Hoy voy a hablarte de un fenómeno que tiene difícil solución, pero que podemos controlar si entendemos las claves que lo producen. Me refiero a la diferente evolución que tiene la complejidad del entorno (exponencial) frente al desempeño de un equipo de alto rendimiento que aborde esta complejidad (lineal).
Es decir, por mucho que cuides el talento, la velocidad de cambio es tal que hace imposible recabar el talento necesario para poder seguir el ritmo de las últimas tendencias. Prueba de ello es la inercia que han tomado las grandes multinacionales tecnológicas, cuyo crecimiento dejó de ser orgánico para basarse en adquisiciones de terceras compañías.
En nuestra escala, este fenómeno puede afrontarse mediante una buena selección de proveedores y partners. Incluso mediante la participación en laboratorios, plataformas de innovación abierta u otros mecanismos de colaboración entre empresas. Pero siempre acabarás dependiendo del talento que gobierne la integración de estos avances en tu modelo de negocio.
Estamos ante un paradigma que ha modificado los cimientos mismos de la gestión empresarial. Por eso, nuestra misión como CEOs pasa por hacer que ese talento esté lo más actualizado posible. En APD sabemos mucho de esto. Forma parte del propósito con el que diseñamos cientos de formaciones y encuentros.
Por todo ello, te recomiendo que comiences a entender la endogamia como el gran enemigo del talento. Deja que tus equipos participen en proyectos innovadores, exprime el conocimiento que van a aportarte tus proveedores y partners, y participa con ellos en meetings y congresos, donde conocerás el verdadero impacto que las nuevas tendencias pueden tener en la supervivencia de tu modelo. Dicho de otro modo: abre tu mente para seguir en la carrera.
Cuídate mucho,
Enrique Sánchez de León
