¿Cuánto tiempo (al día, al mes, al año, a lo largo de nuestra existencia) pasamos trabajando? Según los estudios, más de un 30% de nuestra vida. Da vértigo, ¿verdad? En la vorágine del día a día quizá no seamos tan conscientes de ello, pero un porcentaje tan elevado puede repercutir seriamente en nuestra salud y, por consiguiente, en la de nuestra empresa. Esta reflexión nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Puede conjugarse alto rendimiento empresarial con bienestar? La respuesta es sí, y en Fabrika saben cómo hacerlo.
Centro de alto rendimiento (empresarial)
La cultura empresarial es un factor clave para el éxito de cualquier organización. Sin embargo, en un mundo cada vez más cambiante y complejo, muchas empresas enfrentan grandes desafíos en su transición hacia una cultura más inclusiva, colaborativa y sostenible.
Es aquí donde Fabrika, el primer Centro de Alto Rendimiento (empresarial) diseñado para la Transición Cultural de las Organizaciones, entra en juego trabajando con los equipos y personas de las organizaciones para convertirlas en proyectos compartidos basados en la confianza. Una iniciativa pionera de alcance internacional promovida por Adegi (Asociación de Empresas de Gipuzkoa) que ha invertido 6M€ en la construcción de este nuevo centro en San Sebastián.
Fabrika ayuda a las empresas a lograr mejores resultados con un mayor bienestar de sus personas
Una idea que se transforma en realidad
Pero para comprender el objetivo de este innovador proyecto basado en el alto rendimiento empresarial, lo mejor es remontarnos a 2014, año en el que se presentó una nueva cultura como resultado de un ambicioso viaje que emprendieron las empresas de Gipuzkoa allá por 2009.
Como afirma el Director de Fabrika, Juan Mancisidor, las empresas guipuzcoanas fueron conscientes ya entonces de la necesidad de transformar su cultura -entendida como las relaciones entre las personas de la organización- para ganar competitividad y ser más atractivas para el talento. “Había empresas que ya estaban haciendo cosas muy interesantes, algo que, junto a los años que llevábamos realizando programas de liderazgo y lo que aprendimos visitando diferentes lugares inspiradores por el mundo, nos permitió identificar los principios de una nueva cultura que ayude a las organizaciones a ser más efectivas, afectivas y adaptativas”.
En enero de 2020 se puso la primera piedra del nuevo proyecto que, un año después, inició su actividad coyunturalmente en las instalaciones de Adegi. Y desde enero de 2023 lo hace en las del nuevo edificio.
Para Mancisidor no es una fábrica al uso, sino que se trata de una “fábrica de elementos intangibles que no se ven, pero que se pueden fabricar. Fabricamos cultura, relaciones, confianza… entre las personas y los equipos de la organización”. ¿Cómo? A través de diferentes programas para hacer que todas remen juntas en la misma dirección.
“Comenzamos con un nivel de Concienciación bien para un grupo de líderes de diferentes empresas y/o bien para los equipos de una misma organización (equipo directivo, responsables intermedios). Para ello, trabajamos principios clave como el propósito, la confianza, los valores, el bienestar, el liderazgo, la comunicación, la participación y la adaptabilidad”.
Poniendo el foco en las personas
Y es precisamente ahí, en esa Nueva Cultura, en esas relaciones interpersonales donde reside la verdadera esencia de este proyecto. Así lo resume Mancisidor: “Para explicar de manera muy gráfica lo que hacemos en Fabrika, voy a simplificar al máximo lo que vemos cuando trabajamos con una empresa: personas que se interrelacionan entre sí para abordar un proyecto en común».
Tan sencillo (aparentemente) y tan universal como esto. «No nos fijamos tanto en sobre qué hablan en concreto las personas de una organización, sino en cómo hablan entre sí, cómo proponen los objetivos y las nuevas ideas, cómo toman las decisiones o cómo gestionan los conflictos”.
No nos fijamos tanto en sobre qué hablan las personas de una organización, sino en cómo hablan, cómo proponen las nuevas ideas, o cómo toman las decisiones o gestionan los conflictos
Su metodología se basa, así, en la comprensión profunda de la cultura organizacional, y en la creación de un plan ‘ad hoc’ de acompañamiento personalizado para la transición hacia una cultura más efectiva mediante el uso de herramientas y técnicas innovadoras para involucrar a todas las personas y fomentar el compromiso.
El centro cuenta con un conjunto de facilitadores certificados en el Método Fabrika que son quienes entrenan a los equipos en el trabajo presencial en sala a través de diferentes dinámicas vivenciales, que se acompañan después con trabajo no presencial de refuerzo.
Como destaca su Director, solo las cosas que se hacen visibles se pueden entrenar, y si se pueden entrenar, se pueden mejorar. “Hay que conseguir mejores resultados, pero al mismo tiempo, hay que conseguir que las personas crezcan y se encuentren mejor”. Y es que no es nada nuevo que cuanto mejor están las personas en una organización, mejores serán los resultados.
