Podría parecernos que la digitalización del turismo comenzó y finalizó con el auge de las ventas online de viajes o las reservas de hotel, billetes de avión y espectáculos. Nada más lejos de la realidad: la auténtica transformación digital para todas y cada una de las empresas del sector turístico apenas acaba de empezar. La gestión del dato, su optimización e incluso compartición, es el punto de partida de una revolución digital que impulsa la innovación y la competitividad para que el sector opere en un mercado altamente globalizado.
Para compartir esta visión, solo debemos comprender que la gestión del dato va más allá de la tecnología y abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio, porque el dato está detrás de tendencias tecnológicas como la Inteligencia Artificial, los coches autónomos o las ciudades inteligentes. Al fin y al cabo, no podemos entender la tecnología como un fin en sí mismo; solo cobra sentido en las empresas, de cualquier sector y tamaño, si la entendemos como una herramienta al servicio de los resultados de negocio y de la optimización de nuestra cadena de valor.
La auténtica transformación digital para todas y cada una de las empresas del sector turístico apenas acaba de empezar
Como turistas, nuestra huella digital define minuciosamente todas nuestras preferencias. Desde el medio de transporte que elegimos, hasta las fechas más significativas de nuestra agenda personal y, por supuesto, qué comemos y cómo nos divertimos. La capacidad de recopilar, almacenar, analizar y darle utilidad a este ingente volumen de información mejora la eficiencia de las operaciones y abre la puerta al diseño de una oferta de experiencias personalizadas que potencien la fidelización y satisfacción del cliente. El análisis de datos en tiempo real proporciona información valiosa para comprender a los visitantes y anticiparse a sus necesidades, facilitando la toma de decisiones fundamentadas que nos permitan asignar nuestros recursos y poder diseñar estrategias comerciales más eficientemente.
Además, por la propia interdependencia del turismo, también debemos tener en cuenta que esta es una oportunidad abierta a sus múltiples actores interrelacionados, como las administraciones locales y regionales, y otros sectores, como el cultural o el hostelero, fuertemente vinculados y con un gran peso en muchos destinos.
Sin embargo, ¿cómo lidiamos correctamente toda la complejidad alrededor de la gestión del dato? Tecnológicamente, no debemos complicarnos. El cloud computing es el único modelo capaz de ofrecernos, a coste asequible, la capacidad de almacenamiento y computación que exige el inmenso volumen de datos que requiere la digitalización, además de permitirnos hacer frente a esa estacionalidad tan característica del sector, algo que siempre suma.
¿Y cómo llegamos al cloud? La respuesta es igualmente sencilla, a través de la externalización en empresas especializadas. Los proveedores cloud son la mejor y más eficiente manera de tener el equipamiento y el expertise necesario para que los equipos IT puedan acelerar la innovación, sin tener que asumir el desafío que supone la administración y seguridad tecnológica del dato.
Tecnológicamente ya tenemos las respuestas a muchas de las preguntas que nos surgen cuando queremos optimizar nuestra cadena de valor apoyándonos en el dato. Sin embargo, también debemos responder a una cuestión clave: ¿con quién? ¿En quién confío mis datos de negocio y la información de mis clientes?
Y para responder a esta respuesta debemos tener en cuenta la complejidad legislativa detrás del ecosistema digital: normativas nacionales y supranacionales, propias y de otros entornos pero que nos influyen al poner en manos de un tercero el más valioso activo que tienen una empresa, sus datos…. Y ahí, nuevamente, la opción más segura es recurrir a una empresa especializada que se encuentre exactamente bajo el mismo marco normativo en el que opera nuestro negocio. El dato es la materia prima de nuestra competitividad presente y futura y debemos plantearnos a quién se lo confiamos, dónde acaba y para qué se utiliza.
