Reconocida por Forbes, InfoJobs y Merco Talento como una de las mejores empresas para trabajar en España, Iberostar Hotels & Resorts ha convertido el cuidado de las personas en una prioridad estratégica y un auténtico sello de identidad. Pero más allá de los reconocimientos, lo que define su propuesta como empleadora es una cultura construida desde la escucha, el compromiso y el propósito. Hablamos con Victoria Hernández, Directora de Talento del grupo, sobre cómo se traduce ese enfoque humano en la experiencia diaria de sus equipos, el valor del liderazgo cercano y el impacto que tiene apostar por un turismo responsable también desde dentro.
En Iberostar creemos que el verdadero motor de nuestra compañía son las personas. Como empresa familiar con casi 70 años de historia en el sector turístico, cuidamos de quienes forman parte de nuestro equipo. Nuestra manera de trabajar está profundamente marcada por valores que se han transmitido de generación en generación: pasión, responsabilidad, humildad, transparencia y creatividad.
Nuestro enfoque se basa en escuchar activamente, acompañar, formar y crear oportunidades reales de desarrollo. Cuidamos individualmente de cada persona, nos adaptamos a sus necesidades y objetivos, tanto personales como profesionales. Y apostamos por crear un entorno donde el talento pueda crecer, evolucionar y avanzar, paso a paso, aprendiendo juntos.
Nuestro propósito es crear un entorno donde las personas se sientan valoradas, escuchadas y motivadas. Promovemos el bienestar físico y emocional de nuestro equipo a través de programas de salud, conciliación y desarrollo personal. Estamos en continua búsqueda de iniciativas y mejoras de la misma manera que buscamos experiencias excepcionales para nuestros clientes. Además, involucramos al talento en nuestra visión de construir juntos un turismo más responsable, promoviendo un entorno laboral positivo. Queremos que Iberostar sea un lugar donde la gente quiera quedarse y crecer.
En Iberostar cuidamos del talento desde una visión muy clara: acompañar a las personas en su crecimiento profesional y personal, ayudándolas a dar lo mejor de sí cada día y a abrirse a nuevas oportunidades. Lo hacemos a través de herramientas como Feedback, detectando las inquietudes de las personas, sus puntos fuertes y sus posibilidades de desarrollo; a través de procesos de Talent Review, permitiendo identificar el talento y diseñar planes de sucesión; a través de nuestro programa Iberostar Mobility, ofreciendo la posibilidad de hacer intercambios temporales de personas entre hoteles de distintas regiones e incentivando el desarrollo profesional a través de experiencias enriquecedoras; y de la mano de Programas de Coaching & Mentoring para acompañar a nuestros líderes y managers en sus retos actuales.
Además, creemos firmemente en el talento joven y en el valor de empezar una carrera dentro de Iberostar. Por eso, contamos con más de 60 acuerdos con escuelas y centros educativos en España y en el extranjero, que nos permiten incorporar nuevas generaciones con ganas de crecer, concretamente más de 1.000 jóvenes al año. En cuanto a la promoción interna, basta señalar que el 100% de los directores y directoras de nuestra división hotelera ocupan actualmente su posición por haber sido promocionados internamente.
Ese es nuestro compromiso: ofrecer un entorno donde crecer sea posible, real y motivador.
Para nosotros, atraer y fidelizar talento va mucho más allá de ofrecer buenas condiciones. Se trata de crear un entorno donde las personas se sientan parte de algo con sentido, donde puedan crecer, ser escuchadas y sentirse valoradas.
Hay dos pilares que nos definen como marca empleadora: el sentimiento de pertenencia y el compromiso mutuo. Queremos que quien entre en Iberostar no solo vea una oportunidad profesional, sino que conecte con nuestra visión y se sienta parte de una comunidad que busca dejar una huella positiva en el mundo.
Sabemos que retener talento no es solo cuestión de beneficios, sino de construir un ambiente de trabajo donde haya cercanía, diversidad, compañerismo y un liderazgo que escucha y acompaña. En Iberostar apostamos por las personas con el mismo entusiasmo con el que cuidamos a nuestros clientes y a los destinos donde operamos.
Sin duda, el propósito corporativo es un motor de atracción y fidelización del talento. Cada vez más, observamos cómo las personas se quieren vincular con proyectos empresariales que tienen en cuenta el impacto que su actividad genera en el entorno y en las personas. Lo vemos, por ejemplo, en las entrevistas que hacemos a las personas que se incorporan a nuestra cadena hotelera. Valoran enormemente los esfuerzos que Iberostar hace en materia de sostenibilidad. Y lo vemos también en el sentido de orgullo de pertenencia que generan.
El propósito va más allá de comunicar con éxito. Se transmite con el ejemplo y, para nosotros, significa sentirlo, involucrar a las personas y hacer que todos nuestros empleados sean partícipes de él. Es también una cuestión de esfuerzo colectivo.
La retención del talento se fundamenta en dos aspectos cruciales para nosotros: el sentimiento de pertenencia y el compromiso con la empresa. Estas dos áreas constituyen nuestros pilares principales, en los que concentramos nuestros esfuerzos para garantizar que nuestros empleados compartan nuestra visión, formando parte de una comunidad comprometida en generar un impacto positivo en los destinos en los que operamos.
Para fomentar la lealtad de nuestros empleados, no basta con ofrecer ventajas competitivas; es necesario también brindar un ambiente de trabajo cohesionado, diverso, basado en el compañerismo y la atención personalizada. Estos valores han sido fundamentales en nuestra estrategia de retención de talento a lo largo del tiempo, y seguimos comprometidos en su aplicación y fortalecimiento continuo.
#WeAreIberostar es nuestra apuesta por una comunicación más cercana con nuestros principales grupos de interés a través de los propios empleados. Con ella estamos consolidando la marca empleadora de Iberostar como referente del turismo responsable a nivel internacional.
