El concepto de innovación disruptiva se ha abierto paso con fuerza durante los últimos años en todos los sectores de mercado. Este término se aplica a cualquier tecnología o idea de negocio novedosa que rompe con el modelo tradicional en un ámbito de mercado concreto. Por lo general se trata de cambios a pequeña escala con un coste asequible para el consumidor medio. Aunque es más habitual en el desarrollo tecnológico, sus aplicaciones son útiles para las estrategias de ‘marketing’ de cualquier sector. En este artículo te explicamos en qué consiste y cómo puedes aplicarlo en tu empresa.
El asentamiento de una idea de negocio disruptiva es un proceso lento. Una innovación como esta llega al mercado por rutas muy diferentes a las habituales. Por ello, a veces pueden pasar años hasta que el consumidor la acepte completamente. Estas son las características propias de cada parte del proceso:
Una empresa se adentra en un mercado ya asentado con una fórmula novedosa, desconocida para el resto de las compañías y para el público general. Su irrupción puede generar desconfianza e incluso rechazo. Con el tiempo, sin embargo, comienza a acaparar cuota de mercado y a crecer en compradores.
Es necesario probar varias veces antes de encontrar el producto idóneo. Una nueva idea puede llegar a desbancar por completo el sistema anterior
Como ejemplo, tenemos el caso de la empresa Uber. Su modelo de negocio ha supuesto un cambio en el sector del taxi. Se basa en una aplicación que los usuarios emplean para solicitar los servicios de un conductor.
El sector comienza a reaccionar ante esta fórmula alternativa. Surgen nuevas marcas que la emplean como su modelo de negocio principal. Al mismo tiempo, las empresas ya existentes adaptan sus estrategias para responder a los cambios del mercado.
Con la aparición de diversas compañías que la aplican en su sistema de trabajo, esta innovación acaba convirtiéndose en un modelo de negocio asentado. El público la asimila y la demanda se vuelve cada vez mayor.
Una propuesta novedosa no siempre tiene éxito a la primera. En ocasiones es necesario probar varias veces antes de encontrar el producto idóneo. Sin embargo, una nueva idea puede llegar a desbancar por completo el sistema anterior. El ejemplo paradigmático es la aparición del automóvil montado en serie, que llevó al coche de caballos a su desaparición.
La aplicación de la innovación disruptiva en tu negocio es un proceso complejo. Implica un cambio de mentalidad profundo en todos los equipos de trabajo. Estos son los pasos más habituales:
El concepto ‘intrapeneurship’ asocia la palabra ‘entrepeneur’ o emprendedor con lo interno. Es decir, carácter emprendedor dentro de la empresa. Todos los departamentos deben aprender a pensar de manera diferente. Se trata de encontrar fórmulas novedosas para responder a las necesidades del consumidor.
Una buena vía para lograr este cambio de mentalidad es la lluvia de ideas. Esta práctica se basa en la libertad para proponer, en la convicción de que no hay ideas inútiles. De este modo, se incentiva la búsqueda de soluciones fuera de los modelos de negocio tradicionales.
El siguiente paso es escoger las propuestas surgidas del ‘brainstorming’ con más posibilidades de éxito. Es fundamental que se trate siempre de ideas prácticas. En primer lugar, han de responder a una necesidad real del consumidor. Pero, además, debes tener claro en qué beneficiará el producto a tu cliente. Si no ofrece una solución novedosa respecto a otras del mercado o no es asequible, es mejor que lo descartes.
Si no ofrece una solución novedosa respecto a otras del mercado o no es asequible, es mejor que lo descartes
Las buenas propuestas deben tener su recompensa. Ofrecer un incentivo a sus autores hará que se sientan realizados y fomentará la actitud proactiva.
Tras su desarrollo, se lanza al mercado una primera versión del producto en fase beta. Es decir, será solo una prueba para comprobar la respuesta del consumidor.
Al tratarse de una innovación fuera de los cánones de mercado, es posible que las primeras reacciones no sean las esperadas. Parte de la mentalidad emprendedora implica tener presente esta posibilidad.
La versión beta que se lance al mercado estará en todo momento sujeta a mejoras. Es importante tomar en consideración el ‘feedback’ de los usuarios y emplearlo para hacer los cambios pertinentes hasta llegar al producto final.
Abrir canales de comunicación con el usuario será fundamental para recibir el mayor volumen de opiniones posibles. Para ello, se pueden realizar encuestas, emplear los perfiles corporativos en las redes sociales o contar con un grupo de ‘beta testers’.
La innovación disruptiva permite el desarrollo de nuevas formas de negocio que rompen con los paradigmas de mercado tradicionales. Aunque de lenta implantación, estas ideas pueden acabar trayendo un gran éxito a las empresas que las ponen en práctica.