Uno de los principales retos en la actualidad es saber aplicar un proceso de innovación en las empresas, en todos sus aspectos. Saber cómo hacerlo es tan importante como ponerlo en práctica.
Cuando una empresa se encuentra ante la tesitura de reaccionar ante un mercado que cambia muy rápido o quiere adelantarse a unos competidores que están modernizándose, siempre se habla de la importancia de la innovación y de su aplicación en todas las áreas. Pero no siempre queda claro de qué se está hablando ni qué implica.
Innovar es, según el Manual de Frascati, “la transformación de una idea en un producto vendible, nuevo o mejorado, en un proceso operativo en la industria y en el comercio o en un nuevo método de servicio social”. Es una necesidad para sobrevivir en mercados muy competidos en los que se introducen constantemente nuevas variables.
La innovación, una necesidad para sobrevivir en mercados muy competidos y en cambio constante
Por muchos motivos, pero principalmente, “porque los tiempos cambian, pero los clientes, también. Son más exigentes, hay que ofrecerles soluciones llave en mano porque no todos quieren lo mismo, ahora buscan cosas nuevas”. Así lo cree Xabier Basañez, Director General de Bilbao Exhibition Centre (BEC) y Presidente de AFE-Asociación de Ferias Españolas, para quien esos cambios también se perciben en el sector ferial de manera muy notable: “nuestros clientes ya no solo vienen a los eventos o ferias que celebramos a comprar o a vender. Esperan más: unos buscan notoriedad, otros una experiencia, otros contactos, networking. Y todo eso hay que facilitárselo”.
Hay varios elementos que hay que tener en cuenta cuando se apuesta por la innovación: que es bastante más complejo que aplicar nuevas tecnologías, que es necesario que haya una cultura de innovación en todos los departamentos, y que resulta fundamental que los directivos y los empleados entiendan bien el concepto de lo que se quiere lograr.
Uno de los aspectos que más se discute actualmente es la importancia de que la innovación se traduzca en una cultura abierta en la compañía. Esto implica contar también con fuentes externas que ayuden a encontrar estrategias que permitan reducir costes, redefinir los roles internos, aumentar las fuentes de información y las redes de contacto, acceder a nuevos mercados y democratizar el proceso innovador.
La redefinición de los roles internos en la empresa lleva a una organización más ágil a la hora de adaptarse a los cambios
Ese punto de la redefinición de los roles internos en la empresa lleva a una organización más ágil a la hora de adaptarse a los cambios del mercado. Aquí entra en juego el concepto de holacracia, una estructura organizativa horizontal, sin jerarquías marcadas, distribuida en círculos en los que cada integrante asume uno o varios roles. Y que no tiene problema en combinar capacidades internas con otras logradas a través de la externalización de algunas funciones.
Es un ejemplo de innovación en el modelo organizativo de la empresa como respuesta a un entorno VUCA, o lo que es lo mismo y raíz de estas siglas: un entorno de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad.
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Si no se quiere llegar a esa reestructuración, sí se debe asumir que la innovación es un objetivo estratégico importante. Si la empresa está estudiando constantemente el mercado para reaccionar a sus cambios y adaptarse a ellos, su cultura tiene que favorece una estrategia de innovación. Y también debe hacerlo ante la transformación digital de su negocio. Esta afecta a aspectos como la experiencia del cliente y su gestión, el cambio en las ventas y la distribución, y en la relación con los proveedores, la entrada de modelos de co-creación en la innovación de productos y servicios… Diferentes aspectos de la compañía están mucho más conectados.
A pesar de la relevancia de la presencialidad en este tipo de sectores, en el ámbito de la innovación ferial, la tecnología y la digitalización constituyen también elementos indispensables. “En BEC los aplicamos tanto en nuestras dinámicas internas como en los procesos que están visibles en nuestros eventos para tratar de llevar la relación con nuestros clientes a un ámbito digital sin perder el ámbito personal. Nosotros nos dedicamos a juntar personas tratando siempre de encontrar nuevos productos, porque los propios avances tecnológicos generan nuevas oportunidades y nuevos negocios”, señala el también Presidente de AFE.
Y para muestra, un botón. Recientemente se celebraba en BEC la Bienal Internacional de Máquina-Herramienta, una de las citas más importantes de Europa en su especialidad. Como afirma Basañez, “se trata del mayor exponente de innovación, porque se da lo último en tecnología en cuanto a industria 4.0 y fabricación avanzada. La propia feria ha sido innovadora en los últimos años en cuanto que ha ido incorporando elementos y nuevas ferias paralelas que han ido avanzando con los tiempos”. Y es que si hay un sector innovador ese es el industrial y su planteamiento de fabricación 4.0, que está en la base de la revolución hacia un modelo productivo más eficiente.
La estrategia de innovación tiene que alcanzar a todos los estamentos de la empresa. Los directivos tienen que estar listos para hacer cambios y deben fomentar en los empleados el mantenerse atentos a las novedades en el mercado y adelantarse, así, a la competencia. Estos tienen que ser recompensados por proponer nuevas ideas, aunque sean un riesgo, y ha de fomentarse la retroalimentación en cada proyecto, el aprendizaje de lo que se ha hecho bien y en lo que se ha fallado.
La innovación está en nuestro ADN y ha llegado el momento de usar toda su fuerza para hacer frente a los desafíos que plantea el mundo actual
Además, la transformación digital genera nuevas formas de comunicación y colaboración entre los trabajadores, que deben adaptarse a tener un rol más activo y a compartir información con otros grupos y departamentos dentro de la empresa. En el esfuerzo innovador no puede dejarse de lado al capital humano porque su desmotivación puede ser un problema tan grave como no prever los cambios en el mercado.
Los trabajadores tienen que ver que hay un camino de crecimiento para ellos en la empresa, que su integración en la estrategia de innovación también tiene beneficios para ellos.
Porque, como concluye Xabier Basañez, “lo que no se puede perder nunca de vista es que la tecnología y la digitalización son herramientas para otro fin, pero no son el fin en sí. La innovación está en nuestro ADN y ha llegado el momento de usar toda su fuerza para hacer frente a los desafíos que plantea el mundo actual”, manteniendo siempre en el centro a las personas.