En las organizaciones cada vez se habla más de la cultura colaborativa. Entran en juego conceptos como trabajar en equipo, colaborar, equipos en red, talento coordinado. Pero realmente, ¿qué es la cultura colaborativa?
Podemos explicar el concepto de colaboración como a todo proceso donde se involucre el trabajo de varias personas en conjunto. Es decir, trabajar juntos por un mismo propósito. Por un mismo fin común, que como es lógico, deberá estar siempre muy por encima de cualquier otro interés particular.
Sólo cuando los equipos se sienten cómodos y comparten ideas y pensamientos de forma libre el resultado siempre va a ser positivo para la organización, con una mayor calidad y eficiencia
Hoy en día, en un mundo globalizado y abierto a las nuevas tecnologías, donde en internet se comparte todo tipo de información, ya no tiene sentido los secretismos y los trabajos individualizados dentro de las organizaciones. La cuestión es, ¿se puede construir una cultura colaborativa? ¿Qué pautas debe seguir una organización para fomentar estas nuevas formas de trabajo en equipo?
No hablamos de derribar literalmente los muros físicos de los despachos, sino de fomentar las relaciones interpersonales para lograr que fluya la comunicación.Es hora de cambiar el chip y avanzar hacia el concepto de cultura de colaboración para que el trabajo, los objetivos y las relaciones interpersonales fluyan mejor y con más eficiencia
Y en este cambio de cultura, el papel de los líderes va a ser vital. Son ellos los últimos responsables de que en las organizaciones se den las características adecuadas y se dote de herramientas a sus trabajadores para aunar los esfuerzos de colaboración y derribar todas las trabas de comunicación que pudieran existir entre sus empleados (por razones históricas o de cualquier otra índole).
Por eso, la cultura de empresa y el estilo de liderazgo son elementos esenciales para asentar las bases de una buena cultura colaborativa. Sólo cuando los equipos se sienten cómodos y pueden compartir ideas y pensamientos de forma libre, sin miedo a represalias, el resultado siempre va a ser positivo para la organización, con una mayor calidad y eficiencia.
Los trabajadores, que disponen del capital de conocimiento, son el valor diferencial de una organización y si entre ellos colaboran y comparten sus mejores cualidades y talento, el potencial de esa organización crecerá sin fin.
En una entrevista a Adam Pisoni en Forbes, el co-fundador de Yammer planteaba una serie de consejos para transformar la cultura de tu empresa:
Tradicionalmente los directivos guardaban recelos en compartir cierta información con sus empleados por miedo pero hoy en día la información cambia constantemente y es obsoleta rápidamente. No tendría sentido no compartirla para poder utilizarla y sacarle el máximo provecho.
Hay que conseguir una misión común para todos los involucrados. Además hará a la empresa más competitiva porque una gran coalición que incluye a clientes y partners, será un rival muy difícil de vencer.
Una manera de averiguarlo sería crear un espacio virtual donde ellos puedan expresar sus opiniones y necesidades para que se sientan parte del proceso
Para que los directivos puedan promover la colaboración, tienen que experimentar y no tener miedo a hacerlo. Arriesga y experimenta.
Es decir, hay que desaprender lo que ya sabes. Hay que adaptarse al mundo en el que vivimos y que evoluciona tan rápido.
Hace falta tener un Liderazgo fuerte que sea capaz de tomar riesgos para evolucionar rápidamente.
Uno de los problemas que surge es que los fundadores suelen centrarse en el producto y se olvidan de la empresa. Hay que evitar estos olvidos y centrarse en crear la Cultura Colaborativa desde los inicios.
Para conseguir llevar a buen puerto esta cultura colaborativa, existen multitud de herramientas informáticas, la mayoría de ellas gratuitas, para poder llevar a cabo de una manera eficaz la la implantación de una cultura colaborativa en la empresa.
En este sentido, la mayoría de los expertos destacan 20 herramientas para crear y potenciar la cultura colaborativa en una organización, entre las que señalamos las siguientes: Google Drive, Trello, Hackpad, Quip, Poética, Marqueed, Teamwork, Active Collab, Basecamp o iMeet entre otras.
Parte importante de la misión de una empresa es crear un sentimiento de compromiso con la organización
Pero no basta con contar con el software adecuado y ponerlo a trabajar. Es fundamental poner en marcha una serie de estrategias que contribuyen a desarrollar una cultura de colaboración:
Es esencial que los dirigentes de las empresas se aseguren de que su personal entienda cuál es el objetivo y por qué se están implementando estas herramientas
Disponer solo de aquellas herramientas imprescindibles y que ayuden al negocio y prescindir del resto.
La creación de una cultura de trabajo abierta y flexible y la implementación de las tecnologías correctas.
No podemos olvidar que parte importante de la misión de una empresa es crear un sentimiento de compromiso con la organización, que los trabajadores sientan que su talento e ideas son tomadas en cuenta activamente en los objetivos del negocio. Ello generará sin duda un mayor sentimiento de pertenencia.
En conclusión, crear una cultura colaborativa siempre será positivo para una organización. Surgirán dificultades, pero a pesar de ellas, hay que mantenerse firma en este propósito colaborativo y no caer en una cultura jerárquica y rígida.
La creación de una cultura de trabajo abierta y flexible y la implementación de las tecnologías correctas permitirán a los empleados tomar sus propias decisiones sobre cómo funcionan mejor en equipo y, a su vez, generará una colaboración efectiva y, por lo tonto, beneficiará a la organización con un trabajo de alta calidad.