En este 2024 se cumplen 30 años del origen de PITMA. Un grupo con sello cántabro que no ha dejado de evolucionar y crecer siempre de la mano de la innovación y el mejor talento, y sin olvidar su compromiso con el entorno.
Y todo ello, bajo una clara filosofía, tal y como destaca en la presente entrevista su CEO Álvaro Villar Miller: “si no disfrutamos haciendo lo que hacemos, si no lo hacemos con la vista puesta en mejorar la vida de quienes nos rodean, preferimos no hacerlo”.
Para nosotros, un grupo empresarial que comenzó siendo el sueño de dos amigos recién graduados, es toda una satisfacción haber llegado a esta cifra y echar la vista atrás con orgullo. Por el camino, hemos crecido, hemos consolidado proyectos, hemos generado empleo, hemos liderado mercados… Treinta años después, seguimos trabajando con la ilusión del primer día.
Nuestras empresas y sedes mantienen su posición en Cantabria, donde pretendemos continuar atrayendo y promoviendo el talento. Todas nuestras empresas tienen alcance nacional, y desde hace unos años, algunas de ellas también operan en Portugal y Francia. A nivel de facturación, generamos mucho más negocio fuera de Cantabria que dentro, y eso, junto a nuestro volumen, nos convierte en una de las compañías que aportan mayor valor a la región, no solamente económico: retenemos y atraemos talento en una comunidad pequeña, que garantiza una calidad de vida muy por encima de cualquier estándar. Desde Cantabria lideramos proyectos para organizaciones de todos los sectores y tamaños. En todos estos años hemos demostrado tener el talento y la capacidad de trabajar en cualquier ecosistema.
En nuestro grupo no entendemos el crecimiento como un fin, sino que siempre ha supuesto una situación derivada del buen trabajo. En ese sentido, continuamos en la línea de la innovación, para saber adelantarnos a las circunstancias de los diferentes mercados en los que operamos. Lo hacemos desde el compromiso de ofrecer soluciones reales y útiles para mejorar el bienestar de las personas, que son los usuarios finales de todos nuestros servicios.
No olvidamos nuestro origen, vinculado a soluciones técnicas en los mercados de las telecomunicaciones y la seguridad; tampoco la esencia eminentemente comercial de nuestros equipos, que causó a partir de 2010 un importante crecimiento en todos los niveles. Con los años, hemos consolidado un modelo de empresa digital desarrollado dentro de la compañía, y dirigimos nuestros esfuerzos al lanzamiento de productos o servicios altamente tecnificados en su construcción, pero de muy fácil manejo por parte del usuario. Lo hacemos en diferentes áreas, como la gestión y producción energética, el mercado asegurador, el financiero o la criptoseguridad.
Siempre digo que somos una empresa con muy poca maquinaria, pero con mucho talento en nuestras personas. Hemos avanzado a lo largo de estos 30 años adaptando los ritmos, procesos y recorridos básicamente por intuición. La de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, nuestros fundadores, sin duda; pero también la de las personas que forman o han formado parte del equipo. PITMA integra a profesionales con distintas trayectorias, formación y experiencias. A pesar de estas diferencias, quienes llegamos a la compañía entendemos desde el primer momento que formamos parte de un mismo equipo donde se generan ideas, donde se trabaja de una manera muy ágil, y donde los éxitos son compartidos.
Cuando Pedro y Alfredo decidieron iniciar la primera empresa, en 1994, lo hicieron desde la amistad que habían forjado unos años antes. Lo hicieron porque confiaban el uno en el otro, y porque creían que podían hacer las cosas de manera diferente. Esa misma visión se mantiene 30 años después: si no disfrutamos haciendo lo que hacemos, si no lo hacemos con la vista puesta en mejorar la vida de quienes nos rodean, preferimos no hacerlo. Ahora el grupo es amplio y variado, pero hemos llegado a gestionar proyectos hasta cinco veces más grandes, sin perder una gestión directa, cercana y basada en la confianza.
En el grupo PITMA las distancias nunca han supuesto un problema. Ni la separación física de gestionar, como hemos hecho, más de mil puntos de venta por todo el país, ni las diferencias derivadas de trabajar en sectores tan dispares como la seguridad, la logística o las TIC. Lo que para muchos sería una barrera, para nosotros ha sido una verdadera escuela de negocios: nos ha hecho más fuertes y hábiles. Encontrarnos, por el camino, a personas comprometidas con esta manera de entender la empresa, ha sido toda una suerte. Además, apoyarnos en la tecnología desde el primer momento nos ha permitido ser más ágiles y optimizar cada recurso.
Somos conscientes de nuestra posición como empresa en los entornos en los que operamos. Por eso, hace mucho tiempo tomamos la decisión de impactar positivamente en la sociedad a través de acciones complementarias a nuestra actividad empresarial. Nuestro apoyo directo a la investigación científica y la prevención del cáncer, a través de diferentes acciones organizadas alrededor de un convenio de colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer, nos ha hecho valedores del galardón otorgado por su delegación provincial en Cantabria este año. Por otro lado, a través de un programa de capacitación dirigido a nuestros empleados, la Fundación Freno al Ictus nos ha otorgado la certificación de Espacio Cerebroprotegido, siendo la primera empresa de Cantabria en lograrlo para todas nuestras sedes. Además, la Hermandad Donantes de Sangre de Cantabria nos ha reconocido este año como empresa colaboradora destacada, como consecuencia de las diferentes campañas de donación organizadas en nuestros centros de trabajo. Son pequeños gestos que suman a favor del bienestar de todas las personas, las que forman parte de PITMA y las que nos rodean.
Cumplir treinta años más, que este solo sea el inicio del viaje.