La aplicación de la inteligencia artificial en la medicina es cada vez mayor, pues brinda muchas facilidades a la hora de supervisar a los pacientes de manera remota o gracias al diagnóstico por imagen, entre otras utilidades. De hecho, según un informe de CB Insights, el 86 % de las organizaciones proveedoras de asistencia utilizan la inteligencia artificial (IA).
Asimismo, se espera que para 2025 haya sistemas de IA que puedan responder a cuestiones concretas de los pacientes y facilitar la gestión de la salud en la población mediante el uso de avatares digitales. Un uso que en la actualidad está restringido al ámbito académico, pero que se espera que dé mucho juego junto con la aplicación de la realidad aumentada.
Este tipo de tecnología está cada vez más a la orden del día. Gracias a la IA, es posible que las máquinas puedan evaluar y analizar datos para desarrollar tareas del mismo modo que las realiza un ser humano. Para ello, se utilizan técnicas como el machine o el deep learning. De esta manera se incorporan nuevos conocimientos que se procesan en base a los algoritmos diseñados.
El 86% de las organizaciones proveedoras de asistencia utilizan la inteligencia artificial (IA)
En el campo de la medicina, esta tecnología tiene una especial relevancia porque permite procesar y analizar datos médicos con los que mejorar la gestión sanitaria. Además, facilita la realización de diagnósticos y podría incluso mejorar los problemas de salud de los pacientes. Esto es posible gracias a la capacidad que ofrece la IA de detectar ciertos patrones de salud, lo cual resultaría muy útil para agilizar la solución de ciertos problemas médicos.
Con la IA se está provocando una disrupción del paradigma del sector desde diferentes perspectivas. Un claro ejemplo es el procesamiento de datos médicos. Gracias a su alta capacidad de procesamiento, es posible realizar diagnósticos médicos con mayor precisión y detectar patologías con pequeños márgenes de error.
La IA puede aplicarse prácticamente en todos los campos de la medicina, pues es una herramienta de apoyo para el personal sanitario que complementa su trabajo y lo mejora. Para ilustrar todas las ventajas mencionadas que ya están presentes en este campo, a continuación algunos ejemplos de aplicaciones que tiene la IA en la medicina.
Una de las ventajas más importantes de la IA es la rapidez con la que puede procesar elevadas cantidades de datos. Esto es especialmente relevante a la hora de analizar diferentes pruebas médicas (resonancias, estudios genéticos…).
De hecho, gracias al aumento de registros electrónicos debido a la recopilación que se hace con sensores y dispositivos wearables, se dispone de una mayor cantidad de datos que, gracias a la IA, se pueden procesar y analizar.
Esta es otra de las aplicaciones más interesantes, pues se pueden analizar los datos para realizar diagnósticos certeros y precoces. Su utilidad en este aspecto está fuera de toda duda, sobre todo para enfermedades que se desarrollan muy rápido, como algunas patologías degenerativas o ciertos tipos de cáncer. Al identificarlos a tiempo, el tratamiento puede comenzar antes y parar su progresión.
Un claro ejemplo de la eficacia en este campo es su aplicación en los casos de cáncer de mama. Gracias a la inteligencia artificial se han desarrollado sistemas de detección precoz que permiten realizar mamografías eficaces en las etapas más tempranas de la enfermedad, así como mejorar la precisión de los radiólogos.
En el campo de la farmacología, la IA también ofrece numerosas ventajas, ya que facilita el trabajo de los investigadores a la hora de analizar las secuencias genéticas para hallar las vacunas o soluciones adecuadas para diferentes tecnologías. De forma indirecta se podría decir que a través de esta aplicación de la tecnología se han salvado millones de vidas.
Este es otro de los campos que, en el futuro, se va a ver más beneficiado por la aplicación de la IA. En la actualidad ya existen herramientas que así lo demuestran, como la aplicación móvil que a través de un sistema de reconocimiento facial permite detectar enfermedades raras y trastornos genéticos. Una simple fotografía es suficiente para que esta tecnología pueda procesar una base de datos de hasta 8000 enfermedades diferentes.
Gracias a la aplicación de la IA durante el embarazo, la visión del feto es mucho mayor. Esto permite, junto a un análisis pormenorizado de los datos, obtener cómodamente grandes cantidades de datos del estado del embarazo en tiempo real. Esta aplicación posibilita disfrutar de embarazos más seguros y prescindir de procedimientos invasivos para identificar malformaciones.
