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Cómo aplicar la metodología Scrum y qué es el método Scrum

En la actualidad, las empresas enfrentan el desafío de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado. Aquí es donde la metodología Scrum entra en juego, ofreciendo un marco ágil que promueve la colaboración, la flexibilidad y la entrega rápida de productos de alta calidad. En este post, exploraremos qué es la metodología Scrum y cómo su implementación puede transformar la dinámica de trabajo en tu empresa, permitiendo una respuesta más efectiva a las demandas del entorno actual.

Entendiendo qué es la metodología Scrum

La metodología Scrum es un proceso para llevar a cabo un conjunto de tareas de forma regular con el objetivo principal de trabajar de manera colaborativa, es decir, para fomentar el trabajo en equipo.

Con este método de trabajo lo que se pretende es alcanzar el mejor resultado de un proyecto determinado. Las prácticas que se aplican con la metodología Scrum se retroalimentan unas con otras y la integración de las mismas tiene su origen en un estudio de cómo hay que coordinar a los equipos para ser potencialmente competitivos.

En Scrum se van realizando entregas regulares y parciales del trabajo final, de manera prioritaria y en función del beneficio que aportan dichas entregas a los receptores del proyecto. Por este motivo, es una metodología especialmente indicada para proyectos complejos, con requisitos cambiantes y en los que la innovación y la flexibilidad son protagonistas.

¿Cuándo aplicar la metodología Scrum?

Este método se aplica en proyectos donde la obtención de resultados a corto plazo es necesaria y en aquellos en los que existen situaciones de incertidumbre y tareas poco definidas.

Nos permite solucionar e identificar ineficiencias de forma sistemática o cuando un cliente demanda un proceso altamente especializado para el desarrollo de un producto determinado

La competitividad, la innovación, la productividad y la flexibilidad son totalmente fundamentales para el éxito del proyecto.

Por otro lado, con este método también se resuelven aquellas partes de un proyecto que no se le está entregando a tiempo a un determinado cliente, cuando dichas tareas se dilatan demasiado en el tiempo o la calidad es baja.

Además, nos ayuda a reaccionar frente a los competidores directos, cuando la moral de los equipos de trabajo se ve disminuida o la rotación de la plantilla es alta.

El método Scrum nos permite identificar y solucionar ineficiencias de forma sistemática o cuando un cliente demanda un proceso altamente especializado para el desarrollo de un producto determinado.

Fases de la metodología Scrum: ¿cómo aplicarla?

La metodología Scrum pasa por diferentes fases que hacen posible que se lleve a cabo con éxito.

Qué es la metodología Scrum

1. Planificación: Product Backlog

El Product Backlog es la fase en la que se establecen las tareas prioritarias y donde se obtiene información breve y detallada sobre el proyecto que se va a desarrollar.

Con el método Scrum no es necesario definir todos los objetivos al comienzo del proyecto. El Product Owner, de forma conjunta con el equipo de trabajo comienzan a listar lo más importante para el Product Backlog.

El Product Backlog es necesario para poder arrancar con el primer sprint, tiene permitido cambiar y crecer tantas veces como sea necesario en función del aprendizaje adquirido en el desarrollo del producto.

Además de establecer tareas prioritarias, es fundamental que el Product Owner trabaje estrechamente con los stakeholders y el equipo de desarrollo para asegurar que el Product Backlog refleje las necesidades del negocio y las expectativas del cliente. Se debe fomentar una comunicación continua y un entendimiento compartido de los objetivos del proyecto.

2. Ejecución: Sprint

Dentro del método Scrum, el Sprint es el corazón, un intervalo de tiempo que como máximo tiene una duración de un mes y en donde se produce el desarrollo de un producto que es entregable potencialmente.

Para entenderlo mejor, si el Product Owner solicita el producto se requiere un mínimo esfuerzo para su entrega al cliente.

También se puede definir el Sprint como un mini proyecto en donde el equipo de trabajo se focaliza en el desarrollo de tareas para alcanzar el objetivo que se ha definido previamente en el Sprint planning.

Para maximizar la eficiencia del Sprint, se realiza una reunión de planificación del Sprint (Sprint Planning) donde el equipo selecciona las tareas del Product Backlog a trabajar, basándose en su prioridad y en la estimación de lo que pueden completar durante el Sprint. El Sprint culmina con una revisión del Sprint (Sprint Review), donde se presenta el trabajo completado a los stakeholders, y una retrospectiva del Sprint (Sprint Retrospective), donde el equipo reflexiona sobre el proceso y busca maneras de mejorar para el próximo Sprint.

3. Control y monitorización : Daily Scrum y Burn Down Chart

El Daily Scrum es una reunión diaria corta donde el equipo sincroniza actividades y reporta progresos y obstáculos. Es crucial para identificar problemas rápidamente y adaptar el trabajo del equipo según sea necesario.

El Burn Down Chart es una herramienta visual para rastrear la cantidad de trabajo que queda versus el tiempo. Muestra claramente el progreso y permite ajustes ágiles en la dirección del proyecto.

Integrar el uso de herramientas de seguimiento de proyectos en tiempo real puede complementar el Burn Down Chart, proporcionando una visión más amplia del progreso y facilitando la comunicación entre el equipo.

4. Revisión y Adaptación: Sprint Review y Retrospective

Al final de cada Sprint, el equipo realiza dos reuniones clave: la Sprint Review, para evaluar el trabajo completado y ajustar el Product Backlog si es necesario; y la Sprint Retrospective, donde el equipo reflexiona sobre su desempeño y busca formas de mejorar en el próximo Sprint.

Fomentar una cultura de feedback constructivo y aprendizaje continuo es vital. Utilizar las retrospectivas para establecer un plan de acción claro que aborde los problemas identificados puede mejorar significativamente la eficiencia y la moral del equipo.

La metodología Scrum se centra en la mejora continua, la flexibilidad y la entrega de valor de manera eficiente. A través de la implementación cuidadosa de sus fases y la incorporación de prácticas de mejora continua, los equipos pueden alcanzar un alto rendimiento y satisfacer mejor las necesidades de sus clientes.

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