Human Lives Matter
Con el fin de albergar el mejor talento y, sobre todo, de cuidarlo, ninguna empresa puede permitirse el lujo de no disponer, a día de hoy, de una marca atractiva para su captación y fidelización. Es más, abordar estrategias de employer branding se ha situado en el centro de la estrategia empresarial, y no solo por el efecto que tiene en el futuro de una compañía, sino también por su impacto en la continuidad del negocio.
De hecho, y en lo que respecta a España, las organizaciones están destinando cada vez más recursos a mejorar la imagen de marca y el compromiso de sus profesionales con los valores de la empresa. Así lo destaca el estudio ‘Estado de RRHH en España 2023’ elaborado por Factorial, que constata que la mayoría de las empresas prioriza estrategias de fidelización como employer branding (35%), programas de formación (34%) y beneficios sociales (34%).
Pero, ¿cómo consolidar una sólida estrategia de employer branding en esta nueva era? Tal y como reflejaba recientemente Mireia Ranera, Socia y Vicepresidenta de Íncipy, en MujeresConsejeras.com, “ser una marca atractiva para trabajar, exige ahora nuevas fórmulas y estrategias de employer branding”, que requieren, entre otros aspectos:
En el escenario empresarial actual, atraer y retener el mejor talento se ha convertido en una verdadera competición. Aquí es donde entra en juego la importancia de abordar estrategias de employer branding, una estrategia cada vez más relevante en cualquier departamento de Recursos Humanos.
Expertos como Borja Aranguren, CEO y Co-Fundador de Cobee, aseguran que «el employer branding es crucial en la gestión del talento en el siglo XXI. Construir una cultura atractiva, comunicar eficazmente, ofrecer desarrollo profesional y beneficios competitivos, ser flexible, crear un ambiente agradable y comprometerse con la RSC, son pasos esenciales para atraer y retener a los mejores en un mercado laboral altamente competitivo. El employer branding es la clave para el éxito en la competencia por el talento». Y concreta 3 imprescindibles:
Crear una cultura empresarial atractiva.
La comunicación, tanto interna como externa. Por ejemplo, de nada sirve llevar a cabo una política de RSC ambiciosa si no es conocida ni por la plantilla ni por la sociedad.
Ofrecer salarios competitivos y beneficios atractivos es esencial para atraer a profesionales talentosos, los cuales cada vez se preocupan más por una compensación inteligente.