El ‘networking’ se ha convertido en una de las palabras clave del mundo empresarial, protagoniza las publicaciones económicas más punteras y parece que no hay quien se resista a sus encantos. Se ha posicionado como una de las herramientas de trabajo que más adeptos ha logrado acumular en los últimos años pero, ¿qué significa realmente este vocablo anglosajón?
‘Networking’ es la unión de dos palabras que han revolucionado la manera de entender los contactos laborales. En el mundo empresarial cada vez se demandan más encuentros de networking para directivos. En español, su definición literal sería ‘red de trabajo’, un concepto que designaría al conjunto de personas que colabora a que nuestra tarea profesional pueda llevarse a cabo.
Se da por sentado que el público que acude a este tipo de eventos comparte conocimientos e intereses
La idea sobre la que se desarrolla el ‘networking’ es el establecimiento de una ‘red de contactos’ que permita crear oportunidades de negocio. Tal es la demanda de este tipo de encuentros, que rara es la conferencia, charla o curso presencial que no reserva un hueco en su programa para favorecer la interacción y contacto entre los asistentes. Se da por sentado que el público que acude a este tipo de eventos comparte conocimientos e intereses y, por ello, nada mejor que fomentar su diálogo a través del ‘networking’.
Son muy frecuentes las reuniones que enfocan sus objetivos a lograr el establecimiento de vínculos entre diferentes profesionales, aunque no siempre estos encuentros alcanzan su meta. Este desvío en el rumbo de los ‘networking meetings’ se puede corregir siguiendo unos sencillos consejos. ¿Qué se puede hacer para sacar provecho a este tipo de reuniones?
1.- Ve preparado: no hay nada peor que quedarse en blanco en este tipo de encuentros. Por eso conviene elaborar una lista que responda a los intereses que se quieren conseguir durante el ‘networking’. Por ejemplo, si eres un emprendedor que quiere desarrollar una aplicación sobre el mundo de la moda y acudes a una cita con diseñadores y empresarios textiles, debes conocer quiénes son tus principales objetivos y saber a qué se dedican con exactitud para poder abordarles de un modo efectivo.
2.- Elabora documentación: no se trata de llevar el currículum impreso e irlo entregando sin sentido a todo el que se cruza en el camino, sino de saber responder con propiedad y precisión a qué te dedicas en caso de que te pregunten. Sin dudas, sin titubeos. Si tú mismo no confías en tu proyecto y no lo conoces al 100%, nadie lo hará. Conviene llevar preparada documentación en papel sobre el proyecto en el que estás trabajando y tarjetas de visita por si alguno de los asistentes te la reclama.
La actitud positiva y las muestra de simpatía son herramientas muy útiles cuando se trata de dialogar con personas a las que nunca antes has visto
3.- Escucha y sé paciente: de los ‘networking meetings’ no solo se pueden extraer contactos que sirvan como clientes a tu negocio, sino que también es posible que se establezcan relaciones en las que tú seas el cliente. Por eso resulta fundamental escuchar las propuestas de los demás asistentes. Quién sabe si detrás de ese señor de barba o esa chica de gafas se encuentra una empresa que puede ayudar a desarrollar la nuestra.
4.- Mantén actualizados tus perfiles públicos: si tu proyecto le resulta interesante a alguien, casi con total probabilidad recurrirá a internet para buscarte. Por eso es importantísimo que la información que aparezca ante sus ojos esté actualizada y responda a las preguntas que han comenzado a rondar por su cabeza. LinkedIn, Facebook o Twitter son algunas de las herramientas que más podrían ayudarte a la hora de informar a tus interlocutores sobre el trabajo que estás desarrollando o pretendes comenzar a implementar.
1.- Vender, vender, vender: uno de los errores más comunes en los ‘networking meetings’ es dedicarse a hacer publicidad del negocio propio sin atender a lo que los demás pueden aportar. Un buen consejo sería escuchar con atención para saber en qué momento ofrecerse.
2.- Si te he visto, no me acuerdo: no se debe dejar que las relaciones establecidas se ‘enfríen’. Procura escribir un e-mail o llamar por teléfono a esos contactos que conseguiste durante la reunión de ‘networking’ para que tu cara no quede en el olvido. Resulta fundamental no dejar pasar muchos días para volver a entablar conversación y que no parezca que has perdido interés.
3.- Demasiada seriedad: aunque quieras demostrar que tu proyecto es serio y sólido, no te dejes llevar por los gestos demasiado rígidos. Una sonrisa a tiempo puede ser la mejor de las aliadas para que la gente confíe en ti. Según el artículo ‘The Untapped Power of Smiling’ publicado en la revista Forbes, las sonrías actúan como ‘pegamento’ social rompiendo las barreras entre desconocidos. La actitud positiva y las muestra de simpatía son herramientas muy útiles cuando se trata de dialogar con personas a las que nunca antes has visto.
#1 – No escuchar a los demás y centrarse en el proyecto propio.
Solución: Atiende a tus interlocutores para conocer sus trabajos y saber si están en consonancia con el tuyo.
#2 – Dejar pasar el tiempo sin contactar con las personas que conociste.
Solución: Manda un e-mail o llama por teléfono a tus contactos (no dejes pasar demasiados días)
#3 – Actitud rígida y distante.
Solución: Muestra actitud positiva y sonríe de manera natural.
#4 – Dudar y titubear ante tu proyecto.
Solución: Prepara las respuestas ante todas las preguntas que te puedan hacer. No hay espacio para la improvisación.
#5 – Mostrar un CV desactualizado y no disponer de documentación impresa.
Solución: Pon al día tu CV, lleva tarjetaas de visita y preparra algún dossier con los puntos clave de tu negocio.
#6 – Perfiles públicos desatendidos.
Solución: Muestra información de tu proyecto en tus perfiles. Actualiza Facebook, Twitter, LinkedIn…
#7 – Ir con la idea de vender, vender y vender.
Solución: Atiende a los demás: es posible que encuentres proveedores y no solo clientes.