Tras veinte años al frente de una corporación en la que la sostenibilidad marca su ADN, Luz Pardo, Consejera Delegada de Grupo Gestán, tiene muy claro los pasos a seguir: “la gobernanza y buen gobierno, el compromiso social y la protección ambiental serán ejes del plan de futuro”.
A nivel personal, ha sido un orgullo poder recoger el testigo de una empresa familiar centrada en la recogida y el transporte de residuos y transformarla en un grupo formado por empresas con capacidad para realizar toda la gestión ambiental y, además, añadir otras divisiones como la de biomasa forestal. Por otro lado, a nivel personal, ha supuesto muchas horas de trabajo y entrega, para avanzar en este camino.
Con respecto al modelo de liderazgo, creo que, sin duda, estamos en un momento de cambio de modelo, donde la humanización de la gestión es cada vez más visible y palpable, un contexto en el que las empresas y sus responsables debemos ser capaces de atraer y retener el talento. Para ello es, y lo será más, avanzar hacia sistemas más democráticos, más flexibles e innovadores.
Actualmente, quizás la mayor dificultad está en retener ese talento del que hablaba anteriormente. Hoy, el mercado laboral es más global, flexible y con mayor movilizad, sobre todo en los perfiles profesionales más demandados. Algo que se ha incrementado más tras la pandemia. Vemos que hay factores que trascienden al propio puesto y a la remuneración, cuestiones como la flexibilidad horaria, el ambiente laboral, la posibilidad de promoción… tienen mucho peso a la hora de “captar” nuevos talentos y, me atrevería a decir que, más para mantenerlo.
Si, como compañía especializada en el ámbito ambiental la sostenibilidad está en nuestra genética empresarial. Por ello, realizar un diagnóstico de todas nuestras actividades fue el primer paso para ver aquellos puntos en los que podíamos mejorar. A partir de ahí, establecer sistemas de calidad, de gestión ambiental y de responsabilidad social fueron herramientas para la consecución de objetivos y compromisos adquiridos por la organización. En definitiva, para alcanzar la sostenibilidad es clave evaluar, planificar, hacer seguimiento, mantener una visión 360º con toda la sociedad y comunicar las actuaciones a nuestros grupos de interés.
En nuestro caso, llevamos años desarrollando una política transversal de responsabilidad social en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la OMS. En 2021, dimos un paso más con nuestra adhesión al Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
En este marco, siguiendo los criterios de los ODS, avanzamos en el desarrollo de nuestro Plan de Responsabilidad Social Empresarial, dando cumplimiento al 90% de sus acciones, encontrándose el resto planificadas o en curso. Esta hoja de ruta, aprobada en 2019, con 128 acciones, es parte de nuestra contribución a 13 de los 17 ODS 2030.
El avance en la última década es claro y, especialmente, tras estos años de crisis global, la sostenibilidad es un factor esencial y transversal. Forma parte ya de los planes estratégicos de las compañías, pero diría más, es un elemento clave para el consumidor a la hora de decidirse por un producto y eso, obviamente, hace que las empresas introduzcan el eje de la sostenibilidad en todas sus políticas, algo que estoy convencida irá a más. Es un camino sin retorno.
Para crecer es importante establecer alianzas estratégicas con otros agentes operacionales que permitan alcanzar nuevos objetivos entre los que podemos destacar: la ampliación geográfica de nuestra actividad, el impulso a los proyectos de I+D+i para ser líder y referente en Galicia como empresa de servicios ambientales, manteniendo la máxima calidad en nuestros productos y servicios. Un camino en el que la gobernanza y buen gobierno, el compromiso social y la protección ambiental serán ejes de ese plan a futuro.