El futuro de las pensiones es una de las grandes preocupaciones de los españoles. No se trata de una cuestión baladí, y son cada vez más las compañías que comienzan a preguntarse qué pueden hacer por cubrir las necesidades de sus trabajadores. ¿Hasta qué punto son las empresas responsables del futuro de tu jubilación?
La realidad es que España es el tercer país de la Unión Europea con una tasa de natalidad más baja (8,4 nacimientos por cada 1.000 habitantes), superado sólo por Grecia e Italia. A la misma vez, algunos estudios apuntan que nuestro país será en 2040 el que mayor esperanza de vida tenga en todo el mundo. En 2050 es probable que por cada 100 trabajadores haya 60 jubilados, según las últimas proyecciones del Gobierno.
En este contexto, los planes de ahorro complementarios de los trabajadores emergen como una solución de cara al futuro. Sin embargo, la realidad es que sólo el 8,1% de las compañías españolas posee un sistema de previsión social para la jubilación de sus trabajadores.
El ‘Barómetro de Previsión Social Empresarial’ elaborado por la unidad de negocio Employee Benefits de Nationale-Nederlanden, especializada en soluciones retributivas y de protección para empleados y directivos, en colaboración con Atrevia y realizado a partir de 240 encuestas a pequeñas, medianas y grandes empresas y 2.386 empleados.
«A la luz de los resultados del Barómetro, los empleados miran a las empresas para que asuman un papel fundamental en la puesta en marcha de un sistema de ahorro complementario a su pensión pública de jubilación», explica Juan Marina Rufas, Director de Nationale-Nederlanden Employee Benefits.
Pese a esta demanda creciente, los datos señalan que la mayoría de los trabajadores no se muestra muy optimistas respecto a la implicación de las empresas españolas por implementar soluciones para la jubilación. De hecho, el 75% considera que el compromiso es bajo o muy bajo y el 67,3% opina que no cambiará a corto o medio plazo. ¿Qué puede entonces hacer una empresa para ayudar a planificar la jubilación de sus empleados?
¿Por qué ocurre esto? ¿Cómo podemos manejar en España unas cifras tan bajas en cuanto a sistemas de previsión social complementaria por parte de las empresas? Según el experto de Nationale-Nederlanden Employee Benefits, esto se debe a tres factores principales.
En otros países de la Unión Europea estos sistemas se han convertido en «obligatorios» y juegan un papel muy importante en la percepción de las empresas por parte de los empleados
Según los datos del Barómetro, el 43,4% de las compañías considera compleja o muy compleja su implantación, el 40,3% los tilda de innecesarios y hasta un 11,2% asegura que implantarlos supondría unos costes elevados.
Estos datos contrastan con la situación que se da en otros países de la Unión Europea en los que estos sistemas se han convertido en «obligatorios».
Por otra parte, tal y como desvela el Barómetro, juegan un papel muy importante en la percepción de las empresas por parte de los empleados, ya que más de la mitad de los empleados que tienen productos contratados a través de las empresas hacen una valoración positiva.
Según el Barómetro, el 67% de las compañías afirma que los sistemas de ahorro complementario mejoran la percepción de la empresa por parte de los empleados y, además, un 49% lo considera una herramienta de atracción y retención de talento.
Habría que incentivar a las compañías de nuestro país reduciendo la complejidad de gestión de estos productos, mejorando su fiscalidad y haciéndolos más atractivos frente a otros productos de ahorro. J.M.
¿Es posible incentivar a las compañías de nuestro país para conseguir que contraten este tipo de servicios? Sí. La principal medida, según Juan Marina, pasaría por salvar los frenos que se señalan en el Barómetro: el coste económico, el desconocimiento generalizado de este tipo de productos y, en el caso de las PYMES, la propia estructura de la empresa.
«Habría que reducir la complejidad de gestión de estos productos ya que pueden condicionar su desarrollo, mejorar su fiscalidad para aminorar el impacto económico en las empresas y hacerlos más atractivos frente a otros productos de ahorro», añade Juan Marina.
Conseguir que las compañías sean conscientes de la inquietud que tienen sus trabajadores al respecto y de la importancia que le dan a estos productos es, sin duda, el otro gran reto que tenemos por delante. El Barómetro indica que el 65% demanda mayor información sobre su jubilación, tanto del Estado como de sus empresas.