El marketing verde o marketing ecológico consiste en realizar estrategias comerciales dedicadas a la venta de productos que sean ecológicos, o bien que disminuyan el impacto negativo en el medio ambiente. Es un marketing cada vez más usado por las empresas, ya que se adapta a las tendencias y pensamientos actuales.
Este movimiento surge de la preocupación, inquietudes y la creciente demanda de las personas por políticas que respeten el entorno que nos rodea. Según datos del CIS, en los últimos veinte años ha crecido el interés que muestra la sociedad española por aspectos relacionadas con el medio ambiente.
Más del 75 % de los ciudadanos han afirmado estar interesados por la ecología y preocupados por el medio ambiente. Hoy en día muchas personas están más comprometidas con el medio ambiente y las políticas éticas para proteger su salud y mejorar en calidad de vida.
El marketing verde es una innovadora tendencia presente en muchas empresas y que sigue en auge. Es una opción favorable por la que apuestan muchas marcas a la hora de promover sus productos y contribuir a la vez a la mejora del medio ambiente.
Este término se empezó a usar en la década de los 80 y principios de los 90, por la necesidad de cambiar el ritmo actual de producción y consumo actual. Surgió por el apuro de preservar los recursos no renovables y el objetivo de concienciar a los consumidores de los productos y servicios que usan.
Este tipo de marketing beneficia a las empresas, ya que permite atraer a nuevos clientes que prefieren comprar productos más saludables y menos contaminantes, en definitiva, productos ecológicos. Además, ayuda a mejorar el posicionamiento de marca, ya que este tipo de productos y servicios se posicionan como de mayor calidad que otros.
Por otra parte, permite educar y comprometer a los consumidores, a la vez que innovar y crecer. Es una forma de aumentar la visibilidad y hacer de este mundo un lugar mejor.
Algunas de las principales ventajas que aporta el implementar el marketing verde en una estrategia marketing o en una estrategia de comunicación son los siguientes:
Promueve el consumo responsable y permite un control de las sustancias extrañas que provocan la contaminación atmosférica, tales como agentes gaseosos, líquidos y sólidos.
Disminuye el impacto negativo sobre el medioambiente, ya que promueve el uso de materiales que sean eco-friendly y que no dañen el planeta.
Permite llegar a nuevos segmentos de público que están concienciados de los problemas actuales y de la necesidad de implementar cambios en los procesos de producción y estrategias de comunicación. Es un concepto que tiene múltiples alternativas de desarrollo.
Al trabajar con un concepto innovador y, además, al estar comprometidos con cuidar del entorno, esto provoca que muchos clientes vean la empresa con otros ojos. Es una forma de demostrar a los clientes que el producto que se ofrece no genera estragos ni en el ambiente ni en la salud de las personas. De este modo, eso revaloriza a la marca.
Además, los inversores, accionistas y demás stakeholders también tendrán una imagen mucho más positiva de la empresa y eso mejorará los acuerdos y el negocio en general. De este modo, se pueden conseguir una gran cantidad de ventajas financieras. Para conseguirlo, es importante mostrar transparencia y difundir campañas reales.
Al cumplir con la responsabilidad social, muchos clientes empiezan a considerar el producto como mejor que los de la competencia. De este modo, se puede conseguir un posicionamiento en categorías de una calidad superior y además, con la etiqueta eco, que es sinónimo de una ventaja competitiva.
El marketing verde no solo es una tendencia, es un compromiso con el planeta y una promesa de sostenibilidad para las generaciones futuras
Implementar el green marketing o marketing ecológico es una forma de transformar el modelo de negocio, de modo que es más fácil conseguir más apoyos. Optar por un plan ecológico permite innovar en diferentes áreas de la empresa y proporcionar soluciones más creativas, así como tomar nuevos caminos a nivel social y tecnológico.
Los clientes que se identifican con los valores ecológicos tienden a ser más leales a las marcas que comparten su visión. Al implementar prácticas sostenibles, las empresas pueden fortalecer la relación con sus clientes, generando una base de consumidores más fiel y comprometida a largo plazo.
