La crisis económica de estos años pasados ha aportado dos aprendizajes a las empresas:
Es por ello que una relación de confianza con la entidad financiera es fundamental para este temprano análisis de las dificultades y sus posibles soluciones, para la propia supervivencia de la empresa.
Por lo tanto, aunque el precio es un factor importante, el director financiero de una empresa debe valorar otros factores a la hora de contratar con una u otra entidad financiera: la confianza que le ofrece, la reputación, la especialización en el negocio de empresas, la estabilidad en la relación entre ambos y la calidad del servicio.
Todos ellos son fundamentales para que se cree una relación fluida y de confianza entre la empresa y la entidad de manera que esta colaboración permita a la compañía agilidad de respuesta a la hora de acometer sus decisiones.
En el caso de Ibercaja, el gestor especialista de empresas mantiene esta relación. Además, cuenta con el apoyo adicional y constante de otros expertos del Banco en materias que pueden resultar más específicas o de una dificultad concreta, como pueden ser aspectos fiscales, negocio internacional, operaciones de leasing o renting, etc.