Si hay un reto que de un tiempo a esta parte se ha posicionado como el que mayor incertidumbre genera, este es el envejecimiento global. Queda claro que las empresas tienen que empezar a tomar medidas y tomar cartas en el asunto. Pero, ¿cómo deben actuar? ¿Está nuestro país preparado para hacer frente a este desafío?
“Si no cambiamos el sistema de SS, lógicamente, las prestaciones deberán reducirse para que el sistema siga siendo sostenible. Entonces ahí es donde empieza la necesidad de ahorrar privadamente, bien de manera individual o a nivel de la empresa”, asegura Juan Marina Rufas, Director de Nationale-Nederlanden Employee Benefits, a APD.
Poco ahorro y poca previsión ante unas cifras escalofriantes: dentro de 30 años tendremos en España 77 personas en edad ya jubilados, mayores de 64, por cada 100 en edad de trabajar, que es el doble de los que tenemos hoy en día, que tenemos 35 jubilados por cada 100 personas en edad de trabajar.
Pese a que en otros países de la Unión Europea estos sistemas se han convertido en “obligatorios” y juegan un papel muy importante en la percepción de las empresas por parte de los empleados, los datos del ‘Barómetro de Previsión Social Empresarial’ elaborado por la unidad de negocio Employee Benefits de Nationale-Nederlanden, señalan que 8,1% de las compañías españolas posee un sistema de previsión social para la jubilación de sus trabajadores. ¿A qué se debe esta situación? Analizamos la situación con el experto.
Todos tenemos claro que nuestro bienestar se basa en 4 pilares: el social, físico, emocional y financiero. Los 3 primeros los tenemos muy interiorizados como hábitos, como ir a correr, hacer yoga o relacionarnos con los amigos. Pero no nos pasa lo mismo con el financiero.
Bienestar financiero sería tener el suficiente dinero para que en este caso cuando llegue la jubilación, no tener que preocuparnos por ella. Pero nos falta crear unos hábitos, y para crear esos hábitos lo que necesitamos es educación financiera. Tenemos que crear hábito de ahorro.
El bienestar financiero se basa en 3 pilares: el sistema público de pensiones, el empresarial (laboral) y el particular (privado e individual).
Debemos pensar que cuanto antes se empiece a ahorrar, menos es el esfuerzo y mayor es la rentabilidad. Empezar a ahorrar temprano permite, con menor esfuerzo, obtener un saldo acumulado al llegar a la jubilación que puede hasta duplicarse gracias al efecto de la capitalización.
Las empresas a la hora de invertir tienen un perfil conservador. Más de la mitad optan por productos sin riesgo con cierta garantía. Por lo que lleva a los trabajadores a seguir el mismo perfil conservador. Los trabajadores prefieren no perder a asumir riesgos.
En España, sólo el 8,1% de las empresas ofrecen planes de ahorro a los trabajadores para complementar sus ingresos en la jubilación. No como en Holanda, que todas las empresas están obligadas a tener un sistema de previsión social para la jubilación de sus trabajadores.
Porque “no se han necesitado”. La realidad es que, tradicionalmente, en nuestro país, los trabajadores no se preocupaban por la jubilación hasta que no la tenían cerca.
Primero, dándoles formación, que creo que es esencial, ayudándoles a planificarse, que como hemos visto en los resultados de nuestro barómetro, el 54% de las empresas piensan que tienen que ayudar a sus trabajadores a planificar su futuro financiero, a partir de la jubilación, pues llega el momento de que lo hagamos.
Primero, darles formación, básico, que la gente conozca cómo quiere vivir en el futuro, que va a recibir de la SS y en función de eso planificar sus ahorros y la empresa debe implicarse y a partir de entonces bueno, es una cuestión de todos, primero planificación financiera, educación, y luego crear ese hábito de ahorro periódico, que es la forma más fácil de ahorrar. Y cuanto antes empecemos, como hemos visto, muchísimo mejor.
Tal y como están haciendo los países de nuestro entorno, es fundamental que las empresas se comprometan un poquito más en bienestar futuro: en el bienestar financiero futuro de sus trabajadores.
