La oficina virtual en 2030 tendrá un entorno inmersivo, colaborativo y eficiente. Así, el futuro del trabajo pasa por el impulso de tecnologías de realidad extendida (XR), que integrarán la realidad aumentada (AR), la realidad virtual (VR) y la realidad mixta (MR). Estas herramientas transformarán la forma en que trabajamos, permitiendo experiencias más personalizadas y productivas. Dependiendo de la industria, el tipo de tecnología XR utilizada y los roles específicos involucrados, habrá más o menos afectación. Pero está claro que el futuro para por modelos híbridos que priorizan la flexibilidad y el bienestar.
Lo que antes parecía ciencia ficción, como reuniones en entornos virtuales o colaboración remota con objetos 3D, ya es una realidad en desarrollo. La adopción de tecnologías XR está en auge y se espera que en esta década se consoliden como componentes esenciales del entorno laboral.
La tecnología de realidad extendida permitirá a cada persona diseñar oficinas virtuales con escenarios, sonidos y elementos visuales que se adapten mejor a su estilo de trabajo. Y que favorezcan, a su vez, la concentración y el bienestar. Herramientas como Deptho.ai ya permiten transformar espacios con Inteligencia Artificial para que, además, equipos en ubicaciones distintas puedan colaborar en entornos inmersivos. De esta forma, la personalización será una característica fundamental en el futuro, que además se podrá adaptar a tareas específicas en función del día.
Los avatares replicarán gestos, expresiones y movimientos en tiempo real, mejorando la comunicación no verbal en entornos virtuales. Esto facilitará interacciones más naturales y efectivas entre equipos distribuidos geográficamente. Y se generará, además, la sensación de proximidad con personas que tenemos a distancia.
Las reuniones inmersivas se desarrollarán en salas virtuales donde los participantes podrán caminar, interactuar con objetos y utilizar pizarras o pantallas compartidas en 3D. Esto fomentará una colaboración más dinámica y visual, y convertirá la experiencia en mucho más llevadera e innovadora. La tecnología permitirá, incluso, recrear espacios reales o fábricas, lo que también facilitará la toma de decisiones.
Equipos de ingeniería, arquitectura o diseño trabajarán simultáneamente sobre modelos 3D dentro del entorno XR. Esto permitirá una interacción directa y eficiente con los objetos de trabajo, independientemente de la ubicación física de los colaboradores. Además, también permitirá formar a los nuevos trabajadores de manera sencilla, práctica y sin alterar la producción.
Las aplicaciones de productividad como Slack, Trello o Google Docs estarán integradas en el entorno XR, permitiendo a los usuarios acceder y utilizar estas herramientas sin salir de la experiencia inmersiva. De esta forma se mantiene un flujo de trabajo continuo y no hay interrupciones.
Los asistentes virtuales, potenciados por inteligencia artificial, ayudarán en la gestión de tareas, programación de reuniones, recopilación de información y automatización de procesos, actuando como aliados proactivos en la oficina virtual. Además, en el futuro trabajo XR, los asistentes podrán anticipar necesidades o proponer mejoras en la distribución de las tareas y el tiempo.
Las oficinas virtuales “abiertas” almacenan toda la información con la que se está trabajando, ya sean documentos, trabajos, notas o pantallas. Así, todos los documentos seguirán abiertos y el usuario podrá volver a las tareas donde las dejó la última vez. Esto mejora la productividad y eficiencia en el trabajo, a la vez que ahorra el tiempo entre sesión y sesión. Lo que será especialmente importante en modelos híbridos complejos, que alternan tareas presenciales y virtuales a diario.
Los entornos XR permitirán implementar métricas para evaluar el tiempo de concentración, interacción y productividad en el espacio virtual. Esto proporcionará datos valiosos para mejorar el rendimiento sin invadir la privacidad del usuario. Y, así, se podrán ajustar los hábitos y los entornos de trabajo para mejorar la productividad. Las empresas, además, podrán incluso simular escenarios complejos y medir la respuesta de los nuevos empleados en tiempo real.
La formación y el proceso de incorporación de nuevos empleados se realizarán mediante experiencias virtuales dinámicas y atractivas. Se utilizarán simulaciones y entornos interactivos que acelerarán el aprendizaje y la adaptación al entorno laboral. También ayudará a acelerar el aprendizaje, mejorará la retención de conocimientos y ayudará a una integración más efectiva y motivadora.
Los entornos XR reducen la necesidad de oficinas físicas y de desplazamientos. Ya que permiten trabajar y colaborar desde cualquier lugar. Esto ayuda a reducir los costes operativos y la huella de carbono, contribuyendo a un trabajo más sostenible. Además de ser mucho más eficiente en las operaciones empresariales y favorecerá también las nuevas políticas de conciliación, claves en el el futuro trabajo XR.
En definitiva, la oficina de 2030 será más inmersiva, eficiente y colaborativa. Una oficina en la que la Realidad Extendida transformará la manera como trabajamos, comunicamos y colaboramos. Adaptándose a las necesidades individuales y fomentando una mayor productividad y bienestar laboral. De esta forma, las empresas que apuesten por implementar la XR serán aquellas que tendrán la mejor posición para liderar el futuro. gracias a todos los beneficio que proporciona esta tecnología.