Queridos amigos de APD:
Dice un proverbio chino que “ la adversidad produce instinto”. Creo, sinceramente, que todo lo que llevamos vivido y luchado en estos primeros y tan especiales diez años de APD Asturias y, de forma especial, en estos últimos tiempos, ha generado en todos nosotros un espíritu de lucha que, sin duda, se ha convertido en talento. Un talento del que debemos sacar el máximo partido para encarar todos los nuevos retos a los que nos enfrentamos en el mundo empresarial y directivo con fuerza y positivismo. Esa fuerza que nos caracteriza y ese espíritu de superación que forma parte, desde hace mucho tiempo, del ADN de los que formamos parte de APD.
APD nació hace ya más de 60 años con un claro propósito: liderar un cambio en las forma de ver, sentir y desarrollar la labor directiva; un origen que -también en Asturias- se convirtió en la razón de su éxito y de su futuro: transformar su vocación inicial en el centro de su actividad, haciendo del liderazgo con propósito la verdadera razón de todo cuanto emprendemos.
Nada es más valioso, más sostenible y más potente que impulsar el bienestar de nuestra gente
Sé que se lo he dicho muchas veces al maravilloso Equipo humano de APD en Asturias y al inigualable Consejo Rector que he tenido la suerte y el honor de presidir durante estos años, pero no me canso de repetirlo: lo más importante, el verdadero propósito de cuanto hacemos sois vosotros, las personas; las únicas capaces de hacer que las cosas sucedan y que el cambio se traduzca en avance.
Las personas han sido, son y serán siempre el verdadero propósito del liderazgo sano que propone APD en todo cuanto hacemos. Nada es más valioso, más sostenible y más potente que impulsar el bienestar de nuestra gente y, con él, el crecimiento de la formación, la visión positiva, el liderazgo éticamente consciente y, con todo ello, el desasimiento respecto de fondos y formas de liderar que se alejan de las personas.
En estos últimos meses dimos un nuevo paso en APD Asturias recibiendo con entusiasmo y con la ilusión de siempre a una nueva Presidenta y, con ella, a las nuevas incorporaciones en nuestro Consejo Rector dando, una vez más, muestra y reflejo de que somos una Organización viva, moderna y en continua evolución. La incorporación de Eva Rodriguez es, sin duda alguna, un paso adelante en ese propósito de construir una APD acorde con los tiempos que vivimos en los que la evolución no tiene por qué estar reñida con la experiencia. En sus manos, en las del nuevo Consejo Rector y en las del estupendo Equipo de APD Asturias, depositamos el presente y el enorme futuro de nuestra Organización, una Organización que se ha convertido en estos primeros diez años en un verdadero referente para los empresarios y directivos del Principado de Asturias.
Pongamos a trabajar nuestro talento, ese que hemos desarrollado tan intensamente y que nos permitirá seguir sumando un sinfín de éxitos y enfrentar las dificultades
Diez años de mucho trabajo, de esfuerzo, pero también de alegrías y satisfacciones compartidas; de apoyos sinceros, de experiencias vividas de la mano de los equipos que lideran nuestra querida APD a nivel Nacional, de ver nacer y crecer el proyecto de APD Internacional… En definitiva, de crecer, pero creciendo bien, con el propósito de ser útiles y de ganarnos cada día y todos los días el valor de ser un instrumento al servicio de la mejor clase directiva de esta gran Comunidad que es Asturias y este gran país que es el de todos.
Diez años que han pasado volando y en los que hemos sabido ser siempre positivos. Sigamos siéndolo, pongamos a trabajar nuestro talento, ese que hemos desarrollado tan intensamente y que nos permitirá seguir sumando un sinfín de éxitos y enfrentar las dificultades, si las hubiese, con el instinto y el propósito de liderar a personas que trabajan por y para las personas.
Entre todos, llegaremos muy lejos. Os doy mi palabra.
Un fuerte abrazo y… ¡Nos vemos en APD!
