Revista APD: Panorama CEO
‘Diversidad’ es un concepto que cada vez utilizamos más en nuestro vocabulario, pero que todavía no hemos asimilado e incorporado de forma natural en nuestro entorno laboral. En un momento en el que la sociedad y las empresas estamos luchando para conseguir que haya una mayor representación de mujeres en el mundo del trabajo y, por supuesto, también ocupando puestos directivos, acostumbramos a asociar diversidad a la visibilidad de ambos géneros.
Sin duda, es un punto muy importante a tener en cuenta, ya que es prácticamente imposible hablar de diversidad en cualquier entorno cuando el 50% de la población está infrarrepresentada.
En las empresas del IBEX35 solo hay tres que estén dirigidas por mujeres y, sin ir tan lejos, en el sector industrial y logístico, en el que yo me encuentro, las mujeres en puestos de dirección todavía somos una rara avis.
Aun así, aunque nos queda aún mucho camino por recorrer para conseguir la paridad y una diversidad de género real, hemos avanzado y estamos empezando a tomar medidas que fomenten una mayor presencia de mujeres.
En el sector industrial y logístico, en el que yo me encuentro, las mujeres en puestos de dirección todavía somos una rara avis
Desde el Consorci de la Zona Franca de Barcelona el año pasado impulsamos la creación del Consell de la Dona, una iniciativa en la que trabajamos junto a otras organizaciones y empresas como la AMB, Cellnex, Mercabarna, COCEMFE, TMB, Nissan, Covestro, Port de Barcelona y ZAL Port. ¿El objetivo? Favorecer la perspectiva de género y la equiparación de derechos, centrándonos especialmente en la Zona Franca de Barcelona. Así, hemos iniciado la creación de un protocolo para impulsar la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito industrial y laboral.
Sin embargo, no podemos limitar la diversidad al género, a la edad o a las creencias, factores que no deberían tenerse en cuenta para ocupar un puesto de trabajo. Lo que es importante es que los CEOs cuenten con unas marcadas aptitudes para ocupar su lugar, pero que esas aptitudes puedan ser distintas para cada empresa o cada persona.
Estamos ante un mundo cada vez más globalizado y en el que el impacto de la pandemia ha sido mucho mayor del que imaginamos. La crisis sanitaria ha sido el impulso definitivo para transformar nuestras formas de producir, de consumir o de relacionarnos y, con ello, los modelos de negocio a los que se deben adaptar inmediatamente las empresas.
No podemos limitar la diversidad al género, a la edad o a las creencias, factores que no deberían tenerse en cuenta para ocupar un puesto de trabajo
En este contexto, ante una digitalización sin precedentes y una nueva economía que aún presenta algunas incertidumbres, los CEO debemos ser los encargados de analizar con perspectiva el rumbo que deben tomar no solo las empresas que dirigimos, sino los sectores a los que pertenecen y, consecuentemente, la nueva economía.
Esta transformación ha traído consigo la creación de nuevos puestos de trabajo que hace unos años éramos incapaces de imaginar. Por ello, será esencial que desde la dirección de las empresas se sepa gestionar bien no solo la atracción y retención de talento de perfiles que son muy demandados, sino también que se cree la suficiente oferta formativa para que los jóvenes puedan formarse. Solo así, podrán dar respuestas a las necesidades actuales de las organizaciones.
Desde el Consorci de la Zona Franca de Barcelona trabajamos en dos vías:
Por todos estos rápidos cambios que se están produciendo en la economía y en los modelos de negocio, cada vez es más frecuente que las empresas opten por CEOs sin experiencia en el sector. Precisamente por la ausencia de prejuicios y la perspectiva con la que pueden ver determinadas situaciones, y que a una persona con una larga trayectoria en el sector puede resultarle más difícil.
Debemos entender que en la actualidad no hay un solo perfil de CEO, sino que la riqueza y el éxito está en la diversidad y en esa necesaria perspectiva que debe ser capaz de tener el máximo directivo de una empresa en los momentos de tomar las principales decisiones estratégicas.