Las prótesis inteligentes son aquellas que aprenden de la persona que la lleva, de manera que se adapte mucho mejor a sus necesidades y movimientos. Se trata de apéndices mecánicos que no solo sustituyen a un miembro del cuerpo, sino que memorizan los patrones de movimiento de la persona y pueden ser controlados mediante una aplicación.
Los sistemas de cirugía robótica, como el da Vinci, utilizan IA para proporcionar a los cirujanos una mayor precisión y control durante procedimientos complejos. Estos sistemas permiten realizar cirugías mínimamente invasivas, reduciendo el tiempo de recuperación y el riesgo de complicaciones. La IA también puede analizar datos de cirugías anteriores para optimizar técnicas y predecir posibles complicaciones durante el procedimiento.
Los chatbots y asistentes virtuales, alimentados por IA, pueden brindar atención médica básica, responder preguntas de salud comunes, y ayudar a los pacientes a gestionar su salud desde casa. Durante la pandemia de COVID-19, estas herramientas fueron esenciales para la monitorización remota de síntomas y la provisión de asistencia médica a distancia.
La IA puede optimizar la gestión de hospitales y clínicas, prediciendo la afluencia de pacientes y ajustando la asignación de recursos en tiempo real. Esto es crucial para evitar la saturación en épocas de alta demanda, como durante brotes de enfermedades. Además, la Inteligencia Artificial puede ayudar a gestionar el inventario de suministros médicos, asegurando que siempre haya disponibilidad de medicamentos y equipos críticos.
Los dispositivos de IA se están utilizando en la rehabilitación para personalizar programas de terapia física, basados en el progreso individual del paciente. Estos sistemas pueden ajustar automáticamente los ejercicios y la intensidad de la terapia en función de las necesidades del paciente. La IA también está presente en exoesqueletos robóticos que asisten a pacientes con lesiones medulares o accidentes cerebrovasculares, facilitando la recuperación de la movilidad.
Los modelos predictivos de IA son capaces de analizar grandes conjuntos de datos epidemiológicos y detectar patrones que podrían indicar el inicio de una epidemia. Estos sistemas pueden alertar a las autoridades de salud pública para que tomen medidas preventivas antes de que la enfermedad se propague ampliamente. Durante la pandemia de COVID-19, la IA fue utilizada para rastrear la propagación del virus y modelar escenarios futuros, ayudando a la planificación de respuestas de emergencia.
La IA también está siendo aplicada en el campo de la salud mental, por ejemplo, mediante aplicaciones móviles que utilizan técnicas de aprendizaje automático para detectar síntomas de depresión o ansiedad en los usuarios. Estas aplicaciones pueden ofrecer intervenciones inmediatas, como técnicas de respiración o ejercicios cognitivo-conductuales. Además, los algoritmos de IA pueden analizar datos de voz y patrones de comportamiento en redes sociales para identificar a personas en riesgo de trastornos mentales o tendencias suicidas.
Las aseguradoras están utilizando IA para detectar fraudes en reclamaciones médicas, analizando patrones inusuales en los datos que podrían indicar actividades fraudulentas. Esto ayuda a reducir costos y asegurar que los recursos se utilicen de manera adecuada.
La IA también puede automatizar la revisión de reclamaciones, acelerando el proceso para los pacientes y proveedores de servicios de salud.
La IA se emplea para seleccionar a los participantes en ensayos clínicos, identificando a los candidatos más adecuados en función de su historial médico y características genéticas. Esto aumenta la eficiencia de los ensayos y mejora la calidad de los resultados. Asimismo, los algoritmos de IA pueden analizar los datos generados durante los ensayos clínicos para identificar rápidamente la eficacia de los tratamientos y cualquier efecto secundario.
La IA ofrece apoyo a los médicos en la toma de decisiones clínicas, proporcionando recomendaciones basadas en análisis de datos de pacientes, resultados de estudios clínicos y literatura médica. Esto es especialmente útil en casos complejos donde múltiples factores deben ser considerados.Los sistemas de IA pueden sugerir tratamientos personalizados, ajustar dosis de medicamentos o incluso proponer alternativas terapéuticas basadas en la evidencia más reciente.
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la medicina con sus aplicaciones innovadoras y eficaces. Su integración en el ámbito de la salud ha demostrado ofrecer numerosas ventajas y beneficios, que incluyen:
Todos estos ejemplos son solo algunas muestras de cómo la inteligencia artificial puede mejorar cualquier área de la medicina y la salud. Puede interpretar imágenes radiológicas, facilitar el descubrimiento de nuevos fármacos, analizar el genoma de un paciente… Pero también es de gran ayuda para optimizar los recursos sanitarios disponibles, ya que se pueden automatizar aquellas tareas que se repiten más.