En un interesante artículo para la Revista APD, la presidente de Siemens España, Rosa García, asegura que es prioritario avanzar hacia la Ciudad 4.0, con infraestructuras que hablen entre sí y actúen de forma colaborativa.
“Nuestra vida transcurre, en gran medida, en edificios y ciudades. Hace apenas una década, la mitad de la población mundial vivía en núcleos urbanos. Y, al ritmo de crecimiento actual −reciben dos nuevos habitantes por segundo−, en 2050 estos albergarán al 70% de los habitantes del planeta. Además, en torno a las ciudades se genera el 80% de la riqueza y el comercio mundial. Son auténticos polos de actividad frenética en el desarrollo de nuestra civilización, pero sus costuras empiezan a resentirse”. Así comienza el artículo publicado en el último número de la Revista APD de Rosa García, destacando además que “las ciudades están sometidas a importantes retos derivados de esa saturación, como la escasez de territorio, elevadas tasas de contaminación, colapso del tráfico y, en general, unos sistemas de gestión de recursos muy estresados”.
En opinión de la presidente de Siemens España, “es evidente que no basta solo con implementar la última tecnología para solucionar los retos de las urbes”. Según García, hay que apoyarse en 5 conceptos clave. Por un lado, debe ser una Ciudad Inteligente en sanidad, infraestructuras y movilidad, para obtener una mejor calidad de vida de sus ciudadanos. Por otro, es necesario ir hacia la Sociedad Inteligente o, hacia una sociedad civil que pueda ser parte activa en el diseño de la ciudad. Además, tiene que fomentar una Economía Inteligente, que atraiga inversión extranjera y convierta a la ciudad en un lugar donde las empresas quieran establecerse y generar riqueza. No hay que olvidar la constitución de un Gobierno Inteligente, capaz de relacionarse de una forma más eficaz con los ciudadanos y ofrecer nuevos servicios. Y, por último, tener un Entorno Inteligente que ayude a crear un medioambiente sostenible.
Por último, Rosa García propone empezar por digitalizar el corazón de las ciudades de la misma forma que ya se hace en algunas empresas, a través de planes de transformación dirigidos desde arriba. En este sentido, apunta que “no basta con saber cuál es el software capaz de predecir los atascos o detectar cuándo va a llegar a sus límites la contaminación, sino que también es prioritario integrar software, hardware y conocimientos verticales para pasar de un entorno predictivo a soluciones integrales que mejoren la vida de los ciudadanos”.