de ventas tiene que integrar el mundo digital dentro de su scope. Tanto si eres un B2B como un B2C, nuestro cliente va a querer ser multicanal. Por lo tanto, tendrá que integrar los distintos canales de venta dentro de su propuesta comercial. Esto implica una gestión comercial más profesional y la toma de decisiones basada en datos. La segmentación de clientes y la generación de ofertas comerciales dirigidas a targets concretos toman especial relevancia en entornos competitivos en los que la multiplicidad de canales y el acceso masivo a la información van a requerir una preparación comercial más extensa y estratégica.