Especial Innovación Social IS_IMPACT
Los expertos insisten: la innovación social está transformando las formas de organización. Hoy apostar por la diversidad y por la contratación de personas con discapacidad supone una ventaja para las empresas. Aumenta la capacidad para captar y retener talento, mejora la satisfacción y el orgullo de pertenencia de los trabajadores o aumenta la capacidad para la innovación o el desarrollo de productos y servicios, entre muchos otros aspectos.
“A pesar de que cualquier persona es susceptible de estar afectada por un proceso de exclusión social, hay algunos colectivos en los que la incidencia de la exclusión es especialmente elevada, entre los que se encuentra el de las personas con discapacidad”, aseguran los expertos de PwC y Fundación ONCE.
Apostar por la diversidad y por la contratación de personas con discapacidad aumenta la capacidad para captar y retener talento y mejora la satisfacción y el orgullo de pertenencia
“El mayor riesgo de exclusión social se refleja en multitud de datos estadísticos. Por ejemplo, la tasa de paro de las personas con discapacidad es 9,1 puntos porcentuales superior a la de las personas sin discapacidad y la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social (AROPE), 7,5 puntos porcentuales superior”, explica Jordi Esteve, Socio de PwC.
¿Cómo concienciar a empresas, organismos y entes de la importancia de apostar por la inclusión social? ¿Es la Innovación Social la tarea pendiente de las organizaciones? ¿Conocemos realmente su impacto social?
Con el objetivo de convertir el empleo en un agente de cambio social, la Fundación ONCE puso en marcha el proyecto D_INNOVAR enmarcado dentro del Eje 6 de Innovación Social del POISES 2014-2020.
“El proyecto tiene como objetivo general desarrollar y aplicar una nueva metodología para la medición del impacto en términos de inclusión social del Programa INSERTA, uno de los programas para la inserción laboral de personas con discapacidad de Fundación Once y de su entidad de Recursos Humanos experta en discapacidad, Inserta Empleo, en colaboración con grandes empresas”, añade Esteve.
Este proyecto persigue mejorar la eficacia y eficiencia del programa, impulsar fórmulas innovadoras de inclusión activa y generalizar actuaciones exitosas, “buscando, en definitiva -subrayan los expertos- incrementar la inserción laboral de personas con discapacidad como un grupo en riesgo de exclusión social”.
Dentro del marco del Proyecto D_INNOVAR nace la metodología IS_IMPACT. Una metodología desarrollada para medir y valorar económicamente el impacto generado por programas sociales.
La metodología se ha aplicado de forma exclusiva a través del Programa INSERTA. Lo que, tal y como señalan los responsables, ha permitido analizar y medir tres impactos:
IS_IMPACT contribuye a la innovación social fundamentalmente a través de dos vías.
En este sentido, la información sobre el impacto positivo generado sobre las personas con discapacidad contratadas y sobre el valor económico de este impacto proporciona a las empresas instrumentos para poner en valor la labor social que realizan.
Además, el análisis sobre el impacto empresarial informa a las empresas sobre cómo la contratación de personas de este colectivo impacta sobre variables clave dentro de su organización.
En conjunto, estos dos factores contribuyen a aumentar los incentivos de las empresas (las que actualmente colaboran y las potencialmente colaboradoras) a participar en este tipo de iniciativas. Lo anterior contribuye a aumentar el número de personas insertadas laboralmente y, en consecuencia, a reducir la exclusión social entre las personas con discapacidad.
El enfoque de género suele ser importante cuando analizamos impactos sociales. La cuestión es: ¿tiene en cuenta la metodología este ámbito?
Los datos nos indican que existen diferencias significativas en el nivel de inclusión social entre hombre y mujeres. Las mujeres tienen una mayor probabilidad de resultar afectadas por procesos exclusivos debido a una multitud de condicionantes, entre los que destaca un acceso al mercado laboral más precario.
Esta situación es incluso más acusada entre las personas con discapacidad. Las mujeres con discapacidad son un colectivo especialmente vulnerable a la exclusión y tienen una menor participación en el mercado laboral, ya que cuentan con tasas de actividad más baja y tasas de desempleo mayores.
“Teniendo en cuenta las mayores dificultades experimentadas por las mujeres, la metodología IS_IMPACT otorga un mayor valor a las mejoras de inclusión social alcanzadas por las mujeres. De esta forma, la metodología premia a las empresas por su contribución al empleo femenino y contribuye de esta forma a mejorar la inclusión social de las mujeres con discapacidad”, aseguran desde Fundación ONCE y PwC.
En definitiva, gracias al proyecto D_INNOVAR y a la aplicación de la metodología IS_IMPACT, el concepto de Innovación Social deja de ser un intangible de valor difícilmente calculable para convertirse en una máxima por la que deben apostar las empresas del futuro. Y deben hacerlo cuanto antes.