La economía digital está llevando a las empresas a plantearse una transformación líquida para rediseñar su ser organizativo y habilitar ecosistemas diversos de innovación, talento y liderazgo con los que generar productos y servicios digitales que proporcionen experiencias enriquecedoras a sus clientes. Para transformarse, en definitiva, en compañías Agile.
La diversidad e inclusión es la clave. Es necesario un cambio de paradigma, un salto evolutivo en la forma de entender la diversidad: las empresas necesitan un liderazgo en femenino, no estamos hablando de hombres o mujeres, sino de rediseñar los estereotipos organizativos para crear un talento líquido y un modelo de liderazgo basado en valores y en una forma de pensar y actuar que favorezca la creatividad, la agilidad y la generación de ecosistemas de abundancia en las empresas.
Debemos medir a los líderes por haber ayudado a otros a crecer, por haber generado abundancia, por ser facilitadores de talento y de espacios seguros de autoorganización dentro de las empresas, y haber empoderado y alentado a las personas en su zona de influencia a sacar la mejor versión de sí mismos y contribuir al crecimiento empresarial. Debemos reconocer su valentía por romper silos, por ir de la idea a lo posible, por liderar no desde la autoridad sino desde el respeto y el reconocimiento ganado por sus valores.
Las empresas necesitan líderes que generen abundancia, que muevan a otros, que lideren con el ejemplo, que despierten la pasión en sus equipos, que empaticen y sean creativos, solidarios, generosos. Repito, no estamos hablando de hombres o mujeres sino de un liderazgo en femenino.
Las empresas necesitan rediseñar los estereotipos organizativos para crear un talento líquido y un modelo de liderazgo que favorezca la creatividad, la agilidad y la generación de ecosistemas de abundancia
Por otro lado, las empresas han de rediseñarse para acelerar la innovación y ser capaces de incubar nuevos modelos de negocio, siendo ágiles en la conceptualización y entrega de nuevas soluciones a sus clientes. Deberán abordar una transformación ágil en sus cadenas de valor y en su estructura organizativa para ser capaces de conseguir en todo momento hacer las cosas correctas correctamente, reduciendo el desperdicio y maximizando la entrega continua de valor al tiempo que reducen el riesgo.
Agile en femenino es un movimiento que estamos impulsando desde el Chapter de Agile de Accenture Digital para potenciar la innovación, el talento y el liderazgo, aspectos que deben estar presentes en toda transformación empresarial y que tienen su origen en el Toyota Production System, Sakichi Toyoda (1935):
Creemos que la transformación la hacen personas orientadas a cadenas de valor, en entornos seguros de aprendizaje y acompañadas por líderes capaces de retarles a mejorar el mundo.
