Las pensiones son una de las principales preocupaciones de los españoles. No lo decimos nosotros, lo refleja el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) cada vez que se pregunta a la población sobre ello. Y, en este sentido, son cada vez más los ciudadanos que le dan la vuelta a la necesidad o no de contar con un plan de pensiones o de contratar un sistema de previsión social para la jubilación.
Sin ir más lejos, la última vez que se extrajeron datos al respecto fue durante el pasado mes de abril de 2018. Según esta encuesta, las pensiones son uno de los tres principales problemas para el 15,5% de la población. Una cifra ésta que representa un máximo histórico tras el registrado en 1985, cuando este porcentaje se elevó hasta el 11,7%.
Según el último Barómetro del CIS, las pensiones son uno de los tres principales problemas para el 15,5% de la población
Así, con el objetivo de trazar una radiografía lo más exacta posible sobre la situación que se da en nuestro país y, más en concreto, en nuestro tejido empresarial, Nationale-Nederlanden ha realizado un nuevo ‘Barómetro de Previsión Social Empresarial’ en colaboración con Atrevia.
El resultado de este nuevo estudio sociológico realizado en 240 pequeñas, medianas y grandes empresas arroja una conclusión principal: sólo el 8% de las compañías españolas disponen de un sistema de previsión social para la jubilación que complemente los ingresos de sus empleados. La cosa es si cabe más preocupante en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
«Del 92% de las empresas que no tiene ningún sistema de previsión, el 45% tiene menos de 100 empleados; y el 38,5%, menos de 250», explica Juan Marina, director de Nationale-Nederlanden Employee Benefits y uno de los ponentes de la jornada APD ‘Las ventajas de contratar un sistema de previsión social para la jubilación’.
Tal y como refleja el informe, los principales frenos que aparecen para la contratación de estos productos son tres.
En primer lugar, las empresas creen que son herramientas innecesarias en un 40,3% de los casos.
En segundo, el estudio demuestra que muchas compañías (en concreto, el 11,2%) creen que sus costes son demasiado elevados. Creencia que, advierten los expertos, es precisamente la responsable del freno en la contratación de este tipo de servicios.
Y en tercero, existe un gran desconocimiento, ya que cuatro de cada 10 empresas no sabe identificar ninguna herramienta específica de previsión social. Además, el 43,4% de las organizaciones considera compleja o muy compleja su implementación.
«Parece que los encuestados no aprecian ese ejercicio por parte de sus compañías y queda patente que su percepción sobre el compromiso de las empresas con los planes de ahorro es muy reducida, ya que el 75% lo considera bajo o muy bajo», explican los expertos de Nationale-Nederlanden Employee Benefits.
«Y tampoco son muy optimistas», añaden, «ya que el 67,3% opina que la implicación de su empresa no cambiará a futuro a pesar de que más de la mitad de los trabajadores que cotizan a la seguridad social considera que es responsabilidad de la empresa contribuir a la previsión a la jubilación de sus empleados».
Más de la mitad de los trabajadores considera que es responsabilidad de la empresa contribuir a la previsión a la jubilación de sus empleados
Los expertos señalan la alta tasa de sustitución referida a la pensión pública de jubilación, la estructura del mercado laboral en España (con un alto porcentaje de contratos temporales y un salario medio de 26.535 euros), y unos insuficientes beneficios fiscales como los principales culpables de que nos encontremos ante unas cifras tan bajas en cuanto a soluciones de ahorro empresariales.
Sin embargo, pese a todo, hay motivos para la esperanza, ya que una amplia mayoría de los directivos españoles de Recursos Humanos son conscientes de los beneficios probados.
Al menos eso es lo que dice el Barómetro de Nationale-Nederlanden Employee Benefits, donde se refleja que «el 67% de los consultados reconoce que los sistemas de ahorro complementario mejoran la percepción de la empresa por parte de los empleados, y un 49% de los casos los presentan como una herramienta de atracción de talento».
Es más, una vez que se ha dado el paso de implantar sistemas de previsión social, el 85,6% de las empresas considera la experiencia como positiva e, incluso, el 42% reconoce la sencillez del proceso. Pese a todo, lo cierto es que buena parte del tejido empresarial español sigue sin interesarse por contratar este tipo de servicios, una situación aún más complicada si tenemos en cuenta que el 89,5% de los empleados reconoce que sus ingresos de cara a la jubilación se verán afectados si se limitan exclusivamente a una pensión pública.
El 65% de los trabajadores demanda mayor información sobre su jubilación, tanto del Estado como de sus empresas
¿Qué habría que hacer para que las empresas se interesen por implantar un sistema de previsión social? Los expertos señalan varias medidas. «Por un lado, salvar los principales frenos a su contratación que observamos en el Barómetro: el coste económico, el desconocimiento de los productos de previsión social complementaria y la propia estructura de la empresa, fundamentalmente en el caso de las pymes».
Asimismo, reducir la complejidad de gestión de los productos mejorando su fiscalidad frente a otros productos de ahorro o evitar sucesivos cambios en ésta también favorecería la contratación.
Entre las principales ventajas y que se han visto reflejadas en el Barómetro, son la mejora de la percepción de la empresa por sus empleados, el ser un instrumento para atraer y retener el talento y además, en el caso de empresas con más de 250 trabajadores, una mejora en la eficacia para planificar la renovación de sus plantillas.