El marketing verde no solo se trata de promover productos ecológicos, sino también de optimizar los procesos para ser más eficientes. La implementación de prácticas sostenibles, como el reciclaje, el uso de energía renovable y la reducción de residuos, puede resultar en una disminución significativa de los costos operativos.
Las regulaciones ambientales son cada vez más estrictas en muchos países. Adoptar prácticas de marketing verde ayuda a las empresas a cumplir con las normativas vigentes y a prepararse para futuras regulaciones, evitando multas y sanciones.
En un mercado saturado, las empresas que adoptan el marketing verde pueden diferenciarse de la competencia. Los consumidores están cada vez más informados y buscan productos que sean respetuosos con el medio ambiente, lo que puede ser un factor decisivo en su decisión de compra.
Los empleados, especialmente las nuevas generaciones, prefieren trabajar para empresas que demuestren responsabilidad social y ambiental. Adoptar una estrategia de marketing verde puede atraer a talento altamente calificado que comparte los mismos valores, lo que a su vez puede mejorar la cultura y el desempeño de la empresa.
Al reducir la contaminación y promover productos más saludables, las empresas pueden contribuir al bienestar general de la comunidad. Esto no solo mejora la reputación de la empresa, sino que también puede generar un entorno más saludable y productivo para sus empleados y clientes.
Las empresas que se comprometen con el marketing verde suelen ser más transparentes en sus procesos y prácticas. Esta transparencia aumenta la confianza de los consumidores y otros stakeholders, creando una relación más abierta y honesta.
Los productos ecológicos y sostenibles tienen una demanda creciente en mercados globales. Adoptar una estrategia de marketing verde puede abrir puertas a nuevos mercados internacionales que valoran y demandan productos y servicios respetuosos con el medio ambiente.
Las empresas que implementan prácticas sostenibles reducen su dependencia de recursos escasos y vulnerables a cambios en las políticas y mercados internacionales. Esto ayuda a minimizar riesgos asociados con la volatilidad de precios y disponibilidad de materias primas.
La adopción de prácticas sostenibles puede hacer que las empresas sean más resilientes ante los desafíos ambientales y económicos, permitiéndoles adaptarse mejor a cambios en el mercado y condiciones climáticas adversas.
Tal y como esta estrategia de marketing aporta muchas ventajas a la empresa, también hay una serie de desventajas que cabe mencionar. Implementarlo puede dificultar o afectar negativamente a la empresa en el sentido de que conlleva muchos gastos extra y problemas con algunas personas que no creen en esta nueva tendencia.
Adaptar todo el proceso de producción e innovar en los procesos conlleva muchos gastos adicionales que algunas personas no están dispuestas a llevar a cabo. Para apostar por este cambio, es necesario asumir riesgos.
Además, los productos que forman parte de la etiqueta ecológica suelen ser más caros y algunos consumidores no están dispuestos a pagar su precio. Debido a los altos costes de producción, el precio final de estos productos ecológicos o servicios se infla.
Algunos proveedores quieren seguir con las técnicas y servicios de siempre, y eso puede ser problemático a la hora de negociar con ellos. Los productos o servicios responsables son más difíciles de conseguir, de modo que hay menos proveedores con los que poder contar. Su adquisición representa un esfuerzo extra.
Hoy en día este tipo de marketing verde, o también llamado marketing sostenible, va dirigido a un segmento de la población, aún reducido. Poco a poco más personas se van sumando a este cambio y van siendo conscientes de la necesidad de innovar. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer y medidas que implementar.
Si se sigue con el ritmo actual de producción y consumo, dentro de 50 años será necesario el equivalente a dos “planeta tierra”. Es labor de las empresas y de las organizaciones públicas educar en valores y proporcionar más conocimiento de causa. Es necesario darle nuevos enfoques a la concienciación para cuidar del medio ambiente y convencer a las empresas de no usar materiales que no sean nocivos para la salud.
En conclusión, el marketing verde se está convirtiendo en parte de la cultura de las empresas. Las marcas cada vez tienen más responsabilidad y conciencia a la hora de tomar decisiones, ya que los consumidores tienen necesidades muy específicas y no cumplirlas implica perder gran cuota de mercado.