1 Congreso Internacional Digital de Directivos
LA EMPRESA CON PROPÓSITO
Durante los últimos meses, muchas compañías han llevado a cabo un replanteamiento de sus estrategias y, en la mayoría de los casos, han apostado por la aceleración de sus planes de despliegue de tecnología. Tanto es así, que en los dos primeros meses de la COVID muchas organizaciones avanzaron el equivalente a dos años en sus procesos de transformación digital.
Si antes de la pandemia confiábamos en el potencial de la digitalización en España, tras la situación que estamos viviendo, nuestra confianza es, si cabe, aún mayor. La salida de la crisis pasa por un ciclo de respuesta, recuperación y reimaginación, en el que la tecnología juega un papel principal. Ha llegado el momento de reimaginar España, aplicar los aprendizajes de estos meses para repensar el futuro. Vivimos un nuevo entorno de mercado donde la digitalización es la única respuesta para mejorar la competitividad y garantizar el crecimiento, pero, al mismo tiempo, plantea nuevos desafíos.
A medida que avanzamos hacia un futuro impulsado por la coexistencia entre la Inteligencia Artificial y las personas, lo auténticamente relevante no es plantearnos qué puede hacer la tecnología sino qué debería hacer para ayudar a promover las oportunidades, proteger los derechos fundamentales y crear un futuro sostenible.
Debemos mirar ese futuro con una mirada crítica, pues habrá desafíos y oportunidades. Estamos siendo testigos de un aumento drástico de la brecha en lo que se refiere a capacidades digitales y empleabilidad, se ha intensificado la demanda de acceso a Internet de banda ancha y los servicios críticos que proporciona, y existe urgencia por trabajar en pro de la sostenibilidad, para proteger el planeta. Si la tecnología va a abordar estos desafíos, debemos asegurar que las personas confíen en la tecnología que utilizan. Tenemos que usarla sin sacrificar los valores fundamentales que impulsan la confianza en ella.
Estamos siendo testigos de un aumento drástico de la brecha en lo que se refiere a capacidades digitales y empleabilidad
En Microsoft somos optimistas sobre los beneficios de la tecnología, pero también somos conscientes sobre los desafíos que conlleva y estamos absolutamente comprometidos a mantener la confianza que depositan en nosotros nuestros clientes, nuestros partners y las comunidades en las que operamos. También entendemos que las personas necesitan confiar no solo en nuestra tecnología, sino también en nosotros como compañía. Nuestro enfoque comienza con el reconocimiento de que en esta época de rápidos cambios, no podemos avanzar sin considerar el impacto de la tecnología en las personas, las empresas, el medio ambiente y la sociedad en general.
Al tiempo que las tecnologías, y sobre todo las de Inteligencia Artificial (IA), se hacen más sofisticadas y empiezan a jugar un papel relevante en la vida de las personas, se hace indispensable acordar un marco de diseño ético. Se trata de establecer criterios claros que guíen a las personas y organizaciones que desarrollan y aplican tecnologías de IA para que estas sean transparentes, equitativas e inclusivas. En este sentido, es necesario seguir avanzando en la accesibilidad de la tecnología para garantizar que el 10% de la población mundial que tiene algún tipo de discapacidad puede acceder a los beneficios de la digitalización en igualdad de condiciones que el resto de la población.
Al tiempo que la Inteligencia Artificial (IA) empieza a jugar un papel relevante en la vida de las personas, se hace indispensable acordar un marco de diseño ético
Esto va unido a la confianza alrededor de tres ejes fundamentales: privacidad, responsabilidad y seguridad. La privacidad es derecho fundamental y el pilar base de la confianza en el desarrollo de soluciones cloud y de Inteligencia Artificial. El reto para las compañías es elegir proveedores tecnológicos que garanticen una nube segura y preparada para el cumplimiento regulatorio allá donde desarrollen su actividad, así como crear una cultura empresarial responsable que evite que el factor humano se convierta en el eslabón más débil de la cadena ante los ataques basados en ingeniería social. Asimismo, la seguridad en el ciberespacio exigirá que gobiernos, empresas y sociedad civil trabajen para encontrar soluciones conjuntas a los desafíos a los que nos enfrentamos.
Tenemos ante nosotros una enorme oportunidad para pensar en cómo la digitalización y la sostenibilidad pueden definir el futuro de la economía y de nuestra sociedad. Desde hace varios años, hemos asumido y cumplido una serie de compromisos para reducir nuestra huella de carbono y trabajamos para tener un saldo negativo de emisiones de CO2 en 2030.
Este futuro no será posible sin una apuesta decidida por la formación y la capacitación digital para reducir la actual brecha digital. Es necesario establecer colaboraciones público-privadas, involucrando a la industria tecnológica, las Administraciones Públicas, la comunidad educativa y las entidades del tercer sector, con el objetivo de impulsar la empleabilidad y el reciclaje profesional. En Microsoft ya estamos avanzando en este terreno, y en España hemos facilitado acceso a formación tecnológica gratuita a más de 360.000 personas en la segunda mitad de 2020.
Es necesario establecer colaboraciones público-privadas, involucrando a la industria tecnológica, las Administraciones Públicas, la comunidad educativa y las entidades del tercer sector
La humanidad tiene por delante grandes retos, de cuya superación depende el futuro de las siguientes generaciones. En un momento como el actual, en el que los cambios se suceden de una forma más acelerada que en ningún otro periodo de la historia, en Microsoft creemos que muchas respuestas para reimaginar nuestro futuro pasan por la digitalización y la sostenibilidad.