NEW RULES: LAS REGLAS HAN CAMBIADO
Contar una historia para conectar con nuestro público objetivo ya no es suficiente para las marcas. Hoy las organizaciones van más allá, buscando implicar a la audiencia y proponiéndole vivir una experiencia a través de su producto. Esto es lo que define el storydoing marketing. Una estrategia de marketing que se encarga de acercar a los consumidores, a través de experiencias, a los productos y servicios de una marca.
Según afirman diferentes estudios, el storydoing permite incrementar los beneficios a las empresas de manera mucho más rápida a cambio de una menor inversión publicitaria. Además, gracias al impulso de las redes sociales, el storydoing permite conectar con los usuarios al mismo tiempo que se les hace protagonistas. José Manuel Velasco, Global Alliance for Public Relations and Communication Management, afirma que: “La gestión de las turbulencias nos lleva a considerar nuevas exigencias como la escucha empática, la resiliencia, la gestión de la diversidad, la adaptación a entornos más ágiles y ligeros…Hay que comunicar conductas. No solo decir qué haces sino cómo lo haces. Desarrollar el Storydoing dando criterios”.
Ahora bien, ¿cuáles son los pasos a seguir para implantar una buena estrategia? ¿Cómo funciona el storydoing y cómo puede aplicarse a la empresa? Todo dependerá de lo que se busque promocionar y de cómo queramos conectar con el público. Si bien, existen una serie de pasos a tener en cuenta que ayudarán a conseguir dicho objetivo.
A la hora de iniciar cualquier estrategia de marketing, lo primero será conocer a quién nos dirigimos. Saber cuáles son sus gustos e intereses para crear una experiencia que capte su atención. En definitiva, elaborar un buyer persona para conocer al público objetivo.
Para ello, las organizaciones pueden apoyarse en diferentes herramientas de análisis de audiencia, donde se determinen desde un principio las preguntas clave y los parámetros para determinar la creación de la audiencia. Un buen análisis será la base para orientar la estrategia.
Al igual que es necesario definir el público al que la organización se dirige, es importante también conocer el entorno en el que se encuentra la marca. Saber quiénes son los competidores, a qué elementos externos se enfrenta o conocer los límites que se pueden asumir, serán aspectos muy relevantes.
En este punto realizar un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) ayudará a la compañía a establecer su lugar en el mapa de competidores. Sabremos cuáles son las debilidades y fortalezas, necesarias para orientar la estrategia de forma correcta.
¿Qué es lo que queremos conseguir con la campaña? Una vez analizada la audiencia y sabiendo el contexto en el que se encuentra la marca, llega el momento de fijar los objetivos a alcanzar. Determinar cuáles serán los valores que se quieren transmitir y que se asocien a la misma. El objetivo del storydoing es crear un vínculo con los clientes. Algo que solo se consigue con trasparencia.
Si lo que se busca es utilizar esta herramienta, las historias que se cuenten han de estar directamente ligadas con la identidad y la cultura de la marca.
Como último paso, las organizaciones han de establecer los canales de llegada a la audiencia. No será lo mismo interactuar con un rango de edad que con otro, o con un perfil con unos intereses u otros. En función del buyer persona que se ha determinado en el paso 1, se establecerán los canales de comunicación con la audiencia.
Lo importante es que, a través de esos canales, se consigan transmitir emociones. Ese es el principal objetivo de la acción de stroydoing.
¿Qué beneficios aporta el storydoing? ¿Por qué poner en marcha este tipo de estrategia puede aportar valor diferencial a la marca? Las redes sociales son una herramienta que sirve de gran apoyo para impulsar una estrategia de storydoing. Aprovechar todas estas ventajas, que a continuación se detallan, será clave para asegurar el máximo retorno.
El storydoing es una evolución del stortytelling. Como se ha visto, parte de la necesidad de los clientes de no solo escuchar historias, sino de ser parte de ellas. Las marcas han de hacer un esfuerzo por involucrar al cliente en esas historias, conocer sus deseos y que pase a ser el protagonista con sus experiencias en una historia real. Es por ello que las organizaciones comienzan a tomar esta herramienta como parte de su estrategia de inbound marketing, con el objetivo de mejorar la fidelidad de sus clientes.