Durante 2021, el trabajo híbrido ha ido ganando peso frente al ‘boom’ inicial del teletrabajo en España. Ya no es necesario para las empresas operar en remoto; sin embargo, el trabajo presencial parece haberse quedado obsoleto. De ahí que el trabajo híbrido se haya convertido en el modelo más equilibrado para muchas empresas de cara al contexto post-Covid.
El trabajo híbrido significa trabajar al mismo tiempo en presencial y en digital y esto no tiene porqué estar siempre ligado al espacio de trabajo. En palabras de Francisco Vázquez, Presidente de 3g office: «El trabajo flexible va a ser sin duda el modelo que vamos a adoptar, porque las personas se han dado cuenta que pueden llegar a ser dueñas de su tiempo y que no tiene sentido ni el trabajo 100% presencial ni el 100% offline».
De hecho, según un reciente estudio de Factorial HR, el 87,8 % de las empresas en España ya exploran esta vía. En concreto, esas organizaciones ya ofrecen (o, al menos, contemplan la posibilidad) el trabajo mixto como un beneficio extra para sus empleados y los futuros candidatos.
No obstante, la implantación del trabajo híbrido en España sigue suponiendo un auténtico desafío para las empresas. Especialmente, en lo que se refiere a la comunicación (para el 59,2 % de ellas) y los aspectos legales (34,7 %). En cualquier caso, para la mayoría resulta beneficioso para aumentar el engagement de sus empleados (70,4 %) y la optimización de la gestión del tiempo (48 %).
En esencia, se trata de un modelo flexible que permite a una empresa ofrecer a los empleados la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar. Y eso tiene una serie de implicaciones en la estructura de la organización.
La más evidente es que la plantilla gana en flexibilidad y capacidad de conciliar entre su vida laboral y familiar. La posibilidad de trabajar indistintamente desde la oficina o desde casa permite a todo el mundo ahorrar tiempo en desplazamientos. Al mismo tiempo, disponer de un espacio donde poder trabajar uno o varios días a la semana permite que no se pierda la interacción social, como sucedió durante el confinamiento. Para los expertos, la vida flexible es poder llegar a ser dueño de tu tiempo y distribuir tus tareas conciliando. La pandemia nos ha hecho replantearnos muchas cosas, entre ellas el modelo de trabajo que conocíamos hasta entonces, pero la oportunidad de cambiar y de sumarnos a la nueva revolución es ahora.
Por otro lado, el modelo de trabajo híbrido puede ser un atractivo más a la hora de captar y retener talento. El cambio de paradigma ha propiciado que la mayoría de los empleados valoren más ahora la flexibilidad que ofrece el teletrabajo. Y, por eso mismo, supone un extra a la hora de negociar las condiciones de un candidato o de convencer a un trabajador para que permanezca en la empresa.
Muy relacionado con este punto está el bienestar del empleado. La mayoría de los estudios recientes apuntan a que, como incentivo, el trabajo híbrido contribuye a mejorar la salud mental de la plantilla. En este sentido, los empleados tienden a ser más felices si tienen más flexibilidad y autonomía para elegir su lugar de trabajo. Esto se traduce directamente en un menor estrés y un mayor rendimiento laboral que, en última instancia, implica una mayor productividad para la empresa.
Pero, sin duda, una de las mayores transformaciones que implica un modelo de trabajo híbrido es la digitalización de la empresa. En un proceso que, paralelamente, permite actualizar la forma de trabajar de arriba abajo:
Entrevista con Francisco Vázquez, Presidente de 3g office
This is «Entrevista con Francisco Vázquez, Presidente de 3g office» by APD on Vimeo, the home for high quality videos and the people who love them.
La tendencia de trabajo que más va a afectar a la configuración de los espacios corporativos es el concepto de empresas líquidas, con límites difusos en cuanto a crecimiento y número de empleados, asegura Vázquez.
Todos estos cambios llevan inexorablemente a un replanteamiento del papel de la oficina. En el trabajo híbrido, siguen existiendo una serie de actividades para las que es necesario (o, al menos, conveniente) disponer de un espacio físico. Sin embargo, no es descabellado pensar en una reducción drástica del tiempo de uso del mismo. Por eso, el primer paso es planificar cuánto tiempo y qué puestos de trabajo son estrictamente necesarios.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el modelo de trabajo híbrido supone un auténtico cambio de paradigma. Un paso intermedio entre el modelo presencial y el teletrabajo que permite contar con una estructura física mínima y, al mismo tiempo, dotar de flexibilidad a la organización. En este sentido, exige de una madurez y capacidad de gestión en remoto adaptada a los nuevos tiempos. Al mismo tiempo, permite centralizar aquellas tareas que no pueden hacerse en remoto. Por ejemplo, una compañía con 100 empleados puede perfectamente plantearse disponer de una oficina con un par de despachos (para reunirse) y alrededor de 10 puestos de trabajo para ser plenamente operativa.
Para Vázquez, «vamos a ver sedes corporativas conectadas con su entorno y capaces de fomentar las relaciones sociales con lugares de encuentro para poner en práctica la creatividad, el trabajo en equipo… etc. Nace el trabajo colaborativo con propósito y se genera una cultura atractiva para los empleados y para la sociedad en general. Cada sede corporativa debería ser distinta, con espacios de trabajo inclusivos y diversos. Estamos en un momento de generar valor e impacto en la sociedad